Fernando Valpuesta, director de la Unidad de Neurociencias de Takeda, subraya el "infradiagnóstico" del trastorno
La detección precoz del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), sus tratamientos individualizados y el aumento de recursos materiales y humanos para abordar la salud mental, son algunos de los avances que requieren los pacientes con TDAH para mejorar su calidad de vida, según Fernando Valpuesta, director de la Unidad de Gastrointestinal y Neurociencias de Takeda. Este profesional concede una entrevista a Redacción Médica donde señala también la relación entre la ansiedad y la depresión con este trastorno.
Además, Valpuesta afirma que las opciones farmacológicas, como Elvanse de Takeda, deben acompañarse de terapia cognitivo conductual y psicoeducativa para lograr una "intervención multimodal". En este sentido, subraya la "falta de seguimiento en los servicios sanitarios" en el momento de la transición del paciente: de la infancia a la adolescencia y de la adolescencia a la etapa adulta.
Por último, el especialista indica que la pandemia ha acelerado el reconocimiento de la salud mental, aunque lamenta que España "esté por debajo de la media europea en la inversión económica" en estas enfermedades y que el TDAH en adultos se "haya despriorizado" frente a otras patologías psiquiátricas.
Entrevista completa a Fernando Valpuesta, director de la Unidad de Gastrointestinal y Neurociencias de Takeda.
¿Cómo de importante es que las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tomen medicación y en qué puede mejorar su vida?
El TDAH cursa con síntomas como la hiperactividad, la inatención y la impulsividad; por lo tanto, tiene un impacto sobre la vida de los pacientes. En concreto, afecta a sus capacidades, a sus conductas y, particularmente, a su salud emocional. Uno de los objetivos fundamentales es poder detectarlo cuanto antes y empezar a tratarlo.
Respecto a su tratamiento, un especialista es quien debe tomar la decisión de recetar un tratamiento farmacológico, pero también otro tipo de aproximaciones para mejorar el pronóstico de la enfermedad. El tratamiento tiene que ser individualizado y los expertos deben hacer que esta intervención multimodal sea la mejor forma para abordar la enfermedad.
¿Por qué el tratamiento del paciente debe ser individualizado?
"Uno de los motivos del infradiagnóstico del TDAH es que puede coexistir con otras patologías psiquiátricas "
Primero, porque el especialista tiene que basarse en un conjunto de características y circunstancias de cada paciente. Esto quiere decir, establecer una pauta que sea personalizada y adecuada a las necesidades de ese paciente. Para hacerla considerará la intensidad de los síntomas, el contexto familiar y social, las comorbilidades que pueda tener y los trastornos psiquiátricos asociados. Una vez que tenga la opción farmacológica, también debe acompañarse de terapia cognitivo conductual y psicoeducativa.
¿Cuáles son las características de Elvanse, la nueva opción terapéutica para tratar el TDAH de Takeda? ¿Para quién está indicada exactamente?
Elvanse es un profármaco de la dextroanfetamina y es de acción prolongada. Su administración es con una dosis única diaria y proporciona una mejoría en los síntomas centrales del TDAH durante 14 horas tras su administración, lo que permite controlar la enfermedad a lo largo del día.
Su mecanismo de acción es particular porque se basa en dos aspectos sobre la neurotransmisión. Por un lado, aumenta la liberación de la dopamina y, en menor medida, de la noradrenalina. Por otro lado, bloquea la recaptación de ambos neurotransmisores en el espacio sináptico.
Este tratamiento está indicado para niños a partir de seis años y para los adultos, siempre que la respuesta al tratamiento previo con metilfenidato no sea clínicamente la adecuada.
¿El TDAH se mantiene también en muchos adultos? ¿Cuáles son las diferencias entre tener este trastorno en niños o tenerlo cuando se es adulto?
El consenso general es que. aproximadamente, un 50 por ciento de los pacientes niños continúan en su edad adulta con la enfermedad. El trastorno se manifiesta en los adultos de una manera distinta a cómo lo hace los niños e incluso existen diferencias entre géneros. Habitualmente, yendo a la parte infantil, las niñas y adolescentes suelen ser habitualmente más inatentas, calladas e introvertidas y puede pasar desapercibido el diagnóstico. Esto tiene unas consecuencias en el momento en el que se diagnostica la enfermedad.
Sin embargo, en los adultos disminuyen síntomas como la hiperactividad y se observa mucho más la dificultad para concentrarse, tienen muchísima desorganización, dificultad a la hora de acabar proyectos o incluso de gestionar el tiempo. Todo ello afecta a la funcionalidad de los pacientes y genera dificultad en el entorno laboral.
"El consumo de sustancias psicoactivas comienza en edades más tempranas en personas con TDAH"
¿Qué relación tiene el TDAH con trastornos psiquiátricos como la depresión, la ansiedad o el consumo de sustancias psicoactivas?
Aproximadamente, un 70 por ciento de los pacientes adultos con TDAH tiene una comorbilidad asociada. Se estima que cerca del 50 por ciento de los pacientes diagnosticados con TDAH puede presentar un trastorno de uso de sustancias, es decir, que el TDAH aumenta el riesgo de desarrollar estas patologías. Además, favorece el inicio más temprano del consumo de estas sustancias.
