Valderrama Hernández R. Psicologia.com. 2015; 19:9
Artículo original
Variables psicológicas asociadas a la drogodependencia al
cigarro en mujeres jóvenes de la BUAP
Roberto Valderrama Hernández1, José Luis Rodríguez Sánchez1, Hilda Patiño Tovar1,
Sonia Santos Cruz1
Resumen
El objetivo de la presente investigación es descubrir cuáles son los factores psicológicos que
están asociados al abuso del consumo de nicotina en estudiantes femeninas universitarias de la
Universidad Autónoma de Puebla. Se utilizaron 100 Ss del género femenino de las Facultades
Económico Administrativa.
Se utilizó, una encuesta tipo Lickerestá constituido por datos sobre los factores psicológicos pre
mórbidos al consumo de nicotina. Se aplicó el cuestionario de manera autoadmistrada a
estudiantes de dicha área: economía, administración y contabilidad. Se identificó a los sujetos
que consumían nicotina a través de preguntar si habían consumido al menos cinco cigarrillo
diarios durante al menos seis meses y se les aplico el cuestionario a dichas personas.
La media de edad de comienzo del consumo de nicotina es de 13 años 3 meses. Los resultados
que se obtuvieron: ansiedad 60%, sentimiento de soledad 31.2%, depresión 30.2%, mecanismo
para control de peso 25% y estrés 29.5%
Con respecto a las covariables psicológicas que favorecen el consumo de nicotina, se encontró
que se dan en un porcentaje alto: ansiedad, el sentimiento de soledad, depresión, estrés
significativo, irritabilidad (componente de sedación). Es necesario, poder profundizar, el cómo
se manifiesta la ansiedad, siendo un objeto de estudio la ansiedad social y como mecanismo de
control de peso. Se puede inferir que hay una interacción entre estas covariables psicológicas,
las cuales favorecen el consumo de nicotina o bien como un intento de combatir la depresión,
ansiedad y el afecto negativo asociado al síndrome de abstinencia
Recibido: 02/02/2015 Aceptado: 20/02/2015 Publicado: 04/08/2015
* Correspondencia: Roberto.valderrama623@gmail.com
1 Benemérita Universidad autónoma de Puebla
Psicologia.com ISSN: 1137-8492
© 2015 Valderrama Hernández R, Rodríguez Sánchez JL, Patiño Tovar H, Santos Cruz S
1
Valderrama Hernández R. 2015; 19:9.
Introducción
El fenómeno de la drogodependencia a la nicotina, constituye hoy en día, la enfermedad adictiva
y crónica prevenible que se relaciona con más problemas de discapacidad, salud y causas de
muerte en el mundo. Queda etiquetado de esta forma debido a tres razones fundamentales: 1) la
alta facilidad de conseguir el producto, 2) el alto nivel de consumo y 3) las consecuencias
médicas asociadas a ello. (Ponciano, R. G, 2007). Prueba de ello es que hasta la década de los
noventa del siglo pasado se calcula en alrededor 650 millones de drogodependientes en el
mundo a la nicotina y paso en los inicios del siglo XXI a más de 1,100 millones de los cuales 16
millones son mexicanos. Por consiguiente, estamos frente a una pandemia- esto se debe a que la
nicotina es una droga con mayor poder adictivo que otras drogas (OMS, 2003 y 1998; Betacourt,
y Navarro, 2001 y Benowitz, N, 1988). En el plano neurobiológico la nicotina produce
alteraciones en el Sistema Nervioso Central (Loughead, J y col Jul 2013; NIDA, 2007; Foulds,
2006;Tsoh y col, 2000; Ponciano, 2001 y Clarke, 1985). Con base a ello, la nicotina se considera
como un antigénico (NIDA, 2007). Como apoyo a esta concepción hay importantes datos
empíricos que sugieren que fumando se consiga salvo a muy corto plazo una disminución
del estrés; es más, los fumadores puntúan más que los no fumadores en las escalas generales de
