PUBLICIDAD

Actualidad y Artículos | Medicina psicosomática   Seguir 7   Favorito

Me Gusta   2 2 Comentar  2 2

La somatización y la enfermedad psicosomática a la luz de la medicina tradicional china

  • Autor/autores: José Antonio Giménez Mas

    ,Artículo,Psicosomática,


0%
Artículo | Fecha de publicación: 15/02/2001
Artículo revisado por nuestra redacción

La estructura mecanicista de nuestra sociedad occidental se manifiesta en expresiones de bipolaridad tales como espíritu y materia o mente y cuerpo. Son manifestaciones de la desintegración de la unidad cíclica que preside las manifestaciones de la naturaleza de la que el hombre es parte. Aunque en la medicina actual se vislumbran cambios1, las estructuras derivadas del pensamiento racionalista...



PUBLICIDAD


Este contenido es exclusivo para suscriptores.

Crea tu cuenta gratis y léelo completo ahora.

¿Ya estás registrado? Inicia sesión aquí.

Regístrate gratis Iniciar sesión

La estructura mecanicista de nuestra sociedad occidental se manifiesta en expresiones de bipolaridad tales como espíritu y materia o mente y cuerpo. Son manifestaciones de la desintegración de la unidad cíclica que preside las manifestaciones de la naturaleza de la que el hombre es parte. Aunque en la medicina actual se vislumbran cambios1, las estructuras derivadas del pensamiento racionalista persisten y se han potenciado más por el reciente desarrollo científico y la necesaria especialización que inevitablemente ha desgajado aún más la visión global de la enfermedad.
La medicina de cada sociedad refleja sus creencias, ideología y mentalidad. Por ello la Medicina Occidental (MO), aborda las enfermedades psíquicas independientemente de las enfermedades físicas o del cuerpo propiamente dicho. Un paciente afecto de una enfermedad somática, puede desarrollar un cuadro psíquico que será considerado como reactivo y que se atribuirá a su carácter personal, al medio social o familiar en que vive, etc. En este esquema se interpretan las alteraciones de la esfera psíquica como un acompañante de la enfermedad orgánica propiamente dicha pero no parte integral de la misma. De igual modo, se considera patología independiente la patología orgánica que con tanta frecuencia acompaña a los cuadros psíquicos o psiquiátricos y se interpretan con dificultad las dolencias somáticas que encubren trastornos psíquicos hoy englobados bajo el concepto de somatización. Las enfermedades psicosomáticas, actualmente clasificadas como factores psicológicos que afectan al estado físico (DSM-IV) ponen aún más de manifiesto la importante interrelación entre la psique y la salud física.
No siempre fue así, ni siquiera en occidente, pues en los principios de nuestra medicina, en Grecia, phsyché (el alma, lo no palpable) y physis (lo material, lo palpable) no eran sustancias distintas sino que eran parte de lo mismo. Mucho después la cosmovisión medieval del mundo fue sustituida por el mecanicismo racionalista cartesiano del renacimiento cuya filosofía estaba condicionada por el error de equiparar al espíritu con el mero pensamiento o razón consecuente, lo que le privaba de todo alcance suprarracional, y por tanto de toda presencia cósmica o inmanencia3.
Sin embargo, dentro de la MO actual, es precisamente en los campos de la psicología y de la psiquiatría, donde mayor convergencia se observa hacia los viejos postulados de las medicinas denominadas primitivas o tradicionales. Así el término ‘psicosomático’ ha desaparecido del capítulo de las enfermedades mentales de la clasificación CIE-10 de la OMS4, no porque no exista la enfermedad psicosomática sino porque clasificar unas como psicosomáticas podría dar a entender que, en otras enfermedades, la psique no juega un papel determinante. Por la misma razón en la clasificación DSM-IV, de la Asociación Americana de Psiquiatría, ha desaparecido el ‘trastorno mental orgánico’ y se incluye un grupo de ‘trastornos psicológicos que afectan al estado físico’ en los que, además de una correcta etiquetación de la patología médica acompañante y de su curso y evolución, se propondría evaluar el tipo de sintomatología afectiva, para delimitar en un futuro asociaciones posibles que ayuden a discriminar mejor la confusión médica-psiquiátrica de estas enfermedades, así como la personalidad premórbida. La implicación entre personalidad y patologías médicas, especialmente crónicas, ha sido un factor, minusvalorado hasta ahora, pero de radical importancia para muchos autores5. De forma similar, en dichas medicinas tradicionales, y concretamente en la Medicina Tradicional China (MTC), el mundo físico o corporal está intima e inseparablemente unido al mundo de la psique, integrando ambos una esfera única en la que cualquier trastorno físico puede conllevar su correspondiente trastorno mental y viceversa.
Esta convergencia, sin embargo, no se basa en una coincidencia de principios ideológicos o racionales pues la diferente visión cultural y filosófica de ambas sociedades hace que hechos similares sean interpretados de forma diferente. El complejo lenguaje científico occidental era desconocido para las sociedades tradicionales que se expresaban de otro modo, con el lenguaje, no menos complejo, de la similitud cosmológica y de la simbología, o como decía Jung6, al principio de causalidad en occidente habría que contraponer el principio de sincronicidad, o simultaneidad relativa, en las sociedades orientales. Por ello, los argumentos por los que la MTC interpreta las enfermedades, desde hace más de 2.500 años, son difícilmente comprensibles para nuestra mentalidad científica occidental, pero el resultado final de dicho análisis, esto es, la visión integradora de la enfermedad, coincide cada vez más con el que se va alcanzando por la vía de la razón científica.
El objetivo fundamental de esta revisión es contrastar los criterios de nuestro sistema médico científico con los criterios de una medicina tradicional basada en una concepción cósmica de la vida y en la observación milenaria del hombre. Todo ello con la ambición de que, con un mejor conocimiento, se haga más fácil la mutua comprensión y, por tanto, la complementación de ambas medicinas. Es preciso, a la hora de enjuiciar las medicinas tradicionales, saber que ellas miran de otro modo y expresan otro lenguaje, y reconocer que el análisis científico occidental no es la única manera de analizar los hechos. Sin estas premisas se despreciarían, por absurdas, teorías milenarias que han dado origen a una compleja trama fisiopatológica y a una eficaz herramienta terapéutica avalada por siglos de utilización prácticamente ininterrumpida.
No se debe pretender, en modo alguno, sustituir ni “orientalizar” nuestra sofisticada y avanzada medicina científica, sino aprovechar la luz de la experiencia ancestral para iluminar oscuros lares ocultos a la razón, y permitir de este modo que el método científico entre donde de otro modo jamás lo hubiera hecho.

