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La psiconeuroinmunología: Punto de apoyo de un modelo de salud como proceso humano
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Autor/autores: Pablo A. Canelones Barrios.
,Artículo,Psicosomática,
Artículo revisado por nuestra redacción | Medicina psicosomática
1.- ANTECEDENTES DE LA MIRADA MOLECULARNuestra mirada científica positivista del mundo y en particular de la medicina, y en un amplio porcentaje de los psicólogos clínicos y otros profesionales de ayuda; parten de la creencia que el hombre es una realidad dual mente-cuerpo fácilmente separable, con un conjunto de relaciones entre ambos pero cuyo análisis se puede hacer con prescindencia de a...
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1.- ANTECEDENTES DE LA MIRADA MOLECULAR
Nuestra mirada científica positivista del mundo y en particular de la medicina, y en un amplio porcentaje de los psicólogos clínicos y otros profesionales de ayuda; parten de la creencia que el hombre es una realidad dual mente-cuerpo fácilmente separable, con un conjunto de relaciones entre ambos pero cuyo análisis se puede hacer con prescindencia de alguno de sus espacios, se puede hacer una aproximación hacia el cuerpo, o hacia la psique o a las relaciones entre ambos, sin tener en cuenta la realidad total. Esta mirada se conserva desde 1662, cuando Descartes publica "De Homine". Ese modelo dual y mecanicista fue reforzado por el médico y fisiólogo francés Julien Offroy de la Mettrie con "El Hombre Máquina" (1748). Allí se genera un discurso, según el cual, la salud es producto del óptimo funcionamiento de los mecanismos de acción del organismo, en consecuencia, la reparación de las piezas disfuncionales aseguran la adecuada adaptación estructura-función y el disfrute de la salud.
Este planteamiento se genera en un marco de desarrollo de la física y la mecánica del movimiento que deslumbró por sus realizaciones concretas, principalmente, en el campo de la industria y de la economía, en donde se generó una revolución técnica, económica y política. Esta fundamentación permitió que consolidara esta visión que, resume, en el siglo XVII, Claude Bernald, quien publica Introducción al Estudio de la Medicina Experimental (1865), en donde enfatizó el ejercicio de la medicina centrado en la materia en sus diferentes unidades de análisis, apoyado en la medida de los fenómenos, en la experimentación, y desligándola de la realidad social, de las dimensiones subjetivas del hombre; porque estas cualidades, decía Bernald, no tienen nada que ver con la ciencia.
El sueño de esta concepción médica es la construcción de vida a partir de su apariencia física, es decir la posibilidad de construir una persona, con psique, cultura, etc, reproduciendo su cuerpo. Actualmente cuando se especula sobre la clonación de seres humanos, se recrea la metáfora del Prometeo griego o del Frankenstein inglés, creado en 1816 en la obra de Mary Wollstonecraft Shela que consiste en la fantasía de reproducción en serie de soma y psique o con prescindencia de esta última. Estas creencias dualistas, mecanicistas, se mantienen aún en nuestros días, de este modo la formación de los profesionales que se orientan al estudio del hombre como realidad física, biológica, se forman en las Facultades de Medicina del mundo y los que lo estudian como una realidad humana con prescindencia del cuerpo se forman en las Facultades de Humanidades. No obstante los desarrollos teóricos y epistemológicos de algunas áreas de intersección entre ambos como por ejemplo la Epidemiología Social, la Medicina Social, la Psicología Médica o Clínica, la Psiquiatría, no han logrado ir más allá de constituir una mirada medicalizada y reducida de la enfermedad, no de la salud y en el mejor de los casos de la persona enferma. Para esta lógica argumental se necesitaba una separación entre el sujeto que conoce y el objeto que es conocido, ese objeto de conocimiento se pone a distancia mediante artefactos técnicos que aseguran la separación y maximizan la fidelidad de la observación con la objetividad requerida que proviene del aparato, el inicio de este proceso de separación entre médico y paciente lo constituye el estetoscópio, como punto de inicial del desarrollo tecnológico, e instrumento fundamental para la recolección de "datos" con independencia de las múltiples variables del encuentro humano.
En consecuencia, para la visión contemporánea hablar de salud es referirse en términos operativos, concretos, a la ausencia de enfermedad, reducida estrictamente al ámbito individual, al espacio clínico hospitalario, al cuidado del cuerpo que padece, centrado en el estudio y combate de la patología, tal como ha sido considerada tradicionalmente por la medicina curativa, con un marco de referencia biomédico, reduccionista, anatomoclínico, es decir vista como ciencia natural, en consecuencia desaparece la persona en toda su complejidad, como centro de estudio del campo de la medicina, para privilegiar los órganos, los tejidos, las células, las moléculas; en ese microscópico espacio no tenían cabida las realizaciones cotidianas del hombre, su condición intrínsecamente social, ni su mundo interno, poblado de subjetividad, fantasía, sueños, creencias. El cuerpo visto como una realidad biológica, es asimilable a los resultados obtenidos con modelos animales, catalogando de este modo la condición humana a la categoría de animal racional. El recurso metodológico del muestreo desde el punto de vista clínico y experimental hace que nos relacionemos principalmente con datos, índices, o los tests que son muestras de conducta, perdiendo de este modo la totalidad.
2.- LA VISION PSICOSOMÁTICA
Apoyada en teorizaciones filosóficas y en diferentes disciplinas del conocimiento que va generando el acercamiento a la enfermedad de una manera más comprehensiva, intentando superar el condicionamiento biológico como fatalidad, lo que implica la concepción de un hombre que actúa como una totalidad antropológica, biológica, social, histórica, psicológica, como sujeto que construye realidades materiales y fantasías que en su conjunto condicionan su realidad y en consecuencia su enfermedad como parte de esta realidad compleja.
Tuvimos que esperar la incursión del modelo positivista dentro de las ciencias humanas representado por Augusto Comte y llegar a la inmensa conmoción que produjeron las dos guerras mundiales para legitimar, por medio de los métodos estadísticos, lo que había sido motivo de observación clínica y cotidiana: que la persona puede enfermar y morir a consecuencia del sufrimiento intenso y sostenido. Lo que manifestó: la fragilidad del modelo de atención médica por las limitaciones de orden técnico y teórico para dar respuesta a las exigencias que plantearon el número de bajas que eran debidas a enfermedades de tipo funcional. Lo que apoyó: el desarrollo de un movimiento que se había iniciado, aproximadamente, en la década de los 20 con Sheldon y Kretshmer, quienes aportaron sus observaciones sobre la relación entre los rasgos caracterológicos y la tipología somática y, que cristalizó a finales de los años 30 y comienzos de los 40, con un esfuerzo que se propone entender la medicina como una categoría no asimilable solamente al cuidado de la enfermedad física con prescindencia de lo psicosocial.
Estos desarrollos teóricos son: la visión antroposófica, con su énfasis en la espiritualidad del hombre; los postulados de la medicina antropológica, representada por Weizsacker, su fundador, quien introduce al ser humano en la medicina y, Mitscherlich, quien funda la primera clínica alemana de medicina antropológica. De la misma forma lo hicieron Alexander y Dunbar en los Estados Unidos con el enfoque psicosomático influenciados por: los avances teóricos del psicoanálisis de Freud, el cambio de paradigma en la física y los desarrollos teóricos y metodológicos en las ciencias sociales que se produjeron a partir de los años 30.
