El bruxismo es el hábito de rechinar o apretar los dientes de manera involuntaria. Es un comportamiento bastante común: a nivel mundial, aproximadamente dos de cada diez personas lo padecen, aunque en países como España esta cifra es mucho mayor. Si no se intenta controlar a tiempo, la fricción ocasionada por el rechinamiento puede dañar los dientes y propiciar patologías dentales.
Las causas del bruxismo no están del todo claras, pero puede estar relacionado con alteraciones y trastornos como el estrés, la ansiedad e incluso la depresión. El ser humano moderno debe soportar unos niveles de estrés bastante elevados todos los días, y este modo de vida parece ser la causa del bruxismo en muchos pacientes.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un hábito que consiste en rechinar o apretar los dientes al tensar los músculos de la mandíbula de manera involuntaria. La mayoría de las personas tensan o rechinan sus dientes hasta cierto punto, pero cuando esto ocurre de manera sostenida estamos ante un problema que podría dañar tus dientes de manera potencial.
Entre un 10 y un 20% de la población mundial sufre de bruxismo, aunque en España esa cifra se dispara exponencialmente. Pueden sufrirlo tanto niños como adultos de ambos sexos, pero es más común entre los 25 y los 44 años.
Es más común que hagamos rechinar los dientes cuando estamos dormidos (bruxismo del sueño), aunque también puede darse cuando estamos despiertos (bruxismo de vigilia). Es poco común el rechinamiento de dientes en el bruxismo de vigilia, ya éste generalmente se da apretando involuntariamente los dientes cuanto estamos concentrados en algo o estresados.
El bruxismo del sueño se caracteriza por el rechinamiento o desplazamiento de los dientes hacia los lados automáticamente y de manera rítmica y sostenida. Debido a que se manifiesta cuando estamos dormidos, la mayoría de la gente no es consciente de que tiene este hábito.
Síntomas:
El bruxismo es una de las afecciones que se tratan en odontología general, aunque está relacionada con alteraciones y trastornos como el estrés, la ansiedad e incluso la depresión. Esta conducta no siempre da indicios de su presencia, aunque muchas personas manifiestan uno o varios de estos síntomas:
• Dolor de cabeza, de mandíbula y/o de oído.
• Disminución de la apertura bucal y cansancio rápido de la mandíbula al masticar
alimentos.
• Tensión muscular en la cara.
• Fatiga.
• Insomnio.
• Aumento de la sensibilidad dental al frío y al calor.
• Erosión dental.
• Retracción o recesión gingival.
Causas
Las causas del bruxismo no están del todo claras, pero sabemos que muchos de los casos se deben a una incorrecta alineación de los dientes o maloclusión. Otros factores desencadenantes pueden ser el mal manejo del estrés, estados de ansiedad y depresión, una mala postura corporal al dormir, desórdenes del sueño, uso de ciertas sustancias, entre otros.
La genética es un elemento relacionado con la aparición de este hábito, pero factores como el estrés y la ansiedad suelen ser los detonantes. En casi el 70% de los pacientes, el bruxismo está relacionado con el estrés y la ansiedad. También se produce como respuesta a trastornos del
sueño y patologías como la apnea del sueño.
El bruxismo es más común en personas que regularmente consumen alcohol, tabaco o cafeína. El uso de antidepresivos o de drogas como la cocaína y el éxtasis pueden contribuir al desarrollo de este padecimiento. Incluso la nutrición parece tener algo que ver con este comportamiento.
Sin embargo, el estrés y la ansiedad son los principales desencadenantes después de la maloclusión dental o mal alineamiento de los dientes. Cuando estamos estresados los músculos se tensan, y cuando estamos dormidos este mismo estrés puede llevar a los músculos de la mandíbula a contraerse de manera involuntaria.
Esto puede tornarse en un círculo vicioso: el darnos cuenta de los síntomas puede hacer que aumente nuestro estrés, y con un mayor nivel de estrés se intensifica el problema y se experimenta aún más dolor. Cuando los niveles de estrés disminuyen, a menudo también desaparece el rechinamiento dental.
El bruxismo en España
El 70% de la población española adulta padece de bruxismo, según un informe realizado por el hospital Ruber Dental de Madrid. Esto es impresionante tomando en cuenta que el promedio global está entre 10% y 20%.
Este mal afecta sobre todo a las personas entre los 25 y 40 años, en un contexto en el que el ritmo de vida genera cada vez más tensión y ansiedad. Pero no son solo los adultos los que se ven afectados, pues entre el 20 y el 30% de los niños en España también sufren de bruxismo.
Los nervios, la tensión y presión académica a que se ven sometidos son algunas de las situaciones que generan estrés en los niños y adolescentes y que los lleva a rechinar involuntariamente sus dientes al dormir. Puede que el bullying o acoso escolar también sea uno de los desencadenantes, como sucede con niños y adolescentes de otros países como Brasil.