Factores predisponentes

Más para ubicar el tema que para aleccionar a lectores formados e informados, me voy a referir a continuación, en breve bosquejo, a los trastornos psicosomáticos tal como son actualmente considerados en la Medicina Occidental.
Se podría aceptar que existe un conjunto de factores predisponentes para la aparición y desarrollo de la enfermedad, sea ésta física o psíquica, que se podría resumir en:
1) Factores constitucionales: El análisis morfológico de cuerpo humano ha sido objeto de interés de todas las culturas y civilizaciones. En los principios de nuestra medicina occidental, de raíces griegas, se consideraron las variantes hipocráticas de bilioso, nervioso, sanguíneo y linfático, o las clásicas constituciones de Kretschmer, leptosómico, atlético, pícnico y distrófico, entre otras7. En el medievo y renacimiento se especuló extensamente con las variantes morfológicas de la cara -fisiognimia-8. Unas y otras clasificaciones se asociaron a variabilidad en el carácter psicológico y, en menor medida, a determinadas tendencias patológicas. Posteriormente se establecieron clasificaciones de carácter exclusivamente psicológico tales como las de Berger9 en seis tipos y la de Jung en ocho tipos10.
2) Personalidad premórbida, o vulnerabilidad como consecuencia de improntas psicológicas antiguas, infantiles, que condicionan experiencias posteriores las cuales emergerán muchas veces ocultas en un dolor somático crónico. El dolor crónico de origen psíquico sería el resultado de cada ser humano, de su historia personal, la imagen de cada persona2.
3) El estrés crónico es desencadenante y mantenedor de la enfermedad. Muchos son los factores estresores o situaciones a las que el organismo no es capaz de responder adecuadamente. El mediador suele ser hormonal, como en el síndrome de adaptación general de Selye11,12 en el que la hidrocortisona es el mediador, el sistema nervioso parasimpático lo es en la úlcera péptica y el sistema nervioso simpático en la hipertensión arterial. Se ha invocado el papel de las catecolaminas adrenérgicas cerebrales en el sistema límbico (circuito de Papez) y el papel del sistema inmune a través del factor de necrosis tumoral, interleuquinas 1 y 611, y las variaciones observadas en las poblaciones linfocitarias tras exposición a diversos grados de estrés13,14,15. Existen escalas para evaluar cuantitativamente el estrés como por ejemplo el perfil de estrés de Wheatley16 que evalúa diversos aspectos de la vida como hábitos sociales, acontecimientos, trastornos sexuales, etc., o la escala de reajuste social de Holmes y Rahe4 en la que se han categorizado y graduado 43 factores estresores, desde la muerte del cónyuge (con un valor de 100) o el divorcio (73), hasta las Navidades (12) o infracciones menores (multas, etc.) de la ley (11). Se considera que la acumulación de más de 200 de estas unidades en un año incrementa el riesgo de padecer una enfermedad psicosomática.
Los trastornos psicosomáticos se contemplan en dos grandes grupos. Aquellos que cursan con patología somática subjetiva, y por tanto no demostrable tras las pertinentes exploraciones complementarias, los cuales se engloban bajo el concepto de Trastorno Somatomorfo, y aquellos que cursan con trastornos físicos demostrables, de mayor o menor gravedad, cuya causa se acepta de índole psicológica, y que constituyen el grupo de las Enfermedades Psicosomáticas.

Trastornos Somatomorfos

La medicina actual, especialmente la atención primaria, atiende numerosos enfermos crónicos aquejados de variadas dolencias en la que, pese a exploraciones minuciosas y pruebas complementarias sofisticadas, no es posible detectar alteración objetiva alguna. Estos pacientes plantean muchos problemas asistenciales, funcionales, de gasto público, y además acarrean una importante pérdida en su calidad de vida así como en sus relaciones interpersonales y familiares. Frecuentemente se les dice ‘Vd. no tiene nada’17, o ‘el problema está en su cabeza’ y generan, por insatisfacción en su relación médico-paciente, un gran número de consultas a medicinas alternativas19, las cuales se estima son utilizadas por más del 40 % de la población americana20. Precisamente por ser pacientes sin lesiones orgánicas detectables y en los que se sospechan alteraciones mentales han sido objeto de interés en psiquiatría. Se ha interpretado que son pacientes que expresan corporalmente, o somatizan, un sufrimiento del ámbito mental de forma que convierten éste en un padecimiento físico22,23. En un alto porcentaje de casos se asocian a estados depresivos, ansiedad, e incluso a trastornos de la personalidad.
No todo trastorno físico pasajero es etiquetable de somatización. Se estima que un 75 % de los adultos sanos padecen alguna molestia ocasional en el plazo de una semana. Sin embargo, sólo debe hablarse de somatización y catalogar este episodio como un problema médico cuando el individuo atribuye estas molestias a una enfermedad orgánica y busca diagnóstico y tratamiento de forma persistente18.
Los síntomas físicos más frecuentemente relatados por los enfermos somatizadores se distribuyen por todos los órganos y sistemas18, sin ordenamiento o sistematización posible. Por orden de frecuencia son21:
-Dolores de espalda
-Mareos
-Dolor en extremidades
-Distensión abdominal, flatulencia
-Disnea sin esfuerzo
-Palpitaciones
-Dolor articular
-Dolor torácico
-Nauseas
-Amnesia
-Dolor abdominal
-Intolerancia alimenticia
-Diarrea
-Dificultad para la deglución
-Dolor durante la menstruación
-Visión borrosa
-Parálisis o debilidad muscular
-Pérdidas menstruales excesivas
-Indiferencia sexual
-Problemas en la marcha

Según el Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales (DSM-IV) de la Asociación de Psiquiatría Americana, los Trastornos Somatomorfos constituyen un grupo de enfermedades psiquiátricas caracterizadas porque el paciente presenta síntomas corporales que sugieren trastorno físico, pero no existe ninguna causa orgánica demostrable o mecanismo fisiopatológico conocido que los explique. Existe además presunción razonable de que dichos síntomas están asociados a factores psicológicos o a estrés.
Existen criterios clasificatorios distintos. Las principales clasificaciones son la mencionada DSM-IV y la CIE-10 de la OMS. Los grupos clasificatorios más importantes dentro de los Trastornos Somatomorfos son: Trastorno por somatización, Trastorno somatomorfo indiferenciado, Hipocondría, Trastorno por dolor, Trastorno de conversión y Trastorno dismórfico corporal.
De todos ellos el Trastorno por somatización es el más importante y la entidad más consolidada, fiable y consistente de todos estos trastornos. Es además el más invalidante. El trastorno por somatización es relativamente frecuente. Tiene una prevalencia del 0,1 - 0,2 % en la población general y del 5 % en las consultas de atención primaria. Desde el punto de vista etiológico se esgrimen factores genéticos, factores biológicos y factores psíquicos. Entre estos destacan experiencias infantiles con carencias afectivas, etc. Clínicamente aparecen antes de los 30 años, predominan en mujeres y se caracterizan por múltiples síntomas somáticos, multiorgánicos, recurrentes durante varios años24.
El tratamiento de estos procesos es complejo y, salvo en formas agudas y en algunos trastornos de conversión, no se resuelve el problema, el cual queda crónicamente instalado en el paciente para toda la vida. Se recomienda tratar el trastorno psiquiátrico de base, psicoterapia, analgésicos, etc. El paciente hace de la enfermedad su modo de afrontar la vida, no encuentra solución a sus dolencias, y transita de médico en médico buscando comprensión y solución para su problema.

Enfermedades Psicosomáticas

El concepto de Enfermedad Psicosomática resalta aún más la mencionada interacción mente-cuerpo y resalta la aproximación holística de las enfermedades. A diferencia de los trastornos por somatización descritos anteriormente, en la mayoría de estas enfermedades, sí existe una patología orgánica evidenciable, muchas veces grave, y es ésta la principal causa de demanda de atención médica. Colitis ulcerosa, úlcera gastroduodenal, angor péctoris son algunas de estas enfermedades, a las que se podría añadir otras en las que los factores emocionales parecen jugar un papel decisivo como enfermedades inmunológicas, alergias, asma o determinadas formas de cancer.
Algunos autores sugieren que además de los factores estresores influye el optimismo o pesimismo con que estos se reciben, así como factores ligados a la personalidad. Se ha sugerido que conflictos específicos responden con enfermedades psicosomáticas concretas.