En esta misma línea, en distintas publicaciones científicas se habla de que los trastornos de ansiedad son más habituales en pacientes adultos con TDAH, con una prevalencia que va en un rango de entre un 25 y un 50 por ciento e incluso en la depresión se estima que los pacientes con TDAH pueden estar en un rango entre un 20-50 por ciento. La parte positiva es que hay distintos estudios que demuestran que el tratamiento del trastorno reduce el riesgo de presentar estas consecuencias adversas y graves en la vida del paciente.
¿Hay muchos casos de TDAH no diagnosticados? ¿Con qué otras patologías puede confundirse?
Hay un infradiagnóstico generalizado en nuestro país y también en los otros países del entorno, particularmente en adultos. Uno de los motivos fundamentales es porque puede coexistir con otras patologías psiquiátricas e incluso los síntomas llegan a coincidir con otros trastornos como la ansiedad, la depresión e incluso el trastorno bipolar. Esto hace que se enmascare el diagnóstico del TDAH.
Uno de los pilares fundamentales aquí es lograr que se reconozcan de una forma clara, precisa y meridiana que muchos de estos trastornos pueden estar vinculados con el TDAH. Entonces, hay que prestar muchísima atención a la ansiedad y a la depresión porque en muchísimos casos puede haber un TDAH no diagnosticado. Si no está diagnosticado, no está tratado correctamente.
"El seguimiento de muchos pacientes con TDAH se pierde cuando pasan a la adolescencia o a la edad adulta"
¿Es dispar el tratamiento de este trastorno dentro de los servicios autonómicos de salud?
En general, en las comunidades autónomas es necesario que haya un aumento de los recursos humanos y materiales para poder atender adecuadamente a las personas con TDAH. Cada servicio de salud debería tener una estrategia integral de ayuda a los pacientes, políticas específicas y protocolos que unan los distintos hábitos con el fin de facilitar la integración social, escolar y laboral de estos pacientes.
Uno de los mayores problemas en la atención que tienen los pacientes con TDAH en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es la falta de continuidad en los servicios sanitarios, lo que se llama la transición. Es decir, el paso de la infancia a la adolescencia y luego a la edad adulta, en esos momentos se pierde el seguimiento de muchos pacientes. Uno de los objetivos es lograr que se aborde de manera adecuada esta enfermedad a lo largo de toda vida de los pacientes, desde la infancia, pasando por la adolescencia y hasta la edad adulta.
¿Cómo ha sido el abordaje de este trastorno durante la pandemia? ¿Qué limitaciones ha supuesto para estos pacientes la saturación que ha provocado el Covid-19 en nuestra sanidad?
Como en muchas enfermedades crónicas, la pandemia del Covid-19 ha tenido un impacto significativo y en la salud mental lo hemos visto muy marcado. Las herramientas digitales han permitido la continuidad de las consultas y el esfuerzo que han hecho muchísimos profesionales sanitarios en este sentido ha sido extraordinario. Han logrado ofrecer asistencia médica adecuada y que los tratamientos se mantuviesen en el tiempo. Está claro que cada día escuchamos muchas más noticias sobre la salud mental y creo que la pandemia ha acelerado este reconocimiento.
Particularmente, el TDAH en adultos se ha despriorizado frente a otras patologías psiquiátricas que son mucho más llamativas. Por otro lado, el sistema sanitario ha experimentado una saturación por el Covid-19 y esto ha tenido consecuencias clarísimas en el retraso del diagnóstico de los pacientes. Por lo tanto, el TDAH es una enfermedad infradiagnosticada ya de por sí y con circunstancias particulares como las que estamos viendo actualmente, todavía más.
"España se encuentra por debajo de la media europea en cuanto a inversión en salud mental, nos queda un amplio margen de mejora"
¿En qué punto está España en el tratamiento del TDAH respecto al resto de países europeos?
España se encuentra por debajo de la media europea en cuanto a inversión en salud mental, lo que nos da claramente una idea de cuán amplio puede ser el margen de mejora de nuestro país particularmente con las enfermedades mentales, pero en específico con el TDAH. En cualquier caso, las necesidades en torno a la atención de las personas con este trastorno son muy similares en los distintos países europeos, sobre todo los más cercanos a nuestro entorno. Las mejoras pasan por un aumento en el conocimiento y en la concienciación de la sociedad sobre el impacto de trastorno, por buscar dinámicas que permitan un diagnóstico precoz de la enfermedad y, obviamente, por mejorar la formación de los profesionales. Asimismo, también es necesario aumentar los recursos para la atención y el apoyo a los pacientes, desde programas integrales a ayudas a estas personas en distintos ámbitos (escolar, social, laboral, etc).
¿Hacia dónde avanza la neurociencia? ¿Cómo han sido estas dos últimas décadas?
Yo creo que en estos últimos años la neurociencia se ha beneficiado de los esfuerzos que ha habido en cuanto a innovación y desarrollo de nuevas tecnologías. Esto ha permitido que los diagnósticos sean mucho más rápidos y precisos; y que se disponga de distintas opciones terapéuticas que sean cada vez más eficaces y, sobre todo, que aborden las peculiaridades de cada uno de los pacientes.
En el terreno de la atención sanitaria, se ha avanzado muchísimo en cuanto a la formación de los profesionales sanitarios en el manejo de las enfermedades mentales y, particularmente, del TDAH. Sin embargo, hay que seguir trabajando para que se dispongan de más herramientas de mejor calidad, que permitan dar respuestas a las necesidades de los pacientes y, sobre todo, a la particularización de los casos individuales.