estrés y en las de estrés percibido (NIDA, 2007). Por ello, hoy día, se infiere que los efectos
tranquilizantes del tabaco son más bien debidos a la reversión de una sintomatología leve de
abstinencia o bien a su utilización como enfrentamiento ante situaciones de estrés (Pomerleau,
O F y Pomerleaun, C.S, 1997 y Balfour, 1991) - sin embargo, la distribución de los consumidores
y adictos a la nicotina varía entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, el número de
fumadores en el mundo desarrollado está disminuyendo. Esta disminución en el tabaquismo fue
mayor en los hombres que en las mujeres, actualmente la prevalencia del hábito de fumar es
apenas un poco más alta para los hombres que para las mujeres en el mundo desarrollado. En
cambio, en los países en vías de desarrollo, se ha visto un incremento en el consumo de nicotina
e inclusive donde se ha visto un aumento significativo en el consumo de nicotina es en las
mujeres jóvenes primordialmente con estudios universitarios. Lo cual implica, que en pocas
décadas la drogodependencia a la nicotina va a pasar a ser una enfermedad predominantemente
femenina en el orbe (NIDA, 2007; Ponciano, R. G y Morales, R. A, 2007; UNODC, 2005; OMS,
2006, 2003 y 1998;Shafey y col., 2003Villalba, y col, 2001; SSA/CONADIC, 2000; Amos, A,
1997; Peto, R y.col, 1998; Becoña, E, 2000 y Becoña, E; Galego, P y Lorenzo, M, 1987). Esto va a
hacer que la forma que enfrentarnos a este problema de salud pública este en función al género.
Con respecto a la magnitud en el consumo de tabaco en las mujeres se ha encontrado que fuman
menos cigarrillos por día, tienden a usar cigarrillos con un contenido menor de nicotina y no
inhalan tan profundamente como el género masculino. Aunque, no queda claro, si esto se debe a
diferencias en la sensibilidad a la nicotina o a otras variables que afectan a las mujeres de
manera diferente, entre ellas están los factores sociales o los aspectos sensoriales de fumar. Por
otro lado, se ha encontrado que es menos probable que inicien la abstinencia tabáquica, pero si
lo hacen, es más probable que sufran una recaída, debido a la intensidad de los síntomas del
síndrome de abstinencia y la preocupación por el aumento de peso después de dejar de fumar.
(NIDA, 2007). En el estudio de Pang, R. D y Leventhal, A. M, (Aug 2013) encontraron que las
mujeres presentaron mayores incrementos de abstinencia que inducían que se presentaran el
llamado afecto negativo: ira; ansiedad, depresión y confusión. Estos resultados se interpretan
que la sensibilidad diferencial a la abstinencia del tabaco, particularmente la ira, podría ser la
base de los patrones de fumar específicos del sexo, por lo tanto, el efecto negativo en la
abstinencia del tabaco puede ser un factor importante para la comprensión y el tratamiento de
la adicción a la nicotina en las mujeres. En lo que respecta a la depresión se encuentran los
estudios de Farajat y col, (2011) y el de Boden; J, M y col, (2010) descubrieron que existe
asociaciones significativas persistentes entre los síntomas de dependencia a la nicotina y los
síntomas depresivos. Los resultados sugieren que la comorbilidad entre el tabaquismo y la
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depresión surge de dos vías, la primera es la partición de los factores de riesgo comunes o
correlacionados y la segunda una vía directa en la que el tabaquismo aumenta el riesgo de sufrir
de depresión. Esta evidencia es consistente con la conclusión de que existe una relación de causa
y efecto entre el tabaquismo y la depresión en la que el tabaquismo aumenta el riesgo de
síntomas de depresión.
