Investigadores del CIBER han identificado una firma epigenética asociada al desarrollo del síndrome inflamatorio multisistémico en Niños (MISC) que aparece tras la infección del virus SARS-CoV-2. Aunque se produce en un pequeño porcentaje de la población pediátrica, se puede considerar un problema ya que requiere el ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el 60% de los casos.
La firma ha sido llamada EPIMISC, siguiendo la línea de los estudios previos sobre la epigenética del COVID-19 realizados por el mismo equipo, el grupo de Epigenética del Cáncer de Manel Esteller del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y Aurora Pujol, del Campus Biomédico Bellvitge.
En el MISC diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, entre ellas el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos gastrointestinales. Se desconocen los factores asociados a la aparición de MISC más allá de la presencia del virus.
En el artículo, publicado en 'EClinicalMedicine', la revista hermana de 'The Lancet 'para hallazgos clínicos de comunicación rápida, demuestran que existen cambios epigenéticos ligados al desencadenamiento de MISC, al menos en el grupo de la cohorte estudiado.
"La enfermedad COVID-19 en adultos se caracteriza por la dificultad en respirar, mientras que este síndrome infrecuente asociado al mismo virus en niños afecta a muchos más órganos y puede tener consecuencias severas. Como se desconocían las bases del mismo, decididimos comparar el epigenoma de niños sanos, niños con COVID-19 sin MISC y niños con COVID-19 que experimentaron MISC", explica Esteller.
"Encontramos que el MISC se caracteriza por una desregulación específica de la programación celular epigenética que conduce a un cuadro de hiperinflamación que puede dañar a los tejidos", añade el también profesor de Investigación ICREA y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona, así como investigador principal del área CIBER de Cáncer (CIBERONC).
Los resultados del estudio, firmado por la doctora Verónica Dávalos y Carlos A. García-Prieto, mostraron que había genes específicos afectados en los pacientes, como los asociados a la activación de los linfocitos T, las células natural killer, el reconocimiento de antígenos y la coagulación. Este patrón de desregulación epigenética también se observó en el síndrome de Kawasaki, otra enfermedad inflamatoria que alcanzó su punto álgido en 2009 y que posiblemente esté relacionada con la infección por el virus de la gripe A H1N1.
Curiosamente, dos de los 33 eventos de metilación del ADN que definen la firma EPIMISC son también característicos en adultos sin comorbilidades que desarrollan la enfermedad grave de COVID-19, como se definió previamente en la firma EPICOVID encontrada por el mismo equipo el año pasado. Este hecho confirma que ambos procesos, el MISC en niños y el Síndrome de dificultad respiratoria aguda en adultos, son complicaciones inflamatorias posinfecciosas y podrían ser tratadas de forma diferente a la fase inicial de la infección viral.
En este sentido, los investigadores plantean la hipótesis de que la inhibición farmacológica del gen CUL2, un mediador de la inflamación, podría ser útil para los pacientes con MISC, ya que se sabe que protege contra las respuestas hiperinflamatorias.
Se trata de una característica inusual y la doctora Pujol señala que "es interesante ver que dos trastornos que presentan manifestaciones clínicas similares, el MISC y el Kawasaki, también comparten una firma epigenética común, que es diferente a la firma epigenética causada por otros virus, incluido el VIH".
En la misma línea, Esteller concluye que "parece que, en ambos síndromes, MISC y Kawasaki, hay una reacción exagerada del sistema inmune de los niños frente a una agresión vírica. Conocer los mecanismos de ambas enfermedades nos dará mejores herramientas para diagnosticarlas y tratarlas".+