Para que los profesionales de la rehabilitación aborden adecuadamente la participación significativa en actividades sociales con sus pacientes después de un accidente cerebrovascular, debe haber una mejor comprensión del neurocomportamiento, es decir, cómo el deterioro neurológico y sus secuelas y factores ambientales apoyan o limitan la participació...
Para que los profesionales de la rehabilitación aborden adecuadamente la participación significativa en actividades sociales con sus pacientes después de un accidente cerebrovascular, debe haber una mejor comprensión del neurocomportamiento, es decir, cómo el deterioro neurológico y sus secuelas y factores ambientales apoyan o limitan la participación social. El estudio actual examina cómo influye la gravedad de los accidentes cerebrovasculares (NIH Stroke Scale), su impacto en la movilidad percibida (dominio de movilidad de Stroke Impact Scale) y el medio ambiente (MOS Social Support – Social Interactions scale y Measure of Stroke Environment receptividad y en entornos de entornos creados).
Un diseño correlacional y transversal examinó las relaciones entre el deterioro neurológico, las limitaciones percibidas en la actividad, los factores ambientales y la participación social. Los participantes incluyeron 48 individuos que tenían al menos 6 meses después del accidente cerebrovascular con afasia (N = 22) y sin afasia (N = 26) que vivían en la comunidad para quienes todas las medidas estaban disponibles para su análisis.
No se encontraron diferencias en la participación social entre las personas con y sin afasia, aunque ambos grupos informaron una gran disminución (25-30%) en la participación en sus actividades sociales antes de la carrera. Para las actividades de ACS Social Domain y ACS Partner to Do With (porcentaje retenido), las variables predictoras representaron el 37% y el 35% de la varianza, respectivamente, y solo el Apoyo Social de MOS hizo una contribución independiente a la participación social. En esta muestra, el deterioro neurológico no fue un correlato significativo de la participación social. Además, no se encontró que la movilidad percibida y el entorno construido predijeran independientemente la participación en actividades sociales. Se encontró que el apoyo social percibido predice la participación social en individuos que viven en la comunidad 6 meses o más después del accidente cerebrovascular.
Centrarse en el apoyo social durante la rehabilitación posterior al accidente cerebrovascular puede proporcionar una vía para una mayor participación social y una reintegración comunitaria más exitosa.
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