Simposio WPA
Atención médica y salud mental. ¿Entendemos las necesidades de las mujeres?
CONTENIDO
DESCRIPCIÓN
La salud mental de las mujeres ha sido tradicionalmente considerada más vulnerable que la de los hombres, atribuyendo esta diferencia a factores biológicos. Sin embargo, diversas investigaciones evidencian que peores condiciones de vida aumentan las demandas médicas, el malestar femenino y la enfermedad mental.
En la práctica clínica, se observa una tendencia notable a realizar un mayor número de diagnósticos de depresión y ansiedad en mujeres, lo que a menudo resulta en una mayor psiquiatrización del sufrimiento y con ello la medicalización del mismo, pero este fenómeno no se observa en los hombres (1). Esta visión sesgada se ve influenciada por modelos de masculinidad y feminidad predominantes, así como por fenómenos de desigualdad de género en el ámbito de la salud mental, como destaca el Informe SESPAS 2020 (2).
Las mujeres tienden a buscar atención en consulta por problemas de la vida cotidiana con mayor frecuencia que los hombres, debido a que no presentan dificultad en reconocer su malestar y solicitar ayuda, dado que tiene asumido el estereotipo de "sexo débil". Sin embaro, en lugar de encontrar un espacio de escucha y apoyo, es frecuente que les sean prescritos psicofármacos de manera inadecuada. De hecho, las mujeres reciben, a igual diagnóstico, el doble de antidepresivos y ansiolíticos que los hombres.
Esta tendencia hacia la medicalización del malestar social no solo desvía la atención de los problemas subyacentes, sino que tambien puede resultar en dependencia psicológica y efectos adversos derivados de los tratamientos. El sesgo de género es especialmente evidente en el caso de mujeres con síntomas físicos o dolor. Ellas suelen ser etiquetadas de trastornos psicológicos y tener menor credibilidad que los mismos síntomas en varones que suelen ser estudiados pra descartar causas orgánicas.
Pero si nos centramos en una enfermedad mental grave como la esquizofrenia, para la que las mujeres no suelen consultar, nos encontramos con un gran desconocimiento, ya que la mayoría de los estudios han sido realizados en población masculina. Esto lleva a la creencia errónea de que el desarrollo de la enfermedad es similar en ambos. Para autores como Riecher-Rössler un enfoque sensible al género debería ser esencial, ya que ignorar estas diferencias puede retrasar tanto el diagnóstico como el inicio de un tratamiento adecuado en las mujeres y va a tener repercusión importante en su pronóstico.
No fue sino hasta 1990 que el National Institute of Health destacó la importancia de incluir un número adecuado de mujeres en ensayos clínicos, subrayando que el desarrollo y tratamiento de los problemas de salud no son universales y deben considerar las diferencias de género, asi como los aspectos psicológicos y sociales involucrados.
Desafortunadamente las mujeres han sido excluidas de los estudios alegando razones biológicas. Por ejemplo, se pensaba que las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual podrían afectar los resultados de los ensayos. Pero la realidad es que existen importantes diferencias entre hombres y mujeres en factores fisiológicos, por ejemplo en el citocromo P450. El resultado de obviar esas diferencias es que si utilizamos las mismas dosis en ambos, exponemos a las mujeres a un mayor riesgo de reacciones adversas a medicamentos (RAMS) y diferentes estudios han constatado que ellas tienen una probabilidad de efectos adversos de 1,5 a 1,7 veces mayor que los varones.
Estas diferencias fisiológicas son fundamentales a la hora de prescribir opiáceos o benzodiacepinas puesto que ellas son mas sensibles a sufrir adicción y dependencia. Y tambien sabemos que las mujeres metabolizan los antipsicóticos de manera menos eficiente, hecho que no suele tenerse en cuenta en las indicaciones posológicas (4).
Desgraciadamente, aún estamos lejos de contar con estudios concluyentes que aborden la salud y enfermedad mental en mujeres. Existe un notable desconocimiento y un sesgo persistente en el diagnóstico y tratamiento del sufrimiento femenino, que debería abordarse con una perspectiva psicosocial y no exclusivamente médica.
El objetivo de esta mesa es revisar mediante algunos casos clínicos el abordaje y resultado de los problemas mencionados en esta introducción, en mujeres atendidas en nuestra unidad de hospitalización breve de psiquiatría.
BREVE CURRICULUM DEL MODERADOR
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid.
Especialista en Psiquiatría. Doctora en Medicina y Cirugía (SS cum laude) por la tesis doctoral: El Duelo en un Centro de Salud Mental leida en el año 2000 en la Universidad Autónoma de Madrid.
Máster en Sexualidad Humana por la UNEF.
Diplomada en Medicina del Trabajo por La Escuela Nacional del Medicina del Trabajo. Universidad Complutense de Madrid.
Especialista en Gestión de Calidad.
Coordinadora Asistencial de la Unidad de Hospitalización Breve para pacientes Psiquiátricos Adultos del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Exprofesora de Psiquiatría en la Universidad de Alcalá de Henares.
Profesora en Ciencias de la Salud en la Universidad Complutense de Madrid.
Tutora de Médicos Internos Residentes de Psiquiatría.
Entre sus temas de interés están el suicidio, el duelo, los trastornos disociativos, psiquiatría legal y enfermos mentales graves.