Como fruto de estos planteamientos teóricos quedó latente, dentro de la medicina, una actitud psicosomática que no logró materializarse como forma científica de comprender al enfermo por la dificultad de expresar sus postulados en un código bioquímico (lenguaje inteligible de la ciencia médica positiva). No obstante muchos médicos incorporaron a su práctica una aproximación psicosomática a la persona sin lograr trascender los límites de la patología e incursionar en el ámbito de la salud, con un discurso elaborado desde ella misma y no como versión en negativo de la enfermedad. No obstante constituye un paso importante que permitió la inclusión de otras disciplinas para enriquecer esta mirada, ya que era innegable la relación fáctica entre el sufrimiento en cualquiera de sus manifestaciones y la enfermedad, sin embargo, no era posible explicar el mecanismo de acción a nivel molecular. Hubo que esperar al desarrollo de la biología celular, las neurociencias, la inmunología y la demostración de un enlace reproducible experimentalmente en condiciones controladas de laboratorio, para legitimar este conocimiento por medio de una nueva rama científica: la psiconeuroinmunología,
3.- APORTES DE LA VISIÓN SOCIAL
Aquí es importante resaltar los aportes del antropólogo Levi-Strauss con su concepto de la eficacia simbólica para la presentación de diferentes enfermedades mediadas por el simbolismo y la muerte por la violación de un tabú, en donde se contempla la posibilidad de influir sobre nuestra biología desde la construcción simbólica que edifica el grupo cultural de pertenencia. (Lévi-Strauss. 1995)(1) Lo que pone de manifiesto que la persona no solo es un ser social sino que también es un constructor de símbolos que le sirven para interpretar la realidad, y actuar en función de esa construcción teórica, la idea de enfermedad, de la muerte, del castigo, de la sexualidad, son símbolos creados por el grupo pero que al mismo tiempo controla y condiciona su comportamiento.
Por los aportes de las ciencias sociales hoy sabemos que la salud y la enfermedad al igual que otras cualidades humanas se expresan diferencialmente en las personas y son facilitadas o entorpecidas por la vida del hombre en una sociedad concreta, como miembro de una determinada clase, con un tipo particular de relaciones sociales que van a condicionar en forma diferente la aparición de enfermedades cuyas causas se encuentran íntimamente ligadas a la forma de vida, de las personas como afirma el demógrafo Vera Pinto el hombre no muere de muerte, muere de vida. Un ejemplo ilustrativo de ello lo constituye el cáncer, que está condicionado, en gran parte, por factores psicológicos, sociales, ambientales y no solamente genéticos. Algunos estudios han reportado que los inmigrantes, adquieren los tipos de cáncer propios de las nuevas regiones en las que se instalan al cambiar sus estilos de vida y adaptarse a las condiciones ambientales y culturales de dichas regiones. Incluso la mayoría de las enfermedades cuya causa sea predominantemente química o mecánica, se encuentren mediados por el comportamiento del hombre y por esta razón, se trata de un problema cuya solución no será exclusivamente médica sino también, en gran parte social, antropológica, psicológica, política y económica. ( Bayés 1985) (2)
De este modo la salud y la enfermedad están inscritas en la cultura del hombre, en sus relaciones sociales, calidad de vida, manejo del poder, la competencia, etc. como fuentes potenciales de estrés en la vida cotidiana. El Dr. Dean Ornish (1992), (3)del instituto de investigación en Medicina Preventiva de la Universidad de California, San Francisco, ha demostrado con sus estudios que es posible revertir la enfermedad cardíaca coronaria sin drogas o cirugía, basado en el cambio de hábitos de vida, consistente en dejar de fumar, mejor manejo del estrés, enriquecimiento de las relaciones afectivas con su inclusión en grupos de apoyo, afianzamiento de su vida interior mediante la técnica de visualización, caminar, llevar una dieta saludable, libre de productos tóxicos, como colorantes artificiales, preservantes, saboreadores, etc. Con este mismo enfoque, los Doctores Carl Simonton (1993)(4) y David Spiegel (1989)(5) han logrado mejorar la calidad de vida y el tiempo de sobrevida de personas con cáncer. Es decir abrir espacios humanizados para que la salud se exprese, y propiciar el intercambio simbólico y el cambio de creencias socializadas en microgrupos, lo que genera un impacto que se manifiesta en lo psíquico y en lo somático.
4.- APORTES DE LA VISIÓN PSICONEUROINMUNOLÓGICA
Hoy día es innegable la relación entre las enfermedades del cuerpo y los sufrimientos expresados por la psique, existen desarrollos teóricos basados en evidencias de orden clínico, como el enfoque antropológico y la aproximación psicosomática, ambos desarrollados a partir de los años cuarenta hasta las evidencias experimentales en la década de los 70, en el campo de la ciencia, que subrayaron la íntima relación psique-soma en el hombre, tales como el descubrimiento del Psicólogo Robert Ader y el Inmunólogo Nicolás Cohen, en los años 70, del condicionamiento del sistema inmunológico, considerado autónomo hasta ese momento, lo que abrió la posibilidad de poder influir con técnicas psicológicas ese sistema, para potenciarlo y que realice su acción más eficientemente contra virus, hongos, bacterias y células tumorales o para inhibirlo en el caso de enfermedades autoinmunes o trasplantes de órganos para evitar el rechazo. El Psiquiatra G.Solomon y el inmunólogo Amkraut, pusieron en evidencia la disminución significativa del sistema inmunológico, con la destrucción del hipotálamo, de la misma forma demostraron el aumento de tumores implantados en animales de experimentación cuando estos eran sometidos a altos niveles de estrés. Estos estudios están en concordancia con los realizados por la Psicóloga M. Kemeny con actores, con quienes pudo demostrar la influencia de estados emocionales agudos sobre su sistema de defensa, especialmente de las células Naturales Asesinas (NK) . En esta misma línea la Bióloga Molecular Candace Pert, descubrió el receptor de opiaceos y muchos otros receptores péptidos en el cerebro y el sistema defensivo. Junto al descubrimiento por parte del médico D. Falten (Felten y col, 1985)(6) de terminaciones nerviosas en el bazo y en otros órganos linfáticos, que junto a las evidencias experimentales de la posibilidad de condicionar la respuesta inmune (Ader y Cohen 1975)(7) han hecho posible los postulados de la psiconeuroinmunología. Es decir la interacción entre el sistema nervioso central, el sistema endocrino, el ámbito psicológico y el sistema inmune, en un permanente intercambio de información para que se verifique cualquier respuesta de defensa ante virus, hongos o bacterias que intenten agredirnos desde fuera o para destruir cualquier célula atípica que se haya formado dentro de nuestro propio cuerpo.
