Los médicos están familiarizados con la naturaleza heterogénea de la depresión. Dos pacientes rara vez comparten los mismos síntomas, factores de riesgo, tratamientos o resultados. La gravedad de un episodio puede variar desde 2 semanas de síntomas que se resuelven por sí solos hasta episodios prolongados que amenazan la vida y requieren tratamiento de emergencia obligatorio. El apetito y los cambios en el sueño también apoyan el diagnóstico de depresión, independientemente de si aumentan o disminuyen en cantidad.
Se supone que la heterogeneidad clínica de la depresión refleja la agrupación de individuos con distintas etiologías bajo el mismo diagnóstico.
Algunos mecanismos causales también pueden actuar en las categorías de diagnóstico actuales. Las personas con depresión o esquizofrenia pueden responder a tratamientos dirigidos a síntomas psicóticos o estado de ánimo deprimido, respectivamente. Desafortunadamente, el diagnóstico a menudo guía de manera imperfecta a los individuos hacia el tratamiento al que es más probable que respondan.
Sorprendentemente, dada la escala y la importancia de estos temas, la evidencia de investigación para medir el grado de heterogeneidad causal entre la depresión y sus subgrupos es relativamente escasa. Los esfuerzos para subgrupar más eficazmente a los individuos en categorías de diagnóstico requieren que midamos el grado de mejora con respecto a la práctica de diagnóstico actual.
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