Diversos estudios que han analizado el impacto emocional por la pandemia COVID-19 y por las medidas de restricción social y confinamiento, describen síntomas de ansiedad, estrés y depresión en una gran parte de la población (Lima et al.,2020; Wang et al.,2020), con tasas más altas en grupos de población vulnerables (Pfefferbaum&North, 2020). García-Álvarez et al. (2020) estudiaron el impacto psicológico temprano, en la primera ola de la pandemia, en una gran muestra de población española (n=21207) observando que aquellas personas que referían tener un diagnóstico de trastorno mental (TM) experimentaban una mayor respuesta psicológica desadaptativa (más reacciones de estrés, ansiedad, depresión, y/o respuestas intrusivas y de evitación), seguido de aquellas que presentaban un trastorno mental pasado, en comparación con la población general. Así, por ejemplo, cerca de tres cuartas partes de la población con un TM presentaron una reacción depresiva al inicio de la pandemia frente al 40% de personas sin TM previo. Cabe señalar que la mayoría presentaban TM comunes como trastornos de ansiedad o depresión. Por otro lado, las personas con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, constituyen un grupo especialmente vulnerable, y se ha identificado una mayor respuesta de ansiedad al inicio de la pandemia en comparación con la población general (González-Blanco et al., 2020), lo que podría tener consecuencias negativas en su evolución clínica. En este Simposio, se presentarán datos sobre el impacto psicológico específico que la primera y segunda ola de la pandemia ha provocado en las personas con TM previos.