Los estudiantes que cambian de aula o escuela a menudo enfrentan desafíos significativos al ingresar a un nuevo entorno social sin la red de apoyo que brindan los amigos, lo que puede hacer que se destaquen como recién llegados y, en consecuencia, se conviertan en blancos de victimización por parte de sus compañeros.
Dos estudios recientes han abordado esta cuesti&oacu...
Los estudiantes que cambian de aula o escuela a menudo enfrentan desafíos significativos al ingresar a un nuevo entorno social sin la red de apoyo que brindan los amigos, lo que puede hacer que se destaquen como recién llegados y, en consecuencia, se conviertan en blancos de victimización por parte de sus compañeros.
Dos estudios recientes han abordado esta cuestión, investigando si el hecho de ser un recién llegado en la escuela predice una mayor probabilidad de sufrir victimización por parte de los compañeros. Además, estos estudios exploraron varios factores que podrían moderar esta relación, como la ansiedad social, los antecedentes de inmigración y la presencia de buenos amigos en el aula.
El primer estudio, que contó con una muestra de 6, 199 estudiantes con una edad promedio de 12, 53 años, se centró en identificar si estos factores moderadores influían en la relación entre el estado de recién llegado y la victimización por parte de los compañeros. Los resultados mostraron que los estudiantes recién llegados reportaron niveles más altos de victimización en comparación con aquellos que ya estaban establecidos en la escuela. De todos los factores analizados, tener buenos amigos en el aula se destacó como un factor protector significativo, reduciendo la probabilidad de ser victimizado. Este hallazgo subraya la importancia de las amistades en el entorno escolar como un mecanismo clave de protección contra la victimización.
El segundo estudio amplió la investigación a una muestra mucho mayor de 58, 738 estudiantes y examinó si las razones detrás de la movilidad escolar influían en la probabilidad de victimización. Se exploraron varias causas de movilidad, como la disolución de los padres, el cambio de residencia, experiencias previas de victimización y la transferencia a una escuela considerada más adecuada. Los resultados indicaron que todas las razones de movilidad, excepto el cambio a una escuela más adecuada, se asociaron con un aumento leve en la victimización por parte de los compañeros. Sin embargo, el riesgo más elevado de victimización se observó en aquellos estudiantes que habían cambiado de escuela debido a experiencias previas de victimización, lo que sugiere un ciclo de victimización que puede persistir incluso después de un cambio de entorno.
En conjunto, estos estudios aportan una comprensión más profunda de los desafíos que enfrentan los estudiantes recién llegados y subrayan la necesidad de intervenciones que faciliten su integración social, particularmente a través del fomento de amistades positivas en el aula.
Asimismo, los resultados resaltan la importancia de considerar las razones detrás de la movilidad escolar al desarrollar estrategias de apoyo para estudiantes que cambian de escuela, especialmente aquellos que han sufrido victimización en el pasado. Estos hallazgos pueden informar políticas educativas y programas de apoyo diseñados para proteger a los estudiantes más vulnerables durante las transiciones escolares.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://link. springer. com/