El legendario origen de la MTC se pierde en el inicio de la historia. Podría datarse en más de 2.500 años. Gran número de especialistas admiten que es difícil comprender cómo pudieron ser descubiertos ciertos aspectos sutiles de dicha medicina sin que sus inventores hubieran tenido acceso a modos de percepción del mundo y del ser humano que nos sobrepasan. Aunque mi intención no es abordar discutibles aspectos esotéricos, muchas veces oscuros o incomprensibles para nuestra mentalidad, es necesario para entender algo la MTC tener presente que ésta asienta, en gran medida, sobre fundamentos espirituales. Tratar de obviar la espiritualidad y la simbología para quedarnos con un análisis exclusivamente científico equivaldría a despojar de su esencia a la MTC, enfoque erróneo que nos llevaría a una pobre interpretación de su enorme saber. Por todo ello, previo al análisis de la concepción del psiquismo en MTC será preciso mencionar, siquiera sea brevemente, los fundamentos que sustentan el análisis, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades

Fundamentos de la Medicina Tradicional China

Teoría del Yin y del Yang: Principio general de la filosofía china que se aplica en medicina. Es un principio clasificatorio de los fenómenos de la naturaleza, principio del cambio cíclico, los dos aspectos de una misma cosa, principio de oposición y de complementación, ‘la unidad que engendra dualidad’. A Yin se asocian hechos o fenómenos como abajo, noche, frío, agua, femenino, etc. A Yang se asocia arriba, día, calor, fuego, masculino, etc. Las analogías macro-microscósmicas permiten obtener sus equivalentes en medicina, así los órganos parenquimatosos son Yin, en contraposición con las vísceras huecas o entrañas que son Yang, las enfermedades del interior son Yin en contraposición a la enfermedades externas que son Yang, las enfermedades crónicas son de carácter Yin frente a las enfermedades agudas que son Yang, etc.
Teoría de los Cinco Elementos: Mejor llamada de los Cinco Movimientos, esta teoría es una continuación del principio de transformación o mutación del Yin-Yang. Como éste, es también un principio filosófico general aplicable a la medicina y que está basado en la observación de las leyes de la naturaleza y en las analogías macro y microcosmos. En virtud de este principio los distintos estados de la materia se van transformando según una secuencia conocida y por tanto previsible. Los cinco estados de la materia son madera, fuego, tierra, metal y agua. Mientras el fuego y el agua corresponden, respectivamente, al Yang y al Yin máximos, madera y metal son estados intermedios. La tierra representa el centro. La secuencia de transformación responde al principio de generación o de engendramiento por el cual un elemento produce el siguiente en el orden que se ha mencionado, y al principio de dominancia por el cual cada elemento controla y es controlado por otro. Así, por ejemplo, la madera engendra o produce el fuego y controla o domina a la tierra, el metal engendra o produce agua y controla o domina a la madera, etc. Según el So Wen (texto clásico de MTC), el metal corta a la madera, el agua apaga el fuego, la madera cubre la tierra, el fuego funde el metal, y la tierra encauza el agua (Gráfico 1). Cada uno de estos movimientos se asocia a conceptos diferentes, los cuales, al igual que el elemento material que los encabeza, se someten a los mismos mecanismos de transformación y control. Así a la madera se asocian conceptos como: viento, primavera, hígado, vesícula biliar, ira, etc; al fuego se asocia: calor, verano, corazón, intestino delgado, alegría, etc.; a la tierra: humedad, verano tardío, bazo, estómago, obsesión, etc; al metal: sequedad, otoño, pulmón, intestino grueso, tristeza, etc; al agua: frío, invierno, riñón, vejiga, miedo, etc.
Teoría de los órganos y las entrañas Zang-Fu: Es una aplicación de la teoría de los Cinco Elementos. Permite no solo la consideración anatómica de los mismos sino que establece principios de relación fisiológica entre ellos. Los órganos parenquimatosos Zang (hígado, corazón, bazo, pulmón y riñón) representan la vertiente funcional Yin y a cada uno se acopla una entraña o víscera hueca Fu (vesícula biliar, intestino delgado, estómago, intestino grueso y vejiga) que representa la vertiente funcional Yang. Existe en MTC una sexta entraña sin representación anatómica que es denominada triple recalentador, tres fogones o San Jiao, cuya función está relacionada con las serosas y la circulación de los fluidos por todo el organismo.
Esta teoría tiene aplicaciones en el campo de la fisiopatología. Así un exceso de generación o de dominancia, o la existencia de contradominancia (el órgano dominado pasa a ser dominador) producen órganos en exceso energético y otros en deficiencia, lo que se traduce en una alteración que causa patología.

Foto parrafo

Las constituciones en MTC: La teoría de los Cinco Elementos es un equivalente oriental, aunque mucho más antiguo, de la alquimia de la Europa renacentista de Paracelso. Este sabio médico occidental, al igual que la tradición china, supo ver las analogías existentes entre macrocosmos (exterior) y microcosmos (cuerpo humano, y se enfrentó a médicos sistemáticos o mecanicistas en favor de una medicina integradora de cuerpo y mente. Tanto la alquimia occidental como la oriental entienden que los elementos básicos nunca se presentan en los cuerpos en las mismas proporciones y que el elemento dominante imprime carácter a la manifestación corpórea. El supremo valor de la concepción alquímica del cuerpo humano, oriental u occidental, radicaría en que, a sabiendas de que los elementos básicos del cosmos están contenidos en el cuerpo, pudiera hallarse el ‘elixir’ terapéutico en cuya virtud se halle el fermento de la ‘transmutación’, equilibrador y vivificante, tanto en lo físico como en lo psíquico.
Las cinco constituciones simples de MTC están basadas en la teoría de los Cinco Elementos, los cuales dan nombre a cada una de ellas: Madera, metal, fuego, agua y tierra. Tienen la ventaja de asociar rasgos físicos a enfermedades de la infancia y del adulto, tanto somáticas como psíquicas7,9, lo que contribuye muy positivamente a definir tipos de personalidad premórbida.
Elementos diagnósticos en la práctica de la MTC: El análisis de la dolencia de un paciente requiere la elaboración de una historia clínica en la que se evalúen los síntomas, el modo de inicio, evolución, ritmos cronológicos y posibles causas externas (viento, frío, calor de verano, humedad, sequedad y calor-fuego), internas (emociones), epidémicas, nutricionales, etc. Se debe explorar minuciosamente la coloración de la piel, especialmente del rostro, expresión de la cara, de los ojos, actitud y morfología del cuerpo, oír y valorar las características de la voz, excretas, etc. Todo ello en común con el más puro estilo de nuestra medicina clásica hipocrática. Clasificar los síntomas y signos según los Ocho Principios: superficie/profundidad, frío/calor, vacío/plenitud y Yin/Yang, permite una primera aproximación diagnóstica que facilitará el diagnóstico de síndrome de MTC y el seguimiento evolutivo de la enfermedad. Mención especial merecen, por ser específicos de la MTC, la observación de la lengua y la palpación del pulso. Ambos aportan datos de enorme valor para configurar el diagnóstico de síndrome de MTC, imprescindible para aplicar un tratamiento específico acupuntural y/o fitoterápico.
Observación de la lengua: La parte representa al todo. De la simple observación de la misma se pueden deducir alteraciones de otras partes del organismo. Topográficamente, la punta representa a pulmón y corazón, la parte media al bazo-estómago (digestivo), la base a riñón y los laterales a hígado y vesícula biliar. Los cambios de coloración, forma o saburra en una de dichas regiones anatómicas de la lengua debe inducir a sospechar patología de los órganos correspondientes. La coloración del cuerpo de la lengua informa acerca de cambios generales, así una lengua pálida es sinónimo de vacío de Qi (energía), sangre, o Yang, si es roja, calor, si púrpura con puntos equimóticos, estasis de sangre, etc. Si el cuerpo de la lengua está hinchado, con huellas de los dientes en los laterales habrá retención de flema-humedad, si es una lengua delgada indica vacío de Yin, de sangre, o líquidos orgánicos, etc. La capa de saburra normal es fina y de color blanco, si mantiene su color pero es espesa indica humedad, frío, retención de comida, indigestión, si la saburra es amarilla, como reseca o quemada, indica calor y falta de líquidos, si es gris-negruzca, deficiencia de Yin, si es de aspecto geográfico, con áreas peladas o pelada del todo, sin saburra, indica una deficiencia de Qi y Yin de estómago, etc.