También hay evidencias indirectas que demuestran que, los trastornos psicológicos, son capaces de alterar el sistema inmune, lo que puede influir en la vulnerabilidad a las enfermedades, y al curso de las mismas. Por ejemplo se ha observado en personas afectadas por desastres naturales, que genera altos niveles de estrés con el consiguiente aumento de la activación fisiológica (arousal) y, en consecuencia, la vulnerabilidad necesaria para la presentación de múltiples dificultades en la esfera psíquica, tales como: los desordenes de ansiedad y, entre ellos, el trastorno por estrés postraumático; así como enfermedades físicas asociadas a este que van, desde las consecuencias directas del desastre, hasta cualquier enfermedad sistémica como consecuencia de la alteración del sistema inmunológico. Tal como se ha reportado en protocolos de investigación en otras partes del mundo posterior a un desastre como el terremoto de Los Angeles en 1994 (Solomon y col. 1997)(8) y el huracán Andrew en 1995. (Ironson y col., 1997)(9); en los cuales se demostró: disminución de las subpoblaciones celulares, CD4, CD8, Natural Killer y una disminución de la respuesta a mitógenos PHA y PWM. (que evalúa la actividad de las células T). Dichas alteraciones pueden permanecer por un período de hasta dos años después de la ocurrencia del evento estresante y se han relacionado con la activación fisiológica del estrés en forma crónica que es capaz de modular el aumento o disminución de diferentes patologías orgánicas, entre ellas el cáncer, los problemas cardiovasculares, autoinmunes, digestivos y otros (Bloom JR 1982.(10) Rook KS 1987(11). Hobfoll SE, Walfish S. 1984.(12) Joy YH, Fukada H. 1997(13). Llabre MM, Hadi F. 1997(14), Ely, D.L.1995(15).
Igualmente se ha demostrado que, frente a un evento estresante, particularmente si éste es vivido como amenaza, daño o pérdida (Lazarus y Folkman 1986)(16) y acompañado de una reacción emocional de: ansiedad, depresión, angustia y desesperanza, sin la posibilidad de un afrontamiento del evento estresante por imposibilidad de control, unido a un pobre manejo de las emociones; se activa el eje hipotálamopituitariaadrenal (eje HPA) que conduce a la liberación de cortisol y catecolaminas en las glándulas suprarenales que son fuertes supresores de la respuesta inmune (Manuck y col., 1990(17); Stein, Miller y Trustman, 1991(18); Dhabthar, F.S. 1998(19).
A partir de los años 70 se ha acumulado un gran volumen de investigaciones que demuestran la interacción entre estos sistemas y situaciones vitales humanas que se traducen en una amplia gama de componentes bioquímicos y celulares del sistema inmunológico que pueden ser alterados por situaciones vivenciales de las personas en la gestión de sus vidas, en el libre juego con sus emociones o, como se denomina técnicamente: eventos estresantes y la forma de afrontarlos, ya que implican un aumento en las demandas al individuo y, frecuentemente, conducen a estados emocionales disfóricos.
Estos estresores van desde el duelo, en donde se ha encontrado una menor actividad de las células Natural Killers o NK (Irwin, M. y col 1987)(20). El divorcio, principalmente en las mujeres, genera un grado mayor de inhibición de la respuesta inmunológica, incluyendo caídas en niveles de NK (Kiecolt-Glaser y col 1985,(21) 1988(22). En la depresión y ansiedad crónicas, en donde se ha señalado el efecto inmunosupresor de estas situaciones (Jammer Schwartz y Leight 1988),(23) han reportado menor cantidad de monocitos y mayor cantidad de eosinófilos, (Jemmont, y col 1990)(24) y una menor actividad de las NK. Hasta el desempleo en donde se ha reportado débil proliferación de linfocitos en respuesta a antígenos (Arnetz y col 1987)(25). En todas esas condiciones las personas cursaban con alteración de su respuesta inmune.
Así mismo, se ha demostrado que, el apoyo psicosocial, puede producir cambios positivos tanto a nivel psicológico, como cambios favorables en la respuesta inmunológica (Rook, 1987;(11) Hobfoll y Walfish, 1984;(12) Joy y Fukada, 1997(13); Llabre y Hadi, 1997(14). De la misma forma podemos señalar los trabajos clásicos de (Spiegel, D 1989)(5) y (Fawzy, F,L., 1994)(26) con personas con cáncer y las aplicaciones con las personas con HIV, realizadas por (Solomon 1991)(27), con quien demostraron el aumento significativo de la sobrevida en estudios controlados y modificaciones en el sistema inmunológico de las personas sometidas a tratamiento psicoterapeutico. En Venezuela nuestra experiencia con niños con asma de la Isla de Coche (Castés y col. 1999),(28) nos ha mostrado que, cuando se les ofrece un programa de intervención psicosocial, se produce una disminución significativa del número de crisis asmáticas y del consumo de medicamentos, y un cambio de la respuesta inmune causante del asma que los convierte desde el punto de vista de su respuesta inmune en niños no asmáticos. Las evidencias clínicas y experimentales demuestran la relación íntima entre todos los sistemas y parecen apoyar la visión de una persona que actúa como una totalidad compleja y no como un simple agregado de partes.
De esta manera se puede pensar que la enfermedad surge como consecuencia del aumento de la susceptibilidad por disminución de la vigilancia inmunológica por la acción de sus modificadores sistémicos, lo que apoya la visión antropológica del enfermo que afirmaba que la enfermedad no es un sin sentido, un accidente fortuito que irrumpe en la vida de la persona, sino que implica la participación del ser humano social como totalidad compleja en su proceso de salud o de enfermedad y plantea nuevamente la participación individual y colectiva para la autodeterminación de la vida y la enfermedad, vista como un hecho con un profundo significado existencial. Esta disciplina ha generado que se planteen nuevamente temas de vital importancia para el discurso contemporáneo sobre la enfermedad y abre una brecha importante para la construcción de un discurso más integral sobre la salud, legitimado desde el mundo de la ciencia oficial.
5.-DOS LÍNEAS DE PENSAMIENTO PARALELAS.
Estos descubrimientos parecen estimular también la creación de una nueva conciencia o una racionalidad más integradora. No obstante el afianzamiento del modelo médico del capitalismo, apoyada en un enfoque reduccionista, se resiste a cambiar su mirada restringida a la ausencia de enfermedad como mercancía, que le ha permitido el desarrollo de una industria tecnomédica altamente sofisticada y un mercado farmacológico cada vez más poderoso que moviliza millones de dólares anuales en el gran negocio de la enfermedad. Adicionalmente las ingentes inversiones en una ciencia y tecnología no socializada, dirigida a producir conocimientos con fines económicos eternizan la visión mecano-positivista, y su objeto de estudio , la enfermedad, pilar fundamental del mercado global de la curación. Ya que el refuerzo de la prevención o condicionamiento de los espacios colectivos para la expresión de la salud " no es negocio" Esta racionalidad tecno-mercantil de generación de capitales por medio de la enfermedad ha distorsionado la producción de medicamentos por la sed de lucro, hasta el punto que... La O.M.S. ha señalado que con sólo 250 productos esenciales se podría atender la gran mayoría de los problemas médico-sanitarios de cualquier país... (sin embargo hay más de 50 mil marcas en el mercado) ... (Bracho F. 1992 ).(29) El exagerado énfasis en lo patológico y el descuido de la prevención como quehacer humano ha propiciado que los trabajadores de la salud sean en realidad profesionales de la enfermedad, su aproximación a la prevención se traduce en el diagnóstico precoz, en neutralizar los factores etiológicos particulares pero poco se sabe sobre la potenciación de las cualidades humanas, la calidad de vida, la política, la economía, las relaciones sociales, la felicidad, la dignidad, el amor como fuerza transformadora y humanizadora, exquisita expresión de la salud.
