La salud mental de los ciudadanos españoles ha deteriorado gradualmente en años recientes, mostrando índices más altos de afectación en comparación con la media de otros países. Según el último informe del Grupo AXA presentado por la Fundación AXA en Madrid, este problema es particularmente notable entre mujeres y jóvenes de 18 a 24 años, seguidos por el grupo de 25 a 34 años.
El estudio, que abarcó 16.000 entrevistas en 16 países, reveló que un tercio de los españoles admite enfrentar problemas de salud mental, una cifra superior al promedio en países como Suiza o Francia, pero menor que en EE.UU. o el Reino Unido. Dentro de España, el 63% de las personas indicaron haber enfrentado dificultades personales en el último año, con un 37% reportando múltiples incidencias.
Las principales causas de malestar incluyeron estrés psicológico, complicaciones financieras y aislamiento social.
El estrés en particular ha visto un incremento, posicionando a España como uno de los países con mayor población estresada. En comparación, un 62% de los españoles se sienten bastante estresados, un aumento respecto a años anteriores y más alto que en países como Francia o Japón.
Como resultado directo de estos niveles de estrés y otros problemas de salud mental, hay un consumo notablemente alto de medicamentos como ansiolíticos, somníferos y antidepresivos en España, superando las tasas de otros países. A pesar de la prevalencia de problemas de salud mental, muchos españoles reportan sentirse bien, lo que sugiere una normalización preocupante de estos problemas según los expertos del estudio.
Este panorama refleja la necesidad de reevaluar cómo se percibe y se trata la salud mental en España, considerando especialmente el alto porcentaje de diagnósticos y tratamientos entre la población afectada.