Palpación del pulso: Constituye un método diagnóstico de primer orden en MTC. El pulso puede ser valorado en distintas localizaciones anatómicas (cabeza, miembros superiores e inferiores), obteniéndose en cada punto información relativa al Qi de distintos órganos o partes del cuerpo. Sin embargo el más comúnmente utilizado es el obtenido en las muñecas. A diferencia de la valoración del pulso en MO, en donde se valora exclusivamente la frecuencia y el ritmo, la MTC valora matices muy diversos tales como superficial/profundo, débil/fuerte, resbaladizo, filiforme, cuerda, corto, áspero, etc., con lo que se obtiene información general del estado energético del cuerpo. El pulso radial, a su vez, se divide en tres localizaciones contiguas: Distal (en la base del pulgar), medial (sobre la propia arteria radial) y proximal. Cada una de estas regiones, en cada lado, y en superficie y profundidad refleja la actividad de un órgano, por ejemplo, el pulso superficial en la parte proximal de la muñeca derecha representa a Intestino Grueso, la misma localización pero contralateral y profundo representa al Corazón, etc. Las características del pulso son muy variables y reflejan rápidamente los cambios evolutivos de la enfermedad, tanto si se agrava como si evoluciona hacia la curación.
El Síndrome en MTC: Es la síntesis de los síntomas y signos recogidos en la historia clínica, junto al aspecto de la lengua y las características del pulso. De este conjunto se obtienen cuadros clínicos o síndromes encajables en diversos estados patológicos (deficiencias o excesos de Qi, Yang, Yin, etc) de los órganos Zang-Fu. En caso de patología atribuible a factores patógenos externos como calor, frío o humedad, se puede hacer una valoración según la teoría de las cuatro capas (Wen Bing), seis niveles (Shang Han Lun) o Síndromes del San Jiao, respectivamente. De dichos síndromes se derivarán tratamientos que pueden asentarse en uno o varios de los pilares de la terapéutica de la MTC que son la Fitoterapia o Farmacopea China, la Acupuntura y la Tuina (masaje). Todo ello dentro de un estricto marco doctrinal que requiere profunda formación académica previa, experiencia y rigor.
Los Tres Tesoros: La vida, según la MTC, es posible por la mutua interacción de los Tres Tesoros: Jing, Qi y Shen. El primero de ellos, el Jing (esencia) pertenece a lo invisible e imperceptible. Es origen, reserva, y potencial de toda manifestación, aquello por lo que un árbol da siempre los mismos frutos, y sin embargo hace que una rosa sea siempre diferente de otra rosa. Jing es el sustrato material de la vida, sin el cual ésta no es posible. Existe un Jing innato, o cielo anterior, vector de caracteres hereditarios transmitidos por los padres y un Jing adquirido, o cielo posterior, que proviene del cielo (aire), tierra (alimentos) y de los fenómenos cosmotelúricos (luz, radiación cósmica, agua, aire, sol, movimientos energéticos del universo…). El Jing se debilita fisiológicamente en la vejez, y patológicamente con el exceso de trabajo, enfermedades, medicamentos, drogas y excesiva actividad sexual.
El Jing en cuanto sustrato material y funcional produce Qi (energía), que es el segundo tesoro, el cual procede de la interacción Yin/Yang. El exceso de Qi se reconvierte en Jing, lo que permite su desarrollo. El Qi es movimiento y se distribuye por todo el cuerpo según ritmos circadianos establecidos a través de una compleja red de meridianos o canales anastomosados entre sí que carecen de expresión anatómica. La teoría de los meridianos es específica de la MTC y es complementaria a la teoría de los órganos y entrañas. Dichos meridianos se relacionan con los órganos y las entrañas, y ante la aparición de una enfermedad pueden ser vías energéticas de progresión de la misma, pero permiten, al mismo tiempo, el diagnóstico y tratamiento. En ellos asientan puntos acupunturales de acción específica, que son lugares de concentración y transmisión de la energía, los cuales permiten actuar tanto locálmente, en las patologías superficiales de los meridianos, como a distancia, en las patologías profundas de los órganos, tonificando en casos de deficiencia energética y dispersando en casos de excesos y bloqueos de la energía.
La vida, según la MTC, es inconcebible sin el concurso de las actividades mentales y espirituales armónicamente entramadas con las actividades Jing y Qi. La conexión espiritual del hombre con el cosmos, por lo que el hombre deviene transcendente, se realiza a través del Shen (espíritu-mente) que es el tercer tesoro y la base del psiquismo en MTC29. La imprescindible interacción de los tres tesoros despeja cualquier duda acerca de la relación mente-cuerpo en MTC, las funciones psíquicas están plenamente integradas con las funciones de los órganos somáticos.
En MTC25, el Corazón alberga al Shen, o espíritu en su más amplio sentido. Es lo espiritual, pero también lo mental o psíquico. El Corazón como órgano principal, o emperador, alberga la parte rectora e integradora de la esfera psíquica, pero otras funciones, también psíquicas, se encuentran distribuidas, según la teoría de los Cinco Elementos, entre los cinco órganos Zang de forma que mientras el Bazo se encarga de la función del pensamiento racional (Yi) y enferma de obsesión o falta de concentración; el Pulmón aloja el coraje para desarrollar el programa de desarrollo personal o instinto de conservación individual (Po), y enferma de ansiedad y tristeza; el Riñón es sede de la voluntad y deseo de continuidad y de realización sobre todo como miembro de la especie (Zhi), y enferma de miedo o pánico; del Hígado se ha dicho que es sede del alma (Hun) en el sentido de espíritu creativo que imagina opciones diversas a partir de datos almacenados por el Bazo (Yi) y las propone de forma expansiva, creativa y cambiante; enferma de ira o cólera. Estas opciones son finalmente ofrecidas al Shen que habita en el Corazón, el cual, partiendo de un trabajo bien elaborado por los demás órganos integra una función psíquica equilibrada, causa de la sana alegría que caracteriza al ser humano feliz, pero que, en desequilibrio, genera la pérdida de ésta o la euforia e hilaridad enferma. Este esbozo de relación de órganos con actividades mentales y emociones voy a desarrollarlo a continuación.

Estructura del psiquismo en MTC

Shen: El término Shen abarca tanto un concepto amplio, es decir el Shen espíritu, cósmico y transcendente, como un concepto restringido, el Shen mental, integrador de las funciones mentales de los órganos. Como conciencia organizadora y espíritu, se aloja en el corazón, desde donde recibe toda las informaciones mentales y las integra. Siguiendo la tradición china, el hombre no es sólo un ser psico-somático, sino que constituye una unidad cosmo-psico-somática. El pictograma de Mencius, estructura al ser humano en siete planos: los tres primeros corresponden al Shen, los tres últimos a los niveles anatomo-fisiológicos, área de acción principal de lo que entendemos hoy como medicina occidental (Gráfico 2). Entre los tres planos psíquicos y los tres planos orgánicos se encuentra, a modo de bisagra, el plano energético, campo de acción de las denominadas medicinas energéticas.