Pero, como hemos visto, a lo largo de la historia, el enunciado de esta interacción compleja o la constitución de equipos multidisciplinarios, no aseguran el desarrollo de una visión integral de la persona, por el contrario, la lectura de estas evidencias puede ser hecha desde dos líneas de pensamiento paralelas.
Una de ellas se centra en la reducción de lo psíquico a un conjunto de neurotransmisores mensurables vistos como determinantes de nuestro comportamiento más complejo, en consecuencia, la solución a la insatisfacción, la infelicidad o el desamor, sería la conveniente manipulación de ciertos neurotransmisores utilizando medios físicos o químicos (como el uso del protóxido de ázoe, un gas hilarante utilizado como medio para provocar la risa de las personas en tratamiento que crearán una sensación de seudobienestar, es decir, una suerte de alegría vacua, parecida a la felicidad de los autómatas de relojería). En consecuencia, para esta visión hablar de salud en términos teóricos, es referida a una categoría compleja pero, en términos concretos, operativos, se reduce a la ausencia de enfermedad, es circunscribirla estrictamente al ámbito individual, al espacio clínico hospitalario, al cuidado del cuerpo que padece, centrado en el estudio y combate de la patología, es decir, a su diagnóstico, pronóstico, terapéutica y prevención tal como ha sido considerada tradicionalmente por la medicina curativa, con un marco de referencia biomédico, reduccionista, anatomoclínico, es decir, vista como ciencia natural. La terapéutica administrada por el clínico consiste en una función de suma importancia al restaurar la salud o al desaparecer la enfermedad, en consecuencia, ambas categorías son vistas como un par de opuestos.
La segunda línea de pensamiento se apoya en la emergencia de un nuevo paradigma integrador en el campo de la epistemología para referimos a la salud desde un punto de vista más global, con el objeto de superar la visión dualista del hombre, desde una mirada que permita un acercamiento en positivo, analizada desde su propia realidad sustantiva y, no simplemente, como la visión en espejo de la enfermedad. Su tarea consiste básicamente en iniciar un movimiento para que la salud se exprese mediante el aseguramiento de las condiciones internas y externas que permiten o facilitan su expresión a cada persona del colectivo, esta categoría puede estar presente aún en presencia de la enfermedad, ya que son categorías independientes.
6.- UNA APROXIMACIÓN SUSTANTIVA A LA SALUD
Apoyados en una visión humanista, integradora, con base en los desarrollos teóricos y experimentales de las ciencias sociales y las ciencias naturales, hemos asumido el reto de construir colectivamente un concepto de salud en positivo, es decir, definirla desde la propia realidad sustantiva y no como una condición contraria a la enfermedad. En tal sentido Pacheco la ha definido de la siguiente forma: ...Ella no es sólo, aquello que cuidan los médicos, sino que integra algo mucho más amplio y complejo que nos recuerda a la existencia humana concreta...Esa tendencia a la armonización biopsicológica, supone fuerzas, potencialidades, capacidades vitales humanas, expresiones de la dinámica biológica de ese sujeto, de su estructura y dinámica psíquica, que se han ido construyendo en su proceso muy concreto de historia vital, desde la misma concepción. Historia vital que es esencialmente social, por cuanto se construye en el compartir con los otros en una multiplicidad de relaciones, la satisfacción de las necesidades, el trabajo la comprensión, de la sociedad y de sí mismo... (Pacheco E 1996)(30)
La salud como condición humano-social disfruta entonces de las otras cualidades humanas, es eminentemente dinámica, armónica y contradictoria, adaptativa y subversiva en el sentido de cambiar un orden establecido por otro, que a su vez está sujeto a ser sustituido en forma continua, está en proceso permanente. Nos estamos refiriendo a una condición humana social y hacemos énfasis en ella como un derecho, como condición inalienable e inherente al ser humano, ya que todos nacemos libres, iguales en dignidad y derechos, dotados de razón, conciencia, potencialidades, nos desenvolvemos en una realidad social de cuya influencia no escapa su biología y aspiraciones, por lo que deben comportarse u organizarse fraternalmente, y de una forma solidaria para el logro de la actualización de las potencialidades del hombre y la mujer, cuando hablamos de la salud como un derecho humano, nos estamos refiriendo a todas aquellas potencialidades, capacidades, fuerzas, que pueden expresarse cuando se asegura el ejercicio de ese derecho, todo ello sobre la base del derecho a la vida, la libertad, la seguridad personal, la privacidad, la dignidad, a la libertad de religión, a la libre expresión del pensamiento, la exteriorización de su emocionalidad, a relacionarse y expresar su sentido gregario, al derecho de la persona para el disfrute del tiempo libre y de un trabajo que le permita vivir con dignidad.
Como se desprende del concepto que asumimos, la salud es una condición genérica, presente en cada ser humano, pero que se expresa diferencialmente en una sociedad concreta, en este sentido hablamos de expresiones de la salud, suponiéndola estructuralmente presente en las personas, tal como lo define Pacheco ...Hemos descartado el término indicador y hablamos ahora de una multiplicidad de expresiones de la salud que podrían ser descubiertas, construidas, compartidas, fortalecidas, intercambiadas, entre los diferentes contextos humanos y cuyo conocimiento serviría como una guía eticopolítica para avanzar en la rehumanización y nunca como factor de medición rigurosa... (Pacheco E. 1996)(30)
De tal manera que cuando hablamos de expresiones de la salud, está implícita la persona como sujeto portador y ejecutor del proceso, nuestra idea no es parcelarlas, ni nuclear cada una de ellas, para medirlas sino más bien presentar cuales son esas expresiones, que puede manifestar el ser humano e identificarlas en toda la complejidad, a la persona como expresión de su ser total. Estas expresiones no se diferencian entre sí sino que se superponen o se complementan ya que son categorías continuas, no discretas como tradicionalmente se han abordado, en consecuencia la expresión no define a la salud, ella es mucho más que su expresión por lo que no tiene sentido hablar de salud mental, física, del adolescente, del hombre, de la mujer etc. Ya que la salud es una sola, una cualidad central de la persona. La expresión es el medio pero no el mensaje, por eso podemos encontrar salud en la enfermedad o en el proceso de morir, pero estas expresiones no la contienen en su totalidad.
En este sentido no podemos hablar de profesionales dispensadores de salud ya que esta es una cualidad humana que la porta cada persona, en consecuencia un plan de salud, por definición es una tarea esencialmente colectiva, de las personas, que pueden ser profesionales o no y que son únicamente promotores de salud, es decir, su tarea consiste básicamente en iniciar un movimiento para que la salud se exprese procurando su prosecución mediante el aseguramiento de las condiciones que permiten o facilitan su expresión en cada persona del colectivo, en toda su complejidad y no solamente como variables aisladas relacionadas con la prevención de alguna enfermedad o síntoma en particular.
Este discurso de salud rebasa los objetivos de cualquier ciencia para convertirse en un hecho esencialmente colectivo y participativo, tanto de profesionales de diferentes disciplinas como de no profesionales, en la construcción de espacios humanizados que permitan que la salud aflore, que faciliten su expresión.
