Autor/autores:
Dorit Kliemann, Paola Galdi, Avery L. Van De Water...(et.al)
Objetivo Tres de las principales hipótesis neurobiológicas sobre el trastorno del espectro autista (TEA) proponen una conectividad insuficiente entre las regiones cerebrales, una función atípica de la amígdala y, en general, una variabilidad mayor entre individuos con TEA que entre individuos neurotípicos. Los trabajos anteriores a menudo no han logrado ...
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Tres de las principales hipótesis neurobiológicas sobre el trastorno del espectro autista (TEA) proponen una conectividad insuficiente entre las regiones cerebrales, una función atípica de la amígdala y, en general, una variabilidad mayor entre individuos con TEA que entre individuos neurotípicos.
Los trabajos anteriores a menudo no han logrado generalizar, debido al pequeño tamaño de las muestras, la calidad no cuantificada de los datos y la flexibilidad analítica. Este estudio abordó estas limitaciones al poner a prueba las tres hipótesis anteriores, aplicadas a la conectividad funcional de la amígdala.
En un estudio exhaustivo y preinscrito, se probaron las tres hipótesis en un subconjunto (N=488 después de las exclusiones; N=212 con TEA) de los conjuntos de datos de Autism Brain Imaging Data Exchange. Los autores analizaron la conectividad funcional (CF) en estado de reposo a partir de datos de resonancia magnética funcional de dos subdivisiones de la amígdala definidas anatómicamente, en tres hipótesis con respecto a la magnitud, la similitud de patrones y la variabilidad, en diferentes escalas anatómicas que van desde el cerebro completo hasta regiones y redes específicas.
Un enfoque bayesiano para la evaluación de hipótesis produjo evidencia inconsistente en el TEA de una magnitud atípica de la FC en la amígdala, evidencia sólida de que el patrón multivariado de la FC era típico y ninguna evidencia consistente de una mayor variabilidad interindividual en la FC.
Los resultados dependieron en gran medida de las opciones analíticas, incluida la secuencia de preprocesamiento para los datos de neuroimagen, la especificidad anatómica y las exclusiones de sujetos.
Un conjunto de análisis registrados previamente no encontró evidencia confiable de conectividad funcional atípica de la amígdala en el autismo, contrariamente a las hipótesis principales. Los estudios futuros deberían probar un conjunto ampliado de hipótesis en múltiples canales de procesamiento, recopilar datos más profundos por individuo e incluir una mayor diversidad de participantes para garantizar una generalización sólida de los hallazgos sobre la conectividad funcional de la amígdala en el TEA.
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