Foto parrafo

Los tres primeros planos estructuran el psiquismo humano, el primero representa el nivel espiritual, compartido con el cosmos, el segundo corresponde al plano mental y el tercero corresponde al plano emocional (Gráfico 3).
El ideograma chino del Shen podría traducirse como 'lo que cae del cielo y atraviesa el cuerpo'. Laurent lo denomina Shen-entidad, el cual no surge de la actividad de los órganos sino que procede de la conciencia creadora universal. Podríamos relacionarlo con el inconsciente colectivo, algo que, estando en el individuo, no es propiamente suyo, sino que comparte con otros seres y que es de origen cósmico. Esta parte del Shen es la más alta de la manifestación, es como una hiperconsciencia que pone al hombre en contacto con el Tao (Dios, Cielo …). El Shen universal se manifiesta en el Shen individual en el momento del nacimiento, cuando el Jing de la madre y del padre se funden en el nuevo ser, y es reintegrado en el momento de la muerte, cuando Jing y Shen se separan. Según el So Wen, la iluminación, la apertura del espíritu, la premonición, la comprensión activa de lo inexplicable es lo que se llama Shen.
La otra parte del Shen, el Shen-síntesis de Laurent, o Shen individual, tiene la capacidad de sintetizar las diversas informaciones recibidas del conjunto de las actividades psíquicas de las cuatro secciones mentales: Yi, Hun, Po, Zhi, relacionadas directamente con los órganos somáticos. El conjunto de éstas, junto a Shen-síntesis, constituye el plano mental, localizado en el nivel 2 de Mencius, inmediatamente por debajo del plano espiritual o nivel 1, e inmediatamente por encima del plano de las emociones. Funcionalmente no es posible separar la actividad de estas cuatro secciones, aunque se hace teóricamente con finalidad didáctica y de comprensión. Shen es la síntesis de las cuatro secciones mentales, como la luz blanca es la síntesis de los colores básicos32.
Como el Shen está ligado al corazón, sus alteraciones repercuten en el corazón y las enfermedades del corazón repercuten en el Shen. La actividad Yin-Yang nos permite clasificar en patología por exceso (Yang) o por defecto (Yin).
Patología por exceso ('Kuang'): Agitación, euforia, risa loca, delirio, alternancia desordenada de risas y llantos, sueños de risas y temores. En el plano orgánico, palpitaciones, sensación de calor en corazón, opresión torácica, pinchazos, hinchazón subdiafragmática, sed, sequedad de garganta, orina concentrada, orina con sangre, vómitos de sangre, epistaxis, cara y ojos rojos y congestivos.
Patología por vacío ('Dian'): Tristeza que procede del pulmón, en contradominancia (teoría de los Cinco Elementos), o por ausencia de alegría, vacío de corazón. Angustia, astenia mental, conciencia desordenada. Locura calmada, dificultad para hablar, insomnio, sueños de luchas contra incendios. En el plano orgánico, transpiración espontanea, sudores fríos, disnea, dolores de corazón que irradian a espalda.
Yi: Asienta en el Bazo, es el aspecto psíquico del Bazo, irradiación tierra del Shen: Centralizador, mediador, armonizador. Ayuda al Shen a adaptarse al entorno.
Es la más mental de las secciones de la conciencia. Coordina las funciones Po-Hun-Zhi. Es la función central. Ideación como facultad de comprender. Yi es la idea, pero también la memoria de hechos pasados. Permite reflexionar y memorizar. Facultad de pensar conscientemente. Por su posición central controla todo. En Yi existen imágenes del pasado y del presente, del entorno y propias de cada uno. A partir de ellas elabora dossieres, a modo de ficheros de memoria de lo vivido, de los que dispone el Shen. Con esta información Yi ayuda a Shen a tomar decisiones.
Representa la facultad de pensar, de concentrarse, analizar, sintetizar, clasificar, memorizar, imaginar, conceptualizar, crear y utilizar símbolos, emblemas, códigos, palabras imágenes, signos…
Nos permite una representación personal de la realidad. Esta hipertrofia de lo mental, en detrimento de los cinco sentidos, es lo que más diferencia nuestra estructura psíquica de la de los animales.
Bazo y Yi son la raíz del cielo posterior. Al igual que Bazo recibe y elabora alimentos (la MTC asignó al bazo funciones digestivas), Yi recibe y elabora informaciones. Recibe información sensorial (cinco sentidos), los integra y los transmite al Shen. Yi es organizador y conceptualizador de nuestros pensamientos y sentimientos, vía del aprendizaje. Está ligado a la educación.
Yi es utilizado por Hun para planificar e imaginar, por Zhi para realizar, por Shen para organizar el conjunto de las facultades psíquicas. Yi es el coordinador.
Patología: Si Qi de Bazo es abundante, el pensamiento es claro, si escaso, lentitud mental, pensamiento confuso, difícil concentración y memorización, fatiga intelectual. Todo exceso de actividad intelectual, la rumiación de ideas, obsesiones, hieren el Qi del Bazo.

