Según estima la Real Sociedad Canina de España (RSCE), a partir de datos hospitalarios, los enfoques terapéuticos con perros han llegado a reducir hasta un 60 por ciento la medicación de los pacientes con depresión.
Con motivo del Día Internacional contra la Depresión, conmemorado cada 13 de enero, la RSCE recuerda que tener un perro puede suponer una ayuda para paliar los efectos de la enfermedad, como abandonar paulatinamente la medicación.
En este contexto, desde la organización afirman que el contacto con estos animales favorece la asistencia de pacientes esquizofrénicos a las consultas, reduciendo el absentismo en un 80 por ciento en este colectivo.
Además, destacan que un estudio de Yaracan sobre los beneficios de las mismas en personas mayores con depresión, realizado en el Hospital Universitario de Torrejón, reveló que esta práctica redujo la ansiedad y la tristeza de manera considerable, además de mejorar las relaciones interpersonales de los pacientes, aminorar la sensación de soledad y fortalecer el autoestima y el rendimiento cognitivo.
Entre los motivos principales ante el incremento de cuadros de depresión derivados de la pandemia, la RSCE destaca el estrés causado por el aislamiento social durante el encierro, la sensación de soledad combinada con momentos de dolor, precaución ante los contagios o dificultades económicas.
Ante esta situación, la organización explica que durante estas terapias se fomenta la participación activa, como acariciar al perro, jugar y establecer una comunicación no verbal, pudiendo liberar neurotransmisores asociados al bienestar emocional. De esta manera, el tratamiento contribuye a mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas depresivos.
La práctica de estas terapias puede ser útil para múltiples colectivos, como jóvenes en riesgo de exclusión social, mujeres víctimas de violencia de género o niños con déficit de atención e hiperactividad, entre otros.
En todos los casos, los perros actúan como mediadores y ayudan a las personas a superar desafíos mentales, físicos o emocionales.
Según el presidente de la RSCE, José Miguel Doval, "las sesiones con perros tienen un impacto terapéutico positivo en las personas. Debido a la poderosa conexión entre humanos y perros, con seguridad los animales de compañía serán cada vez más importantes a la hora de proteger la salud mental, desempeñando un papel cada vez más grande en nuestro sistema sanitario".