Tratamientos
Aunque no existe un tratamiento infalible para tratar el bruxismo, se deben tomar medidas para prevenir el daño en los dientes, reducir el dolor del paciente e intentar disminuir o eliminar el rechinamiento dental.
Para prevenir el daño, los dentistas recomiendan usar órtesis dentales o férulas de descarga durante la noche. Las férulas son piezas hechas de plástico o acrílico parecidas a las que se usan en algunos deportes y que sirven para proteger los dientes.
Una férula de descarga recubre los arcos dentales para disipar la fuerza aplicada a los dientes y evitar que estos se desgasten o deterioren debido a la fricción producida por el crujir de los dientes.
Estos protectores también pueden ayudar a aliviar los síntomas del bruxismo como los dolores de cabeza, mandíbula y oídos. Sin embargo, no solucionan el problema: si se prescinde de su uso, el dolor y los posibles daños a los dientes volverán.
Para aliviar los dolores relacionados con el bruxismo, existen algunas medidas sencillas como aplicar frío o calor húmedo en los músculos de la mandíbula, realizar ejercicios de estiramiento facial y mandibular e incluso utilizar fármacos como relajantes musculares y neuromoduladores.
Para reducir o paliar el rechinamiento en los casos que no responden a una mala alineación de los dientes, existen procedimientos médicos como la aplicación de una inyección de botox en los músculos masticatorios. La toxina botulínica relaja la musculatura de manera inmediata y de esta
manera se reduce la intensidad del problema. En contra: puede tener efectos secundarios como la pérdida de masa ósea.
Cambios en la dieta también podrían ayudar a reducir el bruxismo. El magnesio juega un papel importante en la transmisión de los impulsos nerviosos que permiten contraer los músculos. Consumir más alimentos ricos en magnesio puede ayudar a que la musculatura masticatoria trabaje de mejor manera. La reducción o eliminación del alcohol, café y cigarros de la dieta también puede contribuir a la reducción de este hábito.
Pero algo está claro: la mayoría de dentistas y profesionales de la salud recomiendan técnicas de control de las emociones y manejo del estrés para eliminar o al menos disminuir la intensidad del bruxismo. Los métodos como la meditación, yoga o técnicas de control de estrés y de relajación
pueden ayudar, así como terapias conductivo-conductuales llevadas a cabo bajo las instrucciones de un profesional del área psicológica. Incluso el simple hecho de ejercitarse diariamente puede contribuir a aliviar el problema.
¿Existe una cura para el bruxismo?
No existe una cura específica para el bruxismo. Sin embargo, si tu bruxismo está relacionado con el estrés o ansiedad, existen medidas y técnicas que puedes probar para reducir este padecimiento.
Lo primero que puedes hacer es intentar llegar a la hora del sueño lo más relajado posible. Se debe evitar el alcohol, cigarrillos, cafeína y comidas abundantes durante las tres horas previas a acostarse. Hacer ejercicio puede ayudar a mantenerte relajado, pero se debe evitar después de las
seis de la tarde.
Los enfoques psicológicos como la terapia conductivo-conductual ayudan a descubrir los factores emocionales que pueden estar influyendo en este hábito, pues su objetivo es encontrar el vínculo entre los pensamientos que estás teniendo y las conductas a las que estos pensamientos te
llevan.
Al tomar consciencia sobre lo que te está produciendo estrés, puedes tomar cartas en el asunto y comenzar a gestionar las emociones de manera correcta. Sin embargo, en algunos casos el profesional de la salud recomendará el uso de ansiolíticos para reducir la angustia del paciente.
Las técnicas de manejo del estrés pueden ayudar a sobrellevar mejor las tensiones de la vida diaria y, al estar más tranquilos, puede haber una reducción del problema y de sus síntomas.
El yoga, las técnicas de relajación de la respiración, la meditación, el biofeedback o acciones simples como darse un masaje o un baño, leer o escuchar música relajante antes de dormir son recomendables para reducir el estrés y la ansiedad.
Métodos alternativos como la acupuntura, estimulación de puntos energéticos, moxibustión e incluso la hipnosis también se mencionan como posibles coadyuvantes, aunque su incidencia no ha sido comprobada.
Otras recomendaciones para reducir el bruxismo incluyen:
• Aumentar el consumo de agua y dormir bien, entre siete y nueve horas diarias.
• No masticar lápices, lapiceros, goma de mascar ni nada que no sea comida.
• Entrénate para no apretar los dientes durante el día. Si te notas en esta conducta, coloca la punta de tu lengua entre los dientes superiores e inferiores para relajar los músculos de la mandíbula.
• Relaja la musculatura masticatoria con masajes mandibulares y aplicando un paño humedecido en agua tibia contra las mejillas, frente al lóbulo de la oreja.
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