«El porvenir de la ciencia española dependerá de nuestro respaldo a los jóvenes investigadores».

«El porvenir de la ciencia española dependerá de nuestro respaldo a los jóvenes investigadores y de nuestra confianza activa en su entusiasta capacidad de entrega a la ciencia y la tecnología». Con estas palabras el Rey terminó ayer su discurso, que dictó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con motivo del treinta aniversario de la fundación del Centro de Biología Molecular «Severo Ochoa» y diez años del fallecimiento del Nobel español.



El Rey, a quién acompañaba Doña Sofía, recordó que inauguraron este emblemático centro de investigación cuando eran Príncipes de España. Acompañaban a SS.MM. el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, y los ministros de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué; Sanidad y Consumo, Ana Pastor; y Educación, Cultura y Deportes, Pilar del Castillo.



En su importante discurso, Don Juan Carlos explicó que el Nobel Severo Ochoa «apostó con razón por la necesidad de esa cooperación entre el CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid. Una cooperación capaz de promover núcleos de trabajo de tamaño, masa crítica y ambiente adecuados, para asegurar una investigación exigente y de gran calidad». «La sociedad española -añadió- se siente unida al merecido homenaje y tributo de gratitud que hoy dedicamos a la figura de Severo Ochoa».



Más adelante, el Rey le definió como «ciudadano del ancho mundo de la ciencia y español comprometido con el progreso de su país». «Supo transformar lo que llamó su «exilio científico» en empeño volcado en la promoción de una investigación de dimensión y calidad, acordes con la capacidad creativa y la dinámica de crecimiento de España». En este sentido, dijo también que «no dudó en acudir contínuamente a su país para alentar a numerosos científicos españoles en su laboratorio norteamericano para completar su formación y permitir que, a su regreso, pudieran ahondar en el acierto de su trabajo. Incluso en sus años más crepusculares, los laboratorios del centro pudieron contar a diario con la autoridad y el aliento de su figura entrañable».



Tuvo también Don Juan Carlos un recuerdo para los numerosos «científicos españoles que apoyaron a Severo Ochoa a la hora de llevar a cabo este proyecto. Muchos de ellos están aquí presentes. Todos merecen la expresión de nuestro más profundo respeto y conocimiento. Citaré sólo a algunos de los que ya nos dejaron: Carlos Asensio, David Vázquez, Alberto Sols, José Luís Cánovas y Eladio Viñuela. Ellos -terminó diciendo el Rey -personalizan el recuerdo emocionado que merecen los amigos y grandes colaboradores de Severo Ochoa, en la importante empresa de crear un Centro de referencia científica a escala nacional e internacional».