No obstante la psiconeuroinmunología ha aportado los elementos básicos que permiten transformar la asistencia médica y apoya la inclusión de dimensiones humanas, emotivas, subjetivas, cognitivas, en el proceso de ayuda, que dentro de esta visión no se reduce sólo a mensurar lo más finamente posible la patología para reducirla, sino que tiene como objetivo la atención a la persona enferma. Al tener el papel protagónico, la persona que porta la enfermedad, se pueden incluir en este encuentro humano todas sus capacidades, tendencias, habilidades y colocarlo al servicio de la disminución de la enfermedad. Nos enfrentamos ante el reto de poder rescatar a la persona y sus realizaciones en todos sus espacios de expresión, sin prescindir del tubo de ensayo que nos pone en contacto con unidades de análisis a un nivel molecular, pero distinguiendo que un alto nivel de adrenalina o cualquier neurotransmisor en sangre nunca será equivalente a la profunda conmoción que experimenta una madre ante la muerte de un hijo.
El amor que quedó desterrado del campo de la medicina, desde los tiempos de Claude Bernald, es descubierto ahora como fuerza terapéutica equiparable a cualquier otro recurso técnico. Dean Ornish, cirujano cardiovascular del instituto de investigación en medicina preventiva de la Universidad de California, San Francisco, publicó Amar y Sobrevivir (1999)(31), un libro dedicado al amor como elemento esencial para la estabilidad y el desarrollo humano: Nuestra supervivencia depende del poder curativo del amor, la intimidad y las relaciones". Igualmente Bernard Siegel, pediatra y cirujano norteamericano, quien publicó "Amor: medicina milagrosa" (1998)(32), afirma: Estimo que toda enfermedad guarda en última instancia, relación con una falta de amor, o con un amor solamente condicional, pues la debilitación y la depresión del sistema inmunológico así producidas conducen a la vulnerabilidad física. Y estimo además que toda curación está relacionada con la aptitud para dar y aceptar amor incondicional".
A primera vista, este discurso puede parecer utópico, pero ya en diferentes lugares del mundo se han iniciado aproximaciones operativas todavía muy ligadas a ver la salud como reducción de la enfermedad dirigidas a personas con enfermedades, pero de gran valor como proceso inicial de un camino que se apoya en la actualización de las potencialidades humanas como vía para la sanación. Así, el Cancer Help Centre en Bristol, Inglaterra, brinda tratamiento holístico a las personas con cáncer; el Simonton Cancer Center, el Instituto Barthe Psicosomática y Psicología Clínica en Barcelona, España, da apoyo psicosocial a personas con cáncer; el Instituto Mente Cuerpo de la facultad de medicina de Harvard, donde ha desarrollado muchas de sus investigaciones Herbert Benson; el Centro de Medicina integradora fundado en la Universidad de California, San Francisco, dirigido a la prevención y asistencia a personas con trastornos cardiovasculares; la Wellness Community, fundada por Harold Benjamín en 1982 en California, en la actualidad cuenta con más de 18 centros en los Estados Unidos, trabaja estrechamente con más de 300 médicos oncólogos y, en 1995, atendía más de 3 mil 500 personas semanales y, en nuestro medio, el Programa de Apoyo Psicosocial para Personas con Cáncer y Enfermedades Autoinmunes, desarrollado por iniciativa de Marianella Castés junto a un equipo multidisciplinario y auspiciado por Fundasinein en donde se le brinda apoyo psicosocial a las personas con cáncer y enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico.
Con la psiconeuroinmunología como enfoque hemos avanzado en legitimar, desde la biomedicina, una acción que tienda a humanizar la atención a la persona enferma, en especial la atención médica. Queda un camino por recorrer, ya no como una disciplina de ayuda, sino como disciplina que genera conocimiento y es, que propiciemos sobre esta base, un movimiento unidos con otros profesionales y las colectividades con el fin de construir y materializar un discurso sustantivo de salud que podría iniciarse con el rescate de sus expresiones como las realizaciones cotidianas del hombre, su condición intrínsecamente social, su mundo interno, poblado de subjetividad, fantasía, sueños, creencias, su capacidad amatoria. Nuestro reto consiste en la utilización de unidades de análisis que hagan posible la relación con información de otros espacios de la persona, que sean lo más validos y fiables posibles, sin renunciar a la teorización en el campo de la salud, que no es privativo de la psiconeuroinmunología pero se debe asumir como un compromiso transformador al que debe responder cualquier profesional encargado de la generación de conocimientos.
En este ensayo se presentan algunas ideas en proceso de construcción de una mirada que permita un acercamiento a la salud en positivo, vista desde su propia realidad sustantiva, tratando de indagar cada una de sus cualidades, definitorias, que la hacen un derecho, y una cualidad particular y genérica en cada ser humano, en ella encontramos a la persona en toda su complejidad, con sus cualidades, físicas mentales, psicológicas, emocionales, con: aptitudes, tendencias, aspiraciones, deseos, sueños, utopías, subjetividad, objetividad, armonía, contradicciones, espiritualidad ya que la salud es un estado de gracia, de salvación que consiste en el despliegue y la celebración de las cualidades esencialmente humanas.
7.- ALGUNAS EXPRESIONES DE LA SALUD
La delimitación del concepto de salud y la exploración de sus expresiones nos permitirá optimizar las condiciones para facilitar o apoyar la libre actualización de todas aquellas actividades humanas en donde están implícitas nuestras tendencias, potencialidades, capacidades, afectos, fantasías, aspiraciones, realizaciones, etc. Usualmente cuando se propone el diseño de una acción que facilite las expresiones de la salud, en realidad se plantea solamente la prevención, curación, o desaparición de la enfermedad. Entonces se entorpece el curso normal de la vida, del discurrir humano de los momentos, y medicalizamos la existencia desempeñándonos únicamente en función de la enfermedad, de los descubrimientos etiológicos o preventivos del mayor número de enfermedades que conozcamos, para ponerlos en práctica y de esta manera curarnos en salud atrapándonos en un falso dilema si no estamos enfermos estamos sanos definiendo implícitamente a la salud simplemente como la antítesis de la enfermedad, olvidándonos de conectarnos con el sentido real del término en positivo, es decir desde la salud y no como opuesta a otra categoría. En estos momentos que hemos logrado una definición en positivo de la salud necesitamos identificar las diversas expresiones que ella tiene y la forma como podemos cultivarlas, apoyarlas o defenderlas en el caso de ser necesario, ya que la defensa de esas condiciones forman parte de nuestra supervivencia como personas y como colectivo.
Nos apoyamos en un enfoque humanista holístico de la salud como manifestación del nuevo paradigma de la racionalidad científica, nos planteamos como reto el rescate de ciertas dimensiones humanas pero con el firme propósito de no ser prescriptivos, pues intentamos dirigirnos hacia la salud como actualización de las potencialidades de la persona, sin condicionarla a la desaparición de la enfermedad, nuestro interés es conservar la complejidad y subjetividad de las expresiones de la salud, no objetivarla e instrumentarla ya que esto implicaría su desaparición por vía de convertirla en simples indicadores del fenómeno. En tal sentido nos anima indagar en diferentes áreas para el reencuentro con la persona: 1) Iniciamos con el sentido que la persona le otorga a su vida, como núcleo del problema existencial y eje de la salud, 2) Incluimos la sexualidad como el despliegue de nuestra capacidad amatoria, que va más allá de nuestra genitalidad, que propicia el encuentro humano significativo y afectivo que involucra a la persona en toda su complejidad psicológica, cultural, social, biológica, espiritual, como un todo integrado en forma significativa. 3) Valoración de las actividades lúdicas que realizan las personas y dentro de ellas, el juego como actividades conectadas con la risa y la liberación de endorfinas, que movilizan la energía vital 4) Enfatizamos las relaciones sociales significativas y el amor, lo que se ha llamado soporte o apoyo social como expresión de la aceptación o reconocimiento de la individualidad como características que hacen posible el encuentro.