Cuando se analiza las diferencias en la conducta del consumo de nicotina entre las mujeres y los
hombres, se observa que en general ésta es muy similar, y sólo se encuentra diferencias en dos
aspectos (Tsoh y col, 2000; Ponmedeus, 1999 y Gilbert, sf): 1) En el grupo de grandes fumadores
(lo cual implica el consumo de más de 30 cigarrillos al día) los hombres tienden a estar
hiperrrepesentados y 2) en general las mujeres tienden a fumar más por el componente de
sedación. Dicho componente se refiere a la asociación de la conducta de fumar con estados de
ánimo negativos: tristeza, ansiedad, soledad, incertidumbre. Como es bien sabido la mujeres
tienen mayor prevalencia a los trastornos depresivos y una forma de mitigar dicha depresión se
logra a través de fumar (Tsoh y col., 2000; Borrelli y col., 1996). En lo referente a la ansiedad se
encuentra en especial la ansiedad social, que es abordada por el estudio de Buckner, J. D y Vinci,
C, (Aug 2013) se ha encontrado que entre las mujeres, la ansiedad social se relaciona con el
estado diario de fumar . Después de controlar las pasadas semanas la frecuencia de fumar,
ansiedad social se relacionó con el apego afiliativo y del comportamiento motivos elección de
fumar, mejoramiento del terreno social. Los resultados sugieren que las personas con ansiedad
social que ven a los cigarrillos que tienen algunas de las mismas características que las
interacciones sociales pueden ser particularmente vulnerables a la dependencia de la nicotina.
Los resultados también ponen de relieve la importancia de considerar las cuestiones de género
(mujeres), en las relaciones entre la ansiedad social y los comportamientos de fumar. También
el tener un mayor estrés debido al doble trabajo, es decir trabajan remunerados como no
remunerado Fundamentalmente dentro del hogar), esta preocupación hace que la mujer
disponga de menos tiempo dedicado al descanso, con un mayor número de preocupaciones de
las que es más difícil desconectar mentalmente (NIDA, 2007). A favor de esta hipótesis juega el
hecho de que un porcentaje de las mujeres que son cabeza de familia monoparental fuman. Esto
aunado a la sensación de que podrían o deberían hacer más, de que no cumplen adecuadamente
su función educadora maternal, y por ello, tienen una mayor o menor sensación de culpa. En
relación con las expectativas afectivas, el hecho de que las mujeres presenten una vida afectiva
con mayor riqueza de registro puede hacerlas más sensibles a las frustraciones derivadas en
parte de asumir escalas de valores predominantemente masculinas, que son las que tienden a
prevalecer en determinadas relaciones sociales o afectivas y en muchos ambientes laborales
(NIDA, 2007). Aparte de la existencia de un techo de cristal en determinadas profesiones y/o de
la existencia de un sistema de códigos no verbales que no se trasmite a las mujeres en otros
trabajos, no es infrecuente que algunas mujeres refieran una discriminación sutil en su trabajo
profesional. Las mujeres perciben que pueden ser consideradas de valía, pero que previamente
deben demostrarlo, cosa que no se exige a sus compañeros varones (De la Rosa, L et, 2004).
Todas las circunstancias vitales generadoras de estrés citadas pueden ser responsables de una
conducta de fumar mucho más asociada con estados de ánimo negativos, que es utilizada como
mecanismo de enfrentamiento a ello (Gilbert DG,sf).
El objetivo de la presente investigación es descubrir cuáles son los factores psicológicos
significativos que están asociados a la drogodependencia a la nicotina en estudiantes femeninas
universitarias de la Universidad Autónoma de Puebla.
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Método
Sujetos
Se utilizaron un total de 100 Ss., del género femenino, estudiantes de la Universidad Autónoma
de Puebla de las Facultades de área Económico administrativa (Administración de Empresas,
Contabilidad y Economía); que consumieran mínimamente cinco cigarrillos por lo menos
durante seis meses.
Instrumentos
Se utilizó, una encuesta tipo Lickerestá constituido de dos partes: 1) Datos epidemiológicos
sobre el consumo de nicotina y 2) datos sobre los factores psicológicos pre mórbidos al consumo
de nicotina. El presente instrumento está basado en los criterios propuestos por la OMS, lo que
permite comparar los resultados obtenidos tanto en el contexto nacional como el internacional.
Procedimiento
Se aplicó el cuestionario de manera autoadmistrada a estudiantes de las Facultades del área de
Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP. Se identificó a los sujetos que consumían nicotina
a través de preguntar si habían consumido minimamente cinco cigarrillo diarios por espacio de
al menos seis meses y se les aplico el cuestionario a dichas personas.
Resultados
La media de edad de comienzo del consumo de nicotina es de 13 años 3 meses. Con una moda de
16 años.
