Un equipo de investigadores de la Universidad de Binghamton, en Nueva York (EEUU), analizaron a160 mujeres, 60 de las cuales tenían antecedentes de depresión y otras 100 no. A todas ellas, les mostraron una serie de dos caras, una con una expresión neutra y la otra con una expresión enojada, triste o feliz. Mediante seguimiento ocular los científicos descubrieron que las mujeres con antecedentes de depresión prestaban más atención a las caras enojadas. Y que entre estas mujeres, aquellas con mayor propensión a mirar más a los rostros enojados presentaron un mayor riesgo de desarrollar depresión de nuevo, en los dos años posteriores al estudio.
Brandon Gibb, profesor de psicología en la Universidad de Binghamton y uno de los autores de la investigación señala en un comunicado de dicha Universidad que, en el día a día, prestamos más atención a ciertas cosas. Si esa atención se destina "a las personas que parecen estar enojadas con usted o ser críticas con usted, entonces usted estará en riesgo de caer en una depresión".