7.1.- EL SIGNIFICADO DE LA VIDA
La conciencia de significado es la íntima sensación de certidumbre, que la acompaña un estado de ánimo que indica que lo que hacemos responde a lo que deseamos hacer con nuestra vida en un contexto vivencial y relacional significativo y que orienta o da sentido a nuestras acciones o vivencias. Implica una íntima relación con nuestro propio cuerpo y el mundo interno, el ejercicio de la libertad para escoger y para desear, y un esfuerzo consciente para desalienar la esfera del deseo para trascender los límites del sentido común, ya que ...el hombre es un ser pre-visor, el futuro es para él una realidad constante, un horizonte específico, de tal manera que el hombre, quiéralo o no, necesita abrirse, necesita trascender hacia una finalidad significativa... (Viana M 1993)(33). Esa necesidad de significado puede aplazarse o diferirse en oportunidades en pro de conseguir otros deseos o por la gratificación de los deseos de los otros significativos, pero no en forma definitiva, sin que produzca alteraciones que pueden expresarse en cualquiera de las manifestaciones de la persona: en su mundo relacional, en su cuerpo o en su psique.
En este espacio humano la salud se expresa mediante teorizaciones personales o vivencias subjetivas, intuitivas que de algún modo responde a la pregunta sobre el sentido de las cosas y la existencia, se inscribe en cualquier área de la vida: trabajo, espiritualidad, actividades políticas, papel en la familia, o cualquier otro espacio que le proporcione un significado público o privado a las cosas en el proceso de construcción de nuestra vida. Es lo que Frankl llama voluntad de sentido y la considera como la principal preocupación del hombre (Frankl. V. 1984)(34). La historia de la humanidad está llena de acercamientos al desciframiento de este sentido, cada época se ha caracterizado por unos postulados filosóficos que dotaban de sentido el existir, sin embargo hay una prohibición implícita de filosofar en el ámbito privado, fuera de la academia, de repensarse y reflexionar sobre su propio significado, sobre el sentido de nuestra vida, esto se ilustra con la expresión popular de el que piensa mucho se vuelve loco, si lo piensas mucho no lo haces o el lema comercial no lo piense más, compre ya . El énfasis en la conducta, en el hacer sin importar el contenido o la significación que el comportamiento de la persona pueda tener para sí mismo y para el colectivo, es algo que va llenando de sin sentido la existencia humana, generando una sensación de vacuidad y desesperanza ante la imposibilidad de encontrar coherencia entre lo que hace y lo que piensa, implica el perderse en el desempeño de cada uno de nuestros roles, como dice Desiato... Sin un sentido propio, estable y duradero, la persona se deshace en la pluralidad de los instantes, en un presente que por más placentero que sea, siempre se sabe a sí mismo falto e insuficiente... ( Viana M 1993) .(33)
En otras oportunidades se nos oculta la posibilidad de dotar de sentido a la vida, haciendo ver que esta cualidad es privativa de los elegidos, de los héroes, de los que escriben la historia, entonces las personas piensan en el sentido de la vida como una misión mesiánica, trascendental para la humanidad, que lo consagrará y por la que será recordado eternamente. No obstante lo que define este propósito en la vida es el sentido interno y la gratificación subjetiva predominantemente íntima que produce su actualización, con independencia del reconocimiento externo, y que se resuelve en lo cotidiano sobre la base de dotar de sentido las actividades más inmediatas, las cosas más sencillas.
En consecuencia, la tarea de un promotor de salud es la de acompañar y facilitar las condiciones en el proceso de resignificación de la vida, mediante el encuentro democrático, la discusión, la oposición de criterios, es decir mediante la acción colectiva que se replantea en su realidad interna y externa, como dice Fernández..."Nuestro objetivo es que el individuo dote de sentido a su vida y trabajo, las personas necesitan percibir un sentido para su vida y dentro de dicho sentido vital debería ocupar un lugar significativo todo aquello que resulte relevante para la promoción de la salud...Fernández (1994)(35) La sensación de sentido dota de significación las otras áreas de la vida; el ocio es destinado a juegos constructivos, el movimiento, se convierte en una fuente de conocimiento y contacto con nuestra corporalidad, las relaciones afectivas, la comunión con los alimentos, porque la vida se ilumina, se amplía nuestra conciencia y vislumbramos con mayor facilidad el camino que queremos recorrer, porque agudizamos nuestros sentidos, nos adueñamos de nuestra sensibilidad y en consecuencia hacemos más rica nuestra percepción propia y del mundo, como consecuencia de la ampliación de nuestra conciencia, opuesta a los automatismos sugeridos por lo publicistas del mercado. Como dice Fregtaman ser conciente es percibir lo esencial en cada uno de nuestros actos y en la naturaleza de todo lo que nos rodea. De esta forma, lo cotidiano se vuelve trascendente; lo humano, divino. (Fregtaman C. 1994)(36).
El ser humano tiene la necesidad de hallarle sentido a todo lo que sucede en su existencia. Incluso es necesario reconocerlo en el dolor y el padecimiento; bien sea como sacrificio para expiar culpas o como pruebas para la trascendencia, o cualquier otra creencia que plene de sentido el dolor, en este sentido dice Benner ...sufrir por alguna razón es más fácil de soportar que hacerlo sin causa, beneficio o significado alguno... ( Lazarus R 1986)(16) . Esta búsqueda de sentido en la vida vertébra por así decirlo, lo que se ha dado en llamar el estilo de vida de las personas y constituye un prerrequisito para que el individuo o grupo se sientan motivados para comportarse de una forma saludable para conseguir una calidad de vida que sea tanto personal como socialmente aceptable y suficiente para apoyar el logro de las metas particulares relativas a los propósitos individuales y de grupo.
Difícilmente el sentido de las cosas o de nuestra vida se puede encontrar en nuestro entorno, elaborado para nosotros, ya que no es uno solo, no es un absoluto que se nos otorga desde fuera sino que se construye a la luz de nuestra realidad personal y existencial, por ejemplo una enfermedad puede tener el sentido de hacernos más humildes o más vanidosos, dependiendo de nuestra realidad, lo importante es darle sentido porque asumimos el control, el sin sentido nos desvitaliza. Este sentido no se construye sólo racionalmente, sino que más bien se facilita su gestación mediante un proceso de insight, sumergidos en nuestro mundo interno, en contacto con nuestra naturaleza. El motivo por el cual las personas orientan las facetas de su vida pueden ser múltiples y no necesariamente adaptadas a lo pautado socialmente. Por ejemplo, las víctimas de los campos de concentración nazi se sentían fortalecidas y apoyadas por sus razones personales para seguir viviendo, pero no solo soportaron el sufrimiento y no se dieron por vencidos por amor a sus familiares más íntimos, o para poder servir de testigos sino también para procurar la venganza. ( Lazarus R .1986 )(16).