A continuación se describen los resultados a través de las siguientes tablas:
Tabla I. Covariables psicológicos asociados al consumo de
nicotina*
Factor psicológico
Porcentaje
Estrés
29.5%
Ansiedad
60%
Irritabilidad
15%
Depresión
30.2%
Problemas de sueño.
20%
Mecanismo para control de peso
25%
Soledad
26%
*pueden presentar dos o más covariables simultáneamente
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Tabla II. Clasificación del tipo de fumador, de acuerdo a
la tipología de Rusell y col., (1979)
Tipo
Porcentaje
Psicosocial
10%
Sensoriomotor
5%
Placentero
15%
Tranquilizante
35%
Depresivo
20%
Automático
0%
Adictivo
15%
+ En algunos Ss., anoto dos o más tipos de fumador.
Tabla III. Clasificación de tipos de fumador de acuerdo a
la tipología de Solana, (febrero 2001)
Tipo
Porcentaje
Consonante
57%
Disonante
43%
Tabla IV. Trabajo que realizan las mujeres universitarias
Tipo de trabajo*
Porcentaje
Estudian no remunerado
Labores de
remunerado
la
casa
100%
no
65%
Oficina
20%
Secretaria
5%
Ventas
15%
Docencia
35%
No especificados
30%
*Son los trabajos que realiza diariamente
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Tabla V. Afecto negativo asociado al Síndrome de abstinencia
Afecto negativo
Porcentaje
Ira
35%
Ansiedad
25%
Depresión
30%
Confusión
20%
Tabla VI. En los últimos 30 días has fumado tabaco
Ítem
Porcentaje
No
14%
Sí, 1a 5 días
30%
Sí, de 6 a 19 días
17%
Sí, 20 días o más
40%
Tabla VII. Si has fumado 100 cigarrillos en tu vida
Ítem
Porcentaje
Si
68%
No
32%
Discusión
Con respecto al tema central de la presente disertación, las covariables psicológicas que
favorecen el consumo de nicotina en mujeres universitarias, se encontró que se dan en un
porcentaje significativo: ansiedad, el sentimiento de soledad, depresión, estrés significativo,
irritabilidad (componente de sedación). En sus diferentes, siendo ejemplos de ello: ataque de
ansiedad, la ansiedad social siendo un objeto de estudio posteriores: (Buckner, J y Vince, C Aug
2013) y/o como mecanismo de control de peso. Se puede inferir que hay una interacción entre
estas covariables psicológicas, las cuales favorecen el consumo de nicotina o bien como un
intento de combatir la depresión, ansiedad y el afecto negativo asociado al síndrome de
abstinencia (Pang, R. D y Leventhal, A. M, Aug 2013 y Lyvers, M y col, Nov 2013). Por otro lado,
está el estrés asociado al trabajo (remunerado y del hogar). En menor medida como mecanismo
ante los problemas de sueño: insomnio. Estos datos, se pueden interpretar como que las
personalidad pre mórbida (animo negativo y rasgo de ansiedad) existente en los individuos y
además, que las mujeres sobre todo jóvenes y con estudios universitarios sean vulnerables al
fuerte bombardeo publicitario que son sometidas por parte de la industria tabacalera y otras
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variables, tales como el hecho de estar en un ambiente laboral marcadamente sexista (SEP,
guarderías, dependencias gubernamentales) todo lo cual es generador de estrés (ver tabla I y V).
Esta información se puede apoyar con los datos consistentes del tipo de fumador de acuerdo a la
clasificación de Rusell, y col, (1979); siendo los principales tipos: tranquilizante (35%),
depresivo (20%) y adictivo (15%) (Tipos que vinculados al componente de sedación y de
depresión que es buscado al fumar nicotina) y por otro lado se encuentran las de tipo
descriptivo: psicosocial (15%) y psicomotriz (5%). El cual, está vinculado a la fuerte presión de
los otros significativos y la publicidad (Ver tabla II). También guarda congruencia con los datos
arrojados por la clasificación de Solana (Feb 2001) (Ver tabla III); lo cual guarda relación con la
clasificación de Rusell, (1979). Por un lado, se puede establecer hipotéticamente que la
personalidad pre mórbida y la fuerte presión social llevan a las mujeres jóvenes a concebir esta
adicción como algo deseado socialmente (ver tabla III). Finalmente el trabajo por partida doble
que realizan son condicionantes de que favorecen una condición estresante lo que favorece que
busquen válvulas de escape siendo una de ellas el consumo de nicotina (ver tabla IV).