Clasificación Yin-Yang:
Patología por exceso (Yang): Obsesión. Pensamientos anclados en el pasado. Sensación de pesadez del cuerpo. Heces pastosas. Dolores musculares y articulares. Sueños de tener el cuerpo muy pesado.
Patología por vacío: Dificultad de concentración. Yi no tiene datos almacenados y no facilita información al Shen. No puede colaborar con Zhi-voluntad para elaborar pensamiento creativo: astenia psíquica. Dificultad de concentración y memorización. Digestión lenta y pesada, meteorismo, borborigmos, diarrea, miembros cansados, sin fuerza, tez pálida.
Hun: Asienta en el Hígado, es el aspecto psíquico del Hígado. Radiación madera del Shen, ascendente, ligero, claro, dinamizante, sublimante. Es la manifestación más espiritual de la conciencia. Masculino, Yang. Proyecta el futuro.
Hun rige las idas y venidas del Shen, es su sombra. Es móvil y cálido. Representa la inteligencia analítica del presente proyectada al futuro para elaborar un proyecto, una táctica, una acción. Es ayudado por la Vesícula Biliar que posee la decisión.
Hun es la imaginación que, como el viento, va en todas las direcciones. Shen utiliza al Hun para exteriorizarse en toda su amplitud: inteligencia, espiritualidad, intuición, grandes sentimientos, sueños, introspección, creatividad, imaginación, respeto y amor a la vida, entusiasmo en las ideas, en las palabras… Hun ama la vida.
Patología: Ligado al Hígado, Hun repercute en él y él en Hun. Si el movimiento ascendente de Hun es excesivo hay inversión del Qi o de la sangre y Yang de Hígado, lo que da cólera. Si dicho movimiento es insuficiente, hay estancamiento de Qi de Hígado que produce timidez, depresión, miedo.
Hun funciona por excitación refleja, en circunstancias peligrosas, cuando se está amenazado y se precisa una acción rápida. Entonces Yi está desconectado y las sensaciones son almacenadas por Hun (no por Yi, que es lo fisiológico). Hun no clasifica con la lógica de Yi y convierte esta memoria en memoria inconsciente. Hun establece conclusiones inmediatas y simples, sin discernimiento, no clasifica y queda esta información con un valor idéntico. Esta es la base de la alienación, dictando actitudes conforme a modelos establecidos que evocan situaciones que se le parecen32.
Clasificación Yin-Yang:
Patología por exceso: Cólera, agresividad, sueños de cólera. Muchos planes, planes inadaptados. Comportamientos compulsivos y repetitivos para situaciones distintas que exigirían respuestas distintas. En el plano orgánico, dolores torácicos, sensación de opresión, vómitos de bilis, vértigos, insomnio, reglas irregulares, alteraciones en la erección. Todo ello es patología por estancamiento de Qi de Hígado.
Patología por vacío: Ausencia de proyectos. El miedo se apodera (agua, madre de la madera). Pérdida de la capacidad creadora y de la visión de futuro. No hay esperanza, falta de combatividad. Deseo de morir. En el plano orgánico, parestesias, espasmos, convulsiones, migraña, insomnio, vértigos, alteraciones de la visión. Reglas prolongadas, frigidez, impotencia, eyaculación precoz. Sueños de olor de hongos y plantas frescas.
Po: Asienta en el Pulmón, es el aspecto psíquico del Pulmón, irradiación metal del Shen. Descendente, condensador, separador. Es la parte más terrestre y material de la conciencia. Es femenino, Yin.
Memoria hereditaria de futuro. Po es el plano motor profundo del psiquismo, la inteligencia animal profunda de las células, representa la memoria celular de futuro, lo que está programado, que está por realizar.
Es la fuente del instinto de conservación individual. Da al ser la conciencia egocéntrica que anima a vivir para sí misma, a desmarcarse de los otros. Individualizante. Al mismo tiempo, esa conciencia del ‘otro’ hace que pueda alojar sentimientos solidarios y de compasión hacia sus semejantes. Tendencia impulsiva a la acción. Controla mecanismos glandulares y endocrinos. Relacionado con la piel y el tacto, permite las sensaciones propioceptivas y endoceptivas.
Hun y Po forman una pareja inseparable. Hun es vitalidad espiritual, Po es vitalidad orgánica. Si Hun y Po están unidos, Shen se vivifica. Por naturaleza Hun tiende a elevarse y Po tiende a descender. Hun se asocia al movimiento, actividad, calor. Po se asocia a reposo, inactividad, frío. No hay Po sin Hun ni Hun sin Po. El desequilibrio entre ellos es causa de enfermedades.
Patología: Ligado al pulmón, se repercuten mutuamente.
Clasificación Yin-Yang:
Patología por exceso: Obsesión por el futuro. Sueños de lloros, flotar en el aire, volar… Sobreexcitación del Corazón. En lo somático, disnea, dolor torácico con plenitud. Tos y expectoración espesa. Sed.
Patología por vacío: Tristeza, pérdida del instinto de conservación. Sueños de heridas sangrantes. En lo somático el pulmón no puede mover el Qi: Astenia, tristeza, voz débil, transpiración espontánea, disnea, tos sin fuerza.
Zhi: Asienta en Riñón. Es la característica psíquica del Riñón, radiación agua del Shen. Reserva del cielo anterior.
Es la base de la fuerza de voluntad, poder de determinación, ambición, perseverancia, voluntad de llevar a cabo sus intenciones, capacidad de desear. Permite a cada cual afirmarse en su voluntad de vivir. Condensa los atributos de continuar manifestándose (mantener la vida).
Zhi es la fuerza animadora de las otras tres secciones del psiquismo. En las personas apasionadas Hun genera impulsión personal, Yi aporta la reflexión necesaria para alcanzar el objeto de la pasión, Zhi es la capacidad realizadora de la pasión. El conjunto de las cuatro secciones permiten manifestarse al Shen para vivir la pasión29.
Zhi está ligado al fuego de Mig-Men (Puerta de la Vida), lugar de concentración de la energía ancestral. Zhi gestiona la energía sexual.
Zhi está íntimamente ligado al Shen: Es el eje shao-yin, corazón y riñón, que forma el eje energético vertical del hombre. Sostenimiento mutuo de fuego y agua que da equilibrio fisiológico, mental y espiritual. Numerosas alteraciones psíquicas proceden de la ruptura de este eje.
Patología: La debilidad de Riñón disminuye la motivación de vivir, depresión mental, apatía psíquica, enfermedad y muerte. La tradición china nos invita a economizar nuestros deseos. Estos están en la base de la mayoría de los desarreglos y problemas, pero también representan las 'vitaminas' de la motivación de vivir29.
Clasificación Yin-Yang:
No existe patología por exceso de Zhi. Sí patología por plenitud secundaria a vacío de Qi de Riñón: Edemas, acúfenos, diarrea de alimentos no digeridos, palpitaciones. Sueña que la columna vertebral se separa del cuerpo. Riesgo de locura agitada, Kuang.
Patología por vacío: Impotencia, pérdida de memoria, Apatía, no quiere vivir. Senilidad. Pérdida de memora consciente: Yi no es sostenido por Zhi. Sueños de estar en un barco.

Foto parrafo

Las Emociones: Causas y mecanismos patogénicos de las enfermedades psíquicas25,26,33

El nivel 3 del pictograma de Mencius es el plano de las emociones, muy relacionadas con los compartimentos o secciones mentales descritas. Cada órgano está ligado a un espíritu (sección mental) y cada espíritu ligado a una o varias emociones (Gráfico 4).
Las emociones son un fenómeno psíquico natural, fisiológico, aunque con frecuencia son causa de enfermedad. Todas las emociones tienen su razón de ser y participan en la adaptación al entorno y equilibrio interior. No deben ser vistas como nociones fijas ni ideas reductoras, sino en su sentido más amplio.
Estas son:
La cólera: Abarca los conceptos de cólera, frustración, resentimiento, animosidad, irritabilidad, amargura. Es fisiológicamente necesaria. Preside los movimientos de exteriorización emocional necesarios para el combate. El exceso de cólera es la emoción más destructiva y desestabilizante.
Se traduce en un movimiento excesivo de Qi que sube bruscamente. Es un síndrome Yang, plenitud. Cuando se exterioriza provoca un acúmulo de Qi que ataca Bazo-Estómago, o se transforma en fuego que daña al Corazón y al Shen. La cólera sube todo hacia arriba y vacía lo bajo (hiere al Yin).
La depresión mental, asociada erróneamente a la tristeza, se origina frecuentemente por una cólera retenida, frustración, resentimiento que suprime el Qi de Hígado.
La obsesión: Abarca los conceptos de preocupación, rumiación mental, pensamientos obsesivos, exceso de trabajo intelectual, exceso de actividad mental, exceso de estudio. No se debe confundir la preocupación, ansiedad, inquietud, que depende de Bazo, con la tristeza, nostalgia, melancolía, duelo, que depende del Pulmón.
La reflexión, búsqueda de soluciones, es fisiológicamente necesaria. El exceso de reflexión es la preocupación, la obsesión. Tiende a dañar a Corazón y Bazo que se encuentran como desbordados de información, 'plétora cerebral'. Cuando la reflexión se disregula provoca obsesión, confusión mental.
La obsesión bloquea el Qi de Bazo.
La tristeza: Abarca los conceptos de tristeza, melancolía, duelo, compasión. Es fisiológicamente necesaria. Compasión, sentimiento de compartir una pena. Subraya nuestra ligazón a algo o a alguien. En la tristeza (compasión) se basan muchos sentimientos y acciones altruistas. Se trata de un mecanismo psíquico que nos permite integrar que no somos inmortales, una protección contra el miedo a nuestra propia muerte.
El exceso de tristeza actúa como oposición al movimiento normal del corazón que se asocia a la alegría de vivir. La tristeza entraña disgusto con nuestra propia vida, favorece el instinto de muerte.
La tristeza afecta principalmente a tres órganos: Pulmón, Corazón, Hígado. Bloquea la función descendente del Qi de Pulmón. El estancamiento de Qi provoca calor y éste, vacío de Qi de Triple recalentador superior. Además, el estancamiento de Qi suprime al Hígado, lo que produce fuego de Hígado que ataca Pulmón, y consecuentemente, tristeza.
El Miedo-Terror: Engloba los conceptos de miedo, inquietud, ciertas formas de ansiedad, o timidez, fobias, aprensión, pánico, terror. Es fisiológicamente necesario. Es instinto de conservación, señal de alarma.

