Después de décadas sin avances en el tratamiento de la esquizofrenia, la agencia reguladora de Estados Unidos ha dado luz verde al esperado medicamento de Bristol Myers Squibb, Cobenfy (xanomelina y cloruro de trospio). Este es el primer antipsicótico que se enfoca en los receptores colinérgicos en lugar de los de dopamina.
El medicamento, anteriormente conocido como KarXT, combina la xanomelina, un agonista dual de los receptores muscarínicos M1 y M4, con cloruro de trospio, un antagonista de los receptores muscarínicos.
Un nuevo enfoque en el mecanismo de acción
Este mecanismo de acción se diferencia de los fármacos que actúan sobre el sistema de neurotransmisión dopaminérgica, otorgando a Cobenfy características adicionales. Se espera que ofrezca una respuesta más completa a los síntomas de la esquizofrenia.
De acuerdo con Bristol Myers Squibb, hasta el 60% de los pacientes tratados con antipsicóticos actuales presentan una respuesta inadecuada o efectos secundarios difíciles de tolerar. "Esta aprobación brinda una alternativa a los medicamentos antipsicóticos que se han recetado previamente a personas con esquizofrenia", afirma Tiffany Farchione, directora de la División de Psiquiatría del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
La revista Nature ha analizado las implicaciones clínicas del nuevo medicamento y destaca que, en los ensayos clínicos, este fármaco no solo alivió los síntomas centrales de la esquizofrenia, sino que también mostró mejoras en la función cognitiva y redujo los efectos secundarios asociados con otros antipsicóticos.
Christoph Correll, psiquiatra de la Zucker School of Medicine en Hofstra/Northwell en Nueva York, señala en el artículo que este medicamento "revolucionará el tratamiento de la psicosis, y no lo digo a la ligera". Correll, quien revisó los estudios en curso con nuevos antipsicóticos para JAMA Psychiatry a principios de año, se muestra "entusiasmado" por la posibilidad de tratar a "personas que no han encontrado ayuda en los antipsicóticos tradicionales".
Combinación del fármaco
Cobenfy combina xanomelina y trospio. La xanomelina es un activador muscarínico que se desarrolló inicialmente para mejorar la memoria en personas con Alzheimer y que ahora muestra beneficios antipsicóticos y cognitivos. El trospio, por su parte, es un anticolinérgico que bloquea los receptores muscarínicos en los tejidos periféricos sin atravesar la barrera hematoencefálica. Esto ayuda a reducir efectos secundarios cardiovasculares, gastrointestinales y la producción excesiva de saliva y lágrimas, sin interferir con la acción de la xanomelina en el cerebro.
En los ensayos clínicos, esta combinación ha demostrado, frente al placebo, una reducción significativa de los síntomas característicos de la esquizofrenia. En dos estudios de cinco semanas, los pacientes que recibieron Cobenfy experimentaron una mejora según la Escala de Síndrome Positivo y Negativo (PANSS) en la semana 5. Además, se observaron señales de beneficios cognitivos.
Seguridad
En cuanto a la seguridad, el medicamento no se relaciona con el aumento de peso, sedación, acatisia, síntomas extrapiramidales o incremento de los niveles de prolactina que suelen asociarse a los antipsicóticos existentes. A diferencia de los anteriores, el etiquetado de Cobenfy no incluirá una advertencia de riesgo de mortalidad en personas mayores con demencia.
Los efectos secundarios más comunes relacionados con el fármaco fueron náuseas y estreñimiento. También puede causar retención urinaria, aumento de la frecuencia cardiaca, disminución del movimiento gástrico y angioedema.
Una inversión de 14.000 millones
La aprobación de este medicamento por la FDA fue la principal razón por la que Bristol Myers Squibb adquirió Karuna Therapeutics por 14.000 millones de dólares. La operación se completó en marzo de este año, y tras los resultados positivos de los ensayos, la aprobación regulatoria se dio por sentada.
Se espera que la multinacional comience a recuperar su inversión a finales de octubre, cuando Cobenfy se lance al mercado estadounidense. Además, la compañía busca obtener su aprobación para el tratamiento de la psicosis en la enfermedad de Alzheimer, lo que lo convertiría en el primer medicamento específico para esta indicación.