Con respeto a la media de edad de inicio del consumo de nicotina es de 13 años; lo cual, va
acorde con la literatura científica reciente, pues como se sabe se está reduciendo la edad de
inicio del consumo de nicotina. En el estudio de Valderrama, y Campos (2008), la edad de
comienzo fue de 14 años 6 meses y el de ENA, (2002) se encontró que se encuentra
principalmente en tres rangos de edad: con una distribución por rango 15 a 17 años; con una
distribución del 39.7%; de 11 a 14 años con una distribución del 19.6% y menor de los 10 años
con una distribución del 2.1%. Lo cual, habla de que el inicio en el consumo de nicotina, cada vez
se da en edades menores. Como un fuerte evidencia empírica de la dependencia a la nicotina se
encuentra el hecho de que han consumido al menos 100 cigarrillos o más en el transcurso de su
vida el 68% (ver tabla VII) y posteriormente corroborado por la alta incidencia del consumo de
nicotina en el último mes con al menos 20 días del mes (ver tabla VI). Como se podrá ver, es
necesario a apostar a la prevención; la cual, por desgracia, no existe una cultura de prevención
en nuestro País y general en Latinoamérica, y por ende, en nuestra Universidad. Esto cobra
importancia, si se toma el hecho del fuerte bombardeo de publicidad que existe por parte de los
medios masivos de comunicación y la presión social de los pares a la cual se enfrentan los
adolescente, la mujer, y el adulto joven.
Es menester que los Programas de Prevención y Tratamiento contra la Adicción a la Nicotina,
constituya una guía y un compromiso de trabajo por parte de la Universidad, para poder crear
una respuesta integral, e iniciativas propuestas por parte de las Facultades de: Psicología
Medicina, Estomatología, Enfermería, Antropología y el Hospital Universitario de Puebla. Lo
anterior con el fin de ofrecer a la población estudiantil universitaria Programa de Prevención
Interuniversitario - En el programa de prevención contra la adicción a la nicotina, se debe hacer
énfasis se maneje en tres aspectos fundamentales: 1) establecer una cultura anti tabaco en la
curricula de todas las carreras y preparatorias de la Universidad tal y como ocurre en todas las
Facultades Médicas de la República Checa y de otros Países Europeos (Bánóczy, J y Squier, C,
2007). 2) La realización de campañas sistematizadas para crear conciencia mediante los posters,
trípticos, y conferencias. 3) crear políticas dentro de la institución para crear un ambiente libre
de nicotina y otros derivados del consumo de cigarrillos; él cual, debe estar acorde con el
Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco (OMS, abril, 2003) - así como,
tratamientos accesibles de atención a los fumadores y finalmente, de una forma holística de
contribuir a conservar y mejorar el estado de salud de los universitarios; lo cual, queda abalado
por los estudios de Ponciano, y Morales, (2007); Torrecillas y col, (2001). Paralelamente habría
que trabajar en el tratamiento por parte de nuestra Institución la modalidad a nivel nacional e
internacional más utilizada para ayudar a los fumadores a liberarse de la adicción al tabaco son
las clínicas Contra el Tabaquismo (Ponciano, R, G; Morales, R, A, (2007) y Guiza, C, V, y col,
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2005). Quizás resulte necesario que se plantee el desarrollo de acciones y estrategias en el
ámbito legislativo universitario.
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Cite este artículo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):
Valderrama Hernández R, Rodríguez Sánchez JL, Patiño Tovar H, Santos Cruz S. Variables
psicológicas asociadas a la drogodependencia al cigarro en mujeres jóvenes de la BUAP.
Psicologia.com [Internet]. 2015 [citado 04 Ago 2015];19:9. Disponible en:
http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/view/1683/
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