El exceso de miedo, ser miedoso, temeroso, angustiado, fóbico, priva al Shen de la necesaria tranquilidad, se opone a la alegría del Corazón. El miedo de vivir se opone a la alegría de vivir.
Corazón y Riñón son los órganos principalmente afectados. El miedo rompe la comunicación Riñón-Corazón. Fija el agua a los riñones que no sube a nutrir el Corazón, lo que produce fuego que agita al Shen. El miedo crónico impide la expansión creadora del Shen y el impulso de realización.
El temor crónico produce leucorrea, metrorragias, espermatorrea.
La Alegría: Comprende los conceptos de alegría, sensación de bienestar, risa, sentimiento de felicidad. Es la emoción de la salud y de la armonía. Depende del Shen y asienta en el corazón. Es fisiológicamente necesaria. Es un movimiento de fuego centrífugo y expansivo.
La alegría inapropiada causa enfermedad: alegría desproporcionada, risas sin causa aparente. La ausencia de alegría (alegría de vivir): desinterés por la existencia. El exceso de alegría agita al Corazón, dispersa el Shen.

Las emociones son causa de patología cuando son excesivas, duran mucho tiempo, o inciden sobre un Shen débil con predisposición a enfermar. Representan las causas internas más importantes de enfermedad. Toda emoción excesiva, consecuencia de una disfunción de los cinco compartimentos mentales, produce afectación del órgano correspondiente y viceversa, la disfunción de un órgano Zang produce una alteración emocional. No puede haber mejor explicación para los trastornos psicosomáticos.
Según el So Wen, lo primero que enferma es el espíritu, y por tanto es el Shen es lo primero que hay que tratar. Para el Tao, el equilibrio estático no existe, todo está en movimiento, cambio, mutación. El equilibrio es moverse entre los extremos y debe haber movimiento, oscilación, en los estados emocionales34. El bloqueo de las mutaciones cíclicas de la psique produce patología.
Las emociones representan, en contraposición a los factores patógenos externos (frío, calor, humedad, sequedad y viento), las causas internas de enfermedad. Según Sionneau:
I) Las emociones son el factor principal de causa interna de patología. Toda emoción excesiva, consecuencia de una disfunción de los cinco espíritus produce afectación del órgano correspondiente y viceversa, la disfunción de un órgano Zang produce una alteración emocional.
II) Cada emoción está ligada a un órgano Zang. Eso no quiere decir que afecte sólo a ese órgano.
III) Una emoción que se repite frecuentemente (pero no siempre) revela la alteración de un órgano Zang.
IV) Las alteraciones emocionales hieren sistemáticamente al corazón
V) Las emociones inducen fácilmente estancamientos de Qi de Hígado que a su vez produce 6 estancamientos: Qi, sangre, humedad, mucosidades, calor, alimentos, que están en el origen de muchas enfermedades.
VI) Los excesos emocionales se transforman en fuego. Las emociones disregulan fácilmente el Hígado, cuya misión es favorecer la circulación de Qi y de sangre. El Qi de Hígado se estanca y produce fuego interno. 'Las cinco emociones se transforman en fuego', fuego interno que pueden producir viento interno y éste mucosidades-fuego que dañan al corazón.
VII) El fuego emocional puede herir fácilmente el Yin de Riñón, lo que produce calor-vacío o un Yang hiperactivo: Subida de Yang de Hígado que afecta al Shen o ruptura de la comunicación Corazón-Riñón.
VIII) Las emociones perturban las funciones del Qi y la sangre.
IX) Las emociones disregulan y agotan el Qi de Bazo y el Qi de Pulmón.
X) Toda emoción repentina y violenta hiere los riñones
XI) Hígado, Corazón y Bazo son los órganos más a menudo afectados por las emociones
Las emociones no son obligatoriamente causa de enfermedad. Pueden ser factores de agravamiento o de mejoría.
Según relata Laurent, las enfermedades psíquicas son debidas a la existencia de masas energéticas mentales, físicas y emocionales enquistadas que denomina Gui internos (en contraposición a los Gui externos: fantasmas, maleficios, influencias, de origen oscuro que no serán contemplados en este escrito). Su existencia se atribuye a una agresión muy potente que conecta Hun con Po, sin que intervenga Yi, lo que implica una pérdida de lo consciente. Se trata de una parte del psiquismo no controlada por Yi, pero que está cargada de información. Esta información, almacenada en Hun y Po, es la base de los Gui internos. Son como agujeros de la memoria consciente que pueden ser sensaciones tales como palabras, dolores, etc. Desvelar su origen es la base de la resolución de estos problemas. Poseen imágenes o reflejos de enfermedades físicas, están cargados de órdenes alienantes que una vez desencadenadas son justificadas por Yi, desencadenando y aceptando enfermedades y sufrimientos. Son la base de la medicina psicosomática y funcionan como circuitos parásitos permanentes que actúan sobre terrenos predispuestos, manteniendo la enfermedad una vez declarada. Los Gui internos se detectan por comportamientos opuestos a la ley vital de la perpetuación, la cual se expresa por una armonía somática energética y por actitudes óptimas, actividades que permiten la perpetuación del individuo o la especie.
Dos tipos de Gui interno:
- De predominio somático: Almacenados en Po. Han sido bien estudiados por psicoterapias que van desde el grito primal hasta la bioenergética.
- De predominio comportamental: Almacenados en Hun, relacionados con la psicoterapia verbal y el psicoanálisis.
Este concepto de la tradición china se correlaciona con los conceptos de cliché (Vitoz) o de engrama (Hubbard).

Los principios en que se apoya la MTC aportan una visión integradora que permite globalizar todos los procesos del ser humano de forma que no cabe imaginar una alteración psíquica sin repercusión física y viceversa. Por su propia naturaleza se invoca la reciprocidad causal de forma que un determinado cuadro psicológico desarrollará, si se mantiene en el tiempo, un cuadro somático más o menos preciso y, por la misma razón, una alteración física mantenida desarrollará una consecuencia psíquica determinada.
Los trastornos psicosomáticos, tanto los Trastornos Somatomorfos como las Enfermedades Psicosomáticas, son enfermedades complejas para las que se acepta como causa un conflicto de índole psicológica. Estos pacientes cursan con un cuadro psicológico complejo y variable que precisa diagnóstico y tratamiento. Los síntomas físicos asociados a los trastornos somatomorfos constituyen un listado sin orden ni sistematización posible en MO. No se conoce una explicación patogénica que relacione las alteraciones psíquicas, supuestamente causales, con las alteraciones orgánicas, supuestamente secundarias.
En estos casos, en MO, se procede a tratar el cuadro psíquico independientemente de las alteraciones orgánicas, las cuales, por su indefinición y ausencia de explicación patogénica, pueden ser únicamente tratadas sintomáticamente, con pobres resultados e importante yatrogenia medicamentosa e incluso quirúrgica.
Por el contrario, en MTC no caben enfermedades sólo psíquicas o sólo somáticas. Cuando así se da es porque el síndrome no se ha presentado completamente desarrollado, igualmente que en una enfermedad de MO pueden faltar determinados síntomas o algunas analíticas no evidencian todos los hallazgos esperables. La asociación mente-cuerpo en MTC se lleva a cabo en los órganos Zang, cada uno de los cuales tiene asociados elementos propios del cosmos tales como planetas, estaciones climáticas, elementos materiales básicos (cinco elementos), órganos parenquimatosos, tejidos, compartimentos mentales, etc. La presencia de estos compartimentos mentales asociados a los órganos explican fisiopatológicamente (dentro de los principios de la MTC) por qué se asocian los trastornos físicos y psíquicos.
El conjunto de síntomas físicos y psíquicos, unidos al resto de la historia clínica, el aspecto de la lengua y las características del pulso, configuran el diagnóstico del síndrome en MTC que, aunque muy distinto del de MO, se basa en una teoría fisiopatológica que procede de un marco doctrinal bien asentado, y que es tributario de tratamiento específico acupuntural y/o fitoterápico. A continuación se expone una aproximación de cómo la MTC26,30 interpretaría los síntomas somáticos de mayor incidencia21 en los trastornos somatomorfos.

