Los antidepresivos aumentan el riesgo de tendencias suicidas en niños y adolescentes. Esta es la principal conclusión del estudio impulsado por la Sección de Innovación y Organización del Servicio Navarro, ‘Tendencias suicidas asociadas al uso de antidepresivos en niños y adolescentes’. Dicho análisis destaca que, según la evidencia actual, se debe limitar el uso de estos fármacos en este sector de la población y emplearse únicamente en las indicaciones autorizadas.
Según indica este boletín, los primeros signos de alarma ante la asociación del consumo de antidepresivos en niños y adolescentes y el aumento de tendencias suicidas surgieron en 1990. Sin embargo, la preocupación no empezó a extenderse hasta el 2000, cuando comenzaron a ser objeto de numerosos estudios. Asimismo, varias agencias reguladoras y organizaciones han realizado revisiones al respecto, cuyos resultados han llevado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y otras agencias reguladoras a emitir comunicados alertando del riesgo del uso de antidepresivos en esta población.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) también comunicó varias alertas al respecto en los años 2004 y 2005. A pesar de estos avisos, el consumo de antidepresivos en niños y adolescentes ha seguido en aumento. Estas ‘tendencias suicidas’ agrupan intentos autolíticos, suicidios, ideación suicida y conductas suicidas.
¿Cuáles son las recomendaciones de las instituciones sanitarias?
La Agencia Europa del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) recomienda no utilizar ISRS e IRSN en niños y adolescentes fuera de las indicaciones autorizadas. En caso de que en base a las necesidades individuales se considere necesario su uso, recomienda vigilar estrechamente al paciente para detectar la aparición de conductas suicidas, autolesividad u hostilidad, especialmente al inicio del tratamiento. Asimismo, se indica que no se debe interrumpir el tratamiento sin consultar con el médico, debido a la posible aparición de síndrome de abstinencia y que, en caso de iniciarse la discontinuación, la dosis se debe reducir gradualmente durante varias semanas o meses.
"La ideación suicida es más de tres veces superior con ISRS o IRSN"
El análisis sugiere que en los ensayos clínicos no se han encontrado diferencias “estadísticamente significativas” con el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN) frente a placebo en el riesgo de intentos de suicidio al existir pocos casos. Sin embargo, la evidencia procedente de ensayos clínicos y de estudios observacionales apunta hacia un aumento del riesgo de suicidio. Además, en el riesgo de ideación suicida es más de tres veces superior con ISRS o IRSN en comparación con placebo.
La fluoxetina es el único fármaco aprobado para el tratamiento del trastorno depresivo en niños y adolescentes. La ficha técnica establece que solo está indicada en niños mayores de 8 años y adolescentes “para episodios depresivos de moderados a graves, si no hay respuesta a la terapia psicológica después de 4-6 sesiones. El tratamiento antidepresivo debe ofrecerse a los niños o jóvenes con depresión moderada o grave, solo en combinación con una terapia psicológica concurrente”.
También aclara que “los comportamientos suicidas (intentos de suicidio e ideas de suicidio) y la hostilidad (predominantemente agresión, comportamiento de confrontación e irritación) fueron observados con más frecuencia en ensayos clínicos con niños y adolescentes tratados con antidepresivos frente a aquellos tratados con placebo.
La ficha técnica de la sertralina especifica que no debe utilizarse en el tratamiento de niños y adolescentes menores de 18 años, excepto en los pacientes de 6 a 17 años con trastorno obsesivo compulsivo.
Suicidio, una de las principales causas de mortalidad infantil
El suicidio es una de las principales causas de mortalidad en población infantil y adolescente, suponiendo por tanto un problema de salud pública de magnitud considerable en esta población. En España, según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud de 2017, la prevalencia de trastornos como depresión o ansiedad en población infantil años es del 0,6 por ciento.
La depresión en adolescentes es un importante factor de riesgo de suicidio. Tanto es así que, según datos de 2013, el suicidio sería la tercera causa de muerte en España en personas entre 15-29 años, siendo superior en los hombres respecto a las mujeres.