En ocasiones el sentido de la vida no es construido por el portador de la vida sino que es elaborado para el, entonces solamente queda la opción de asumirla y empezar a actuar en consecuencia. En las empresas por ejemplo se valora, se desea y se plantean lograr por cualquier medio que los objetivos de la empresa sean los objetivos personales, por lo que la persona debe alienar todas sus facetas a los fines empresariales mi vida es la empresa he entregado mi vida a este proyecto. El propósito puede ser dado también por la familia, que ocurre naturalmente a consecuencia de un proceso formativo continuo en donde las personas van recibiendo la influencia de valoraciones, metas, ideas, que sustenta el núcleo familiar, que unidos a otras instituciones y a otros significativos van aportando elementos para la síntesis creativa del propósito o sentido personal. Los problemas suelen presentarse cuando ese objetivo creado por la familia es impuesto a sus miembros más pequeños mediante el ejercicio del poder, constituyendo una coraza caracterológica inflexible que limita y rigidiza a las personas
no es tanto lo que desean, sino cómo lo desean, es el carácter idolátrico que en su vida adquieren algunas de estas metas sagradas, carácter idolátrico, absolutizado y no intercambiable
(Vethencourt. J.L. 1977).(37)
La pérdida repentina de este propósito o su disociación crónica, representan fuentes de estrés altos ya que lesionan parte de nuestra integridad personal o la imagen que tenemos de ella, Maslow lo expresa de la siguiente manera..."Si se niega o intenta abolir este núcleo esencial de la persona, ésta enfermará, unas veces con síntomas evidentes, otras con síntomas apenas perceptibles; unas veces como resultado inmediato y otras con alguna posterioridad al establecimiento de la causa"....( Maslow. A. 1995)(38)
Nutra uno o varios propósitos de vida y luego en forma progresiva estos propósitos lo nutrirán a usted, nuestra biología reconoce y acompaña nuestro sentido existencial, Lawrence Le Shan (1989)(39) dice que por razones que desconocemos, el cuerpo solo moviliza sus recursos de autosanación y autorecuperación cuando la persona quiere vivir su propia vida, cantar la canción de su propia personalidad. En esto consiste la utopía personal, es como una realidad inexistente que espera ser construida permanentemente dentro de cada uno de nosotros, como dice Jores el hombre no vive, sino que dirige su vida; esto le ha sido impuesto como misión ( Jores 1960)(40).
7.2. SEXUALIDAD
Es una expresión de salud esencialmente humana, es el despliegue de nuestra capacidad amatoria, en el encuentro humano, intersubjetivo cargado de fantasía, emoción, sensualidad, me encuentro con alguien diferente a mi, con quien comparto un momento de comunión afectiva sin sometimiento, como expresión o práctica de la libertad y disfrute compartido de la fantasía existencial de no estar solos. Como dice Kaplan ...La sexualidad y el amor son elementos muy importantes de la experiencia humana. La capacidad de amar y de experimentar placer sexual enriquece sobremanera nuestras vidas. Lo cierto es que, cuando estos aspectos de nuestra personalidad se ven mutilados o reprimidos, somos incapaces de alcanzar todo nuestro potencial humano...(Kaplan 1981) (41)
La sexualidad puede no ser genital, puede tener una expresión simbólica, cuando Sor Juana Inés de la Cruz habla del amor en sus versos, lo hace con una carga erótica extraordinaria, es sin duda una expresión de la sexualidad no genital. De tal manera que la sexualidad no está definida por el acto coital ni por la función reproductiva, aunque puede comprenderla, pero no es lo definitorio. En este sentido dice Londoño ...A medida que vamos desentrañando lo que puede ser nuestra sexualidad, encontramos que más y más posibilidades siguen ocultas; quizás el proceso filogenético nos lleve en un futuro a descubrir que el sentimiento amoroso unido a la emoción sexual constituye la experiencia clave para muchas de nuestras incógnitas como especie. Es decir, la sexualidad posee algún sentido que aún se escapa a nuestras intuiciones y enfoques presentes... (Londoño 1990) (42)
La expresión sexual del adulto no es un conjunto de fuerzas amenazantes o desbordantes, desordenadas, que irrumpen en la adolescencia o en el momento de realizar la primera relación sexual genital, sino que más bien es el resultado final de un largo proceso de desarrollo que se inicia antes del nacimiento en la fantasía de los progenitores. La sexualidad se encuentra expresada en el enamoramiento infantil, cuando el niño o la niña reconoce la existencia de una persona de diferente género, con quien le gusta estar y compartir, sintiendo fascinación por sus cualidades, emocionado por su cercanía, por momentos, sumido en la contemplación y con el alma henchida de placer por estar junto a ella o mirarla desde lejos con la misma carga emotiva, sin ninguna referencia genital. Hasta la voluptuosidad orgásmica del encuentro adulto, con el despliegue de todo el potencial erótico, creativo, sensual, en donde nos sentimos dueños de nuestro cuerpo, cuando nos fundimos en un íntimo sentimiento compartido de placer, exaltación, que llega al éxtasis creativo, que genera vida para otro ser humano o que nos vivifica en el encuentro, porque siempre es un acto creativo pues participa de la energía renovadora del amor. El orgasmo, que significa la exaltación de la vitalidad, se convierte en la metáfora del renacimiento que tiene lugar después de cada encuentro.
En la relación amorosa ambos son libres de expresar sus fantasías, comprensión, simbolización, de compartir la subjetividad y la objetividad sin valoración fundada en ideas externas a la vivencia. Es una unión libremente elegida, seleccionada por cada uno de los miembros de la pareja, de tal manera que no entra en esa definición, el encuentro forzado, bien sea por intimidación, manipulación, o chantaje emocional, que implica sometimiento, posesión, es decir la violación de la intimidad del otro, su desconocimiento, cosificación, devaluación de sus cualidades humanas, es arrebatarle su dignidad, hecho que comporta el destierro del amor y la nutrición de la más profunda soledad, que en ocasiones puede ser compartida, cuando la pareja asume como propios valores competitivos, estableciendo una dinámica de poseedor poseído, en donde predomina el juego del poder sobre el juego amoroso, en especial la sexualidad femenina ha sido negada o mediatizada al ponerla solamente en función de la procreación, o para satisfacer a su pareja, en este sentido dice Londoño...La sexualidad femenina- ese permanente manantial de vitalidad- como premisa fundamental de la vida y especialmente del ámbito de interrelaciones humanas y de pareja, nos conmueve con felicidad o dolor de acuerdo a la forma como aprendamos a vivirla, bien sea aceptando, ignorando o trascendiendo la pauta de la propia cultura...(Londoño 1990)(42)
Hacer el amor es un encuentro humano, deseado, de responsabilidad compartida, en donde se establece en forma progresiva una trama simbólica compleja de potencialidades, fuerzas, habilidades para el intercambio creativo, pasional, erótico-afectivo con la pareja, fundado en el amor, en la confianza, y el respeto por los límites impuestos por el momento evolutivo de su conciencia corporal , en la mutua valoración de sus atributos personales, no solamente biológicos, sino también sus cualidades psíquicas, psicosociales y espirituales. En este encuentro nos asumimos como personas, y sin perder su identidad, la pareja se funde en un sinfín de sensaciones y percepciones en donde participan todos los sentidos. En este momento de íntimo discurrir la pareja puede copular, con lo que el orgasmo será el cierre festivo, voluptuoso, del encuentro y por el disfrute de la sexualidad , y la recreación en cuanto a conocimiento de ambos en esa comunión existencial..