Dolores de espalda Deficiencia de Qi o Yang de Bazo
Estancamiento de Qi de Hígado
Hiperactividad de Yang de Hígado
Ascenso de fuego de hígado
Deficiencia de Qi, Yang o Yin de Riñón
Calor humedad de Vejiga

Mareos Insuficiencia de sangre de Hígado
Deficiencia de Qi

Dolor en extremidades Deficiencia de Qi, Yang o Yin de Riñón (rodilla)
Hiperactividad de Yang de Hígado (entumecimiento, temblor)
Insuficiencia de sangre de Hígado (entumecimiento)
Calor humedad de Bazo (pesadez)
Deficiencia de Qi o Yang de Bazo (pesadez)
Deficiencia de sangre

Dist. abdominal, flatulencia Deficiencia de Qi y Yang de Hígado
Hundimiento de Qi de Bazo
Frío humedad de Bazo
Calor humedad de Bazo
Humedad calor de Intestino Grueso
Retención de comida en Estómago

Disnea sin esfuerzo Deficiencia de Qi de Riñón
Deficiencia de Qi y Yang de Corazón
Deficiencia de Qi de Bazo
Deficiencia de Qi de Pulmón
Exceso de flema humedad en Pulmón
Exceso factores patógenos externos en Pulmón

Palpitaciones Deficiencia de Qi de Corazón
Vacío de Xue de Yin de Corazón
Estancamiento y obstrucción de sangre en Corazón
Hiperactividad o ascenso de fuego al Corazón
Flema fuego que ataca al Corazón
Deficiencia de sangre o de Yin

Dolor articular Deficiencia de Qi, Yang o Yin de Riñón (rodilla)
Patología de Meridiano de Estómago (tobillo)
Patología de Meridiano de Pulmón (hombro)
Patología de Meridiano de Corazón (codo)
Patología de Meridiano de Hígado (cadera)

Dolor torácico Estancamiento de Qi de Hígado (hipocondrios)
Hiperactividad de Yang de Hígado (hipocondrios)
Humedad calor de Hígado y V. Biliar (hipocondrios)
Deficiencia de Qi y Yang de Corazón
Estancamiento y obstrucción de sangre en Corazón
Flema fuego ataca al Corazón
Exceso factores patógenos externos en Pulmón


Náuseas Estancamiento de Qi de Hígado
Humedad calor de Hígado y Vesícula Biliar
Flemas que alteran la mente
Calor humedad de Bazo
Deficiencia de Yin de Estómago

Amnesia Hiperactividad de Yang de Hígado
Deficiencia de Xue y Yin de Corazón

Dolor abdominal Deficiencia de Qi y Yang de Hígado
Hundimiento de Qi de Bazo
Frío humedad de Bazo
Calor humedad de Bazo
Humedad calor de Intestino Grueso
Retención de comida en Estómago

Intolerancia alimenticia Deficiencia de Qi y Yang de Bazo
Frío humedad de Bazo

Diarrea Deficiencia de Yang de Riñón (matutina)
Deficiencia de Qi de Bazo
Bazo no controla la sangre
Hundimiento de Qi de Bazo (crónica)
Frío humedad de Bazo (heces pastosas)
Calor humedad de Bazo (heces pastosas)
Exceso de flema fluida en Pulmón
Humedad calor en I. Grueso (heces purulentas)
Retención de comida en Estómago
Deficiencia de Yang (frío deficiencia)
Exceso de Yin (frío exceso)

Dificultad para la deglución Estancamiento de Qi de Hígado

Dolor en la menstruación Estancamiento de Qi de Hígado (premenstrual)
Bazo no controla la sangre (menstrual y post)

Visión borrosa Insuficiencia de sangre de Hígado
Hundimiento de Qi de Bazo (deslumbramiento)

Parálisis/debilidad muscular Deficiencia de Qi de Bazo
Hundimiento de Qi de bazo
Hiperactividad de Yang de Hígado
Ascenso de Yang de Hígado

Pérdidas menstruales exc Estancamiento de Qi de Hígado
Bazo no controla la sangre

Indiferencia sexual Insuficiencia de Qi, Yang o Yin de Riñón

Problemas en la marcha Deficiencia de Qi de Bazo
Hundimiento de Qi de bazo
Hiperactividad de Yang de Hígado
Ascenso de Yang de Hígado



Es difícil explicar con generalidades la complejidad de estos diagnósticos. Para facilitar su comprensión me apoyaré en dos ejemplos: La lumbalgia crónica, síntoma que con mayor frecuencia acompaña a los trastornos somatomorfos24, y la dispepsia, síntoma básico acompañante de la enfermedad ulcerosa gastro-duodenal y de las gastritis, que en su conjunto constituyen una típica enfermedad psicosomática. De igual modo podríamos analizar la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn)36, el angor péctoris26, las cervicobraquialgias26 o las cefaleas26,37, por nombrar sólo algunas de las enfermedades en las que el papel determinante de la psique es ya indiscutible.

La lumbalgia: Una vez descartadas causas mecánicas o traumáticas subsidiarias de tratamiento quirúrgico, se acepta que en la mayoría de los casos el dolor de espalda es debido a una simple distensión muscular38. Tanto en MO como en MTC, es preciso tener en cuenta los factores psíquicos y sociales que puedan subyacer al trastorno.
El tratamiento en MO incluye fisioterapia, antiinflamatorios, miorelajantes, y, finalmente, abordar el problema psicológico de fondo con antidepresivos, psicoterapia, etc.
En MTC la lumbalgia39 se ve de una forma distinta. Se considera que no hay lumbalgias sin insuficiencia de energía del Riñón. Esto significa que detrás de cada lumbalgia hay un mensaje que anuncia un descenso de la vitalidad general.
Los factores patógenos externos (viento-frío, frío-humedad, calor-humedad) pueden ocasionalmente afectar a la región lumbar, la cual, en ausencia de una debilidad de Riñón, se presentará como formas de lumbalgia aguda que serán muy fácilmente tratables. Por el contrario, la existencia de una deficiencia de Riñón hace, a la región lumbar, especialmente sensible a dichos agentes patógenos externos que contribuyen a desencadenar y perpetuar una lumbalgia crónica.
El tratamiento de la lumbalgia, como otras enfermedades, hay que basarlo en la etiopatogenia y obtener un diagnóstico por la diferenciación de síndromes.
Las causas de lumbalgia crónica no son los factores externos mencionados, que pueden ser desencadenantes o agravantes, sino que son causas de procedencia interna, las cuales pueden dividirse en tres grupos:
1) Exceso de actividad física o sexual que agota la esencia de Riñón.
2) Perturbaciones emocionales
- La ansiedad y el pensamiento obsesivo que dañan al Bazo.
- La cólera expresada o reprimida que daña al Hígado.
- El miedo que daña

Comentarios de los usuarios



No hay ningun comentario, se el primero en comentar

Recomendamos

GOLDBERG, STAHL. PSICOFARMACOLOGÍA PRÁCTICA

Goldberg y Stephen M. Stahl. Prologo de Alan F. Schatzberg. Durante las últimas cuatro décadas, l...

VER MÁS
VER TODO
página antidepresivos
Publicidad

Próximos cursos

CFC Solicitado créditos

Clínica y psicoterapia de los trastornos de la personalidad (Parte I: trastornos más comunes)

Inicio: 03/06/2026 |Precio: 180€