Autor/autores:
Levi van Dam, Jean Rhodes, Renée Spencer...(et.al)
Aunque los adolescentes tienen tasas de infección por COVID-19 más bajas en comparación con los adultos, la pandemia está afectando la salud mental de los jóvenes. Ha habido múltiples informes de aumentos en los desafíos de salud mental para los adolescentes durante la pandemia de COVID-19 en curso, incluida una revisión sistemática ...
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Aunque los adolescentes tienen tasas de infección por COVID-19 más bajas en comparación con los adultos, la pandemia está afectando la salud mental de los jóvenes.
Ha habido múltiples informes de aumentos en los desafíos de salud mental para los adolescentes durante la pandemia de COVID-19 en curso, incluida una revisión sistemática rápida que indica que los adolescentes ahora tienen más probabilidades de experimentar altas tasas de depresión y ansiedad.
Esto requiere una respuesta de los servicios clínicos para ofrecer apoyo e intervención temprana cuando sea posible y estar preparados para un aumento de los problemas de salud mental.
También requiere la movilización de las redes sociales, que son beneficiosas para la salud y pueden funcionar como un amortiguador contra diversos riesgos individuales y contextuales.
Especialmente para los adolescentes, se ha descubierto que las relaciones de apoyo con adultos que los cuidan son un factor protector del desarrollo de problemas de salud mental. Por lo tanto, además de la conciencia social del efecto potencial de estas relaciones de apoyo, los médicos, trabajadores sociales y maestros deben facilitar las conexiones de los jóvenes con mentores naturales.
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