En la sexualidad nuestro cuerpo se manifiesta con un lenguaje propio, se expresa de esta manera y se establece una comunicación corporal, con un lenguaje común, difícil de descifrar en términos simbólicos, que sólo es inteligible a partir de nuestra conciencia corporal y esta interacción hace que nuestro soma, se modifique, cualificando percepto o representación interna que tenemos de él, se modifica ante la presencia de la otra persona, distinta a mí, de esa manera descubro el otro cuerpo y descubro mi propia realidad corporal y esto hace que se modifique, que se enriquezca, en términos simbólicos, afectivos y conativos, ...la sexualidad gratificante además de aportar calidad y alegría de vivir, fortalece la calidad de tolerancia frente a las dificultades...Londoño (1990)(42)
En esta relación de íntimo conocimiento se comparte el psiquismo, es lo que Dorsch llama...Transfusión de la psique: paso del alma de un cuerpo a otro. La transfusión se efectúa, por ejemplo, mediante la captación del hálito del otro individuo o con un beso... Dorsch, F. (1978)(43) .Por esta razón las prostitutas no besan a sus clientes, puesto que la entrega es carnal o corporal pero no espiritual ya que existe la creencia inconsciente de la transfusión de la psique, o el alma mediante el beso, por el intercambio de hálito vital o aliento de vida, en ella va contenido el amor, pero el comprador de placer, no puede ser depositario de este noble sentimiento por lo que es suprimido y en el caso que se produzca siempre será un beso falso, en donde está presente sólo el gesto pero no el contenido espiritual, subjetivo que lo hace verdadero pues esta manifestación de intercambio en el encuentro está reservado solamente para su pareja, elegida libremente, con quien se funde en cuerpo y alma en este ámbito si se observa este orden ético, no existe la traición. En este sentido dice Bourgonje hablando de la actividad de las prostitutas, que ellas tratan de evitar abrazos y besos pues para ellas tiene una significación afectiva mucho más compleja que el coito. Durante las horas de trabajo hay una clara disociación entre las partes su cuerpo, y su psique. Los órganos quedan desconectados: las zonas erógenas y las manos pasan a ser herramientas de trabajo que no tienen nada que ver con el cuerpo como unidad. prestamos nuestros cuerpos pero
nunca nuestros sentimientos decía una mujer a la escritora francesa Judith Belladonna... Bourgonje (1980)(44)
Si pensamos en los valores de la competitividad, el avance del neoliberalismo, con sus secuelas en las condiciones de trabajo que van generando la abolición no sólo de las ocho horas de jornada sino también la implantación por vía de hecho del trabajo continuo de lunes a lunes, podemos hacernos una idea de por qué en el mundo está disminuyendo la frecuencia de la expresión de la sexualidad. Pero nuevamente la medicalización y biologización de nuestros espacios vitales ha generado una solución química que asegurará las erecciones para que se verifique el coito, haciendo abstracción de toda nuestra realidad psicosocial. Dice Bertrand Russell ... En el mundo moderno, sin embargo, el amor tiene otro enemigo más peligroso que la religión: el evangelio del trabajo y del triunfo económico. Generalmente se sostiene, especialmente en los Estados Unidos, que un hombre no debe permitir que el amor interfiera en su carrera, y que si deja que esto ocurra, ese hombre es un tonto... Russell, B (1979).(45)
¿ Podríamos imaginar una solución humana a este problema ? ¿ podríamos tomar conciencia que estamos participando en la construcción de una racionalidad que expropia al hombre de sus dimensiones más sensibles? ¿ podríamos construir y defender nuestros espacios vitales, para la expresión de la sexualidad como fuerza vivificante y expresión del ser humano, en toda su complejidad y no solamente de su genitalidad ?
En este sentido Fromm nos previene sobre el funesto futuro que podríamos esperar de seguir integrados en forma acrítica a esta racionalidad. toda sociedad que excluya relativamente el desarrollo del amor, a la larga perece a causa de su propia contradicción con las necesidades básicas de la naturaleza del hombre... (Fromm 1980)(46)
7.3. JUEGO
El juego es la expresión más viva de la salud, en su ejecución encontramos a las personas en acción, haciendo uso de sus fuerzas vitales, actualizando sus capacidades, habilidades, potencialidades, destrezas, tanto psicosociales como biológicas en función de esta actividad que es esencialmente creativa, como lo es la vida. Valoramos las actividades lúdicas que realizan las personas, como actividad conectada con la risa, la expansión del yo, la expresión de solidaridad y movilización constructiva y libertaria de la energía vital, que se expresa mediante el movimiento, la risa, el ingenio, la construcción colectiva, que como dice Cardona ...ha sido y es factor fundamental en la formación del hombre y de su cultura... Cardona. M (1991)(47)
Jugar, de acuerdo a las dos primeras acepciones del término, es hacer algo por espíritu de alegría y con el solo fin de entretenerse o divertirse, está relacionado con travesear, que significa andar inquieto y revoltoso de una parte a otra, discurrir con variedad, ingenio y viveza, también se relaciona con retozar, que significa brincar y saltar con alegría, travesear, juguetear. El ludo latino significa jugar, divertirse, pasar el tiempo, ejercitarse en algo por divertirse, representar, cantar, recitar y el ludus hace referencia al juego, la diversión, los juegos públicos, fiestas, los días festivos, en los que se daban juegos, días de juegos, bromas, cosa que no requiere esfuerzo.
El juego es vinculante, está presente en las relaciones afectivas, se fundamenta y genera amor, propicia el encuentro humano, cuando mimamos a los niños, le hacemos mimos, carantoñas, es decir, jugamos con él, le hacemos máscaras con nuestra propia cara y todo nuestro cuerpo, está relacionado con dar halagos y caricias, festejamos con alegría su llegada y cada uno de sus progresos, sus gracias, las compartimos y festejamos riendo genuinamente; una de las acepciones de fiesta es caricia u obsequio que se hace para ganar la voluntad de uno como expresión de cariño.
El juego es la expresión de una necesidad básica de la persona, como dice Cardona ...la necesidad de jugar, de expansionar por medio de juegos el natural deseo de actividad y movimiento de los niños, es común en toda la población infantil de la tierra sin distinción de clase ni de categorías sociales...Cardona M. (1991),(47) es uno de los componentes claves de la creatividad, y es una cualidad esencial del ser humano mediante la cual se manifiesta la salud. En esta categoría se incluye cualquier actividad que produzca un sentimiento de alegría o lo que se puede considerar como divertido. como dice Munné..."En principio, el juego consiste en una actividad, física y/o mental, realizada sin un fin utilitario, sólo por el placer que proporciona. No ha de extrañar que muchos apresuradamente, opongan la actividad lúdica al trabajo como actividad obligatoria y utilitaria"....Munné (1990)(48) el juego se realiza, como dice la sabiduría popular, por amor al arte, a nadie le pagan por jugar. Lamentablemente, el flujo de la mercantilización de los espacios públicos hace que tengamos que pagar para jugar.
Durante el juego se liberan endorfinas que completan la sensación de plenitud del yo, hecho que se puede estimular sencillamente con el cant
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