En el marco del cambio de hora, que se produjo en la madrugada de este sábado a este domingo y en el que se adelantó el reloj una hora, los expertos de Dirección Técnica Asistencial de DomusVi advierten de que puede provocar cambios de humor y síntomas de cansancio y torpeza en las personas mayores.
La mayoría de las personas y, en especial las personas mayores, notan el efecto de los ritmos circadianos en los patrones del sueño. Estos están regulados por una hormona llamada melatonina, que ajusta el sueño y que se regula a través de la exposición lumínica. A medida que la edad va avanzando, su producción disminuye, por lo que las personas mayores notan más los cambios de ritmo circadiano, alterando el descanso.
"Las consecuencias más visibles de estas variaciones se pueden manifestar en frecuentes cambios de humor y síntomas de cansancio y torpeza. A la vez, la toma de decisiones puede verse alterada provocando reacciones menos reflexivas y más impulsivas", apuntan.
Para prevenir estos posibles efectos secundarios que el cambio de hora produce en las personas mayores, el equipo de Dirección Técnica Asistencial de DomusVi recomienda cinco pautas para que puedan descansar mejor y adaptarse al nuevo horario.
En primer lugar, abogan por ajustar los horarios de forma paulatina en tramos de 15-20 minutos en el sueño y en las comidas; así como por reducir el tiempo de siesta. La siesta aporta beneficios al cuerpo, pero no realizarla adecuadamente puede terminar alterando el sueño. La duración de esta es crucial para tener más éxito en el descanso y, de hecho, se recomienda que esta tenga una duración de entre 20 y 40 minutos.
Otro consejo es moderar las bebidas y las actividades estimulantes antes de acostarse. El metabolismo es más lento durante la noche, por lo que la digestión tarda más en efectuarse. Es por eso por lo que se recomienda no ingerir alimentos o bebidas que puedan activar al cuerpo, así como no realizar actividades que impliquen una alta intensidad.
Por otro lado, se recomienda adaptar el ambiente para que sea más favorable para el sueño, reduciendo el estímulo lumínico. Cuando la luz desaparece, el cuerpo comienza a liberar la melatonina preparándose para dormir, por lo que será importante ir reduciendo la exposición de luz para garantizar un buen sueño. Finalmente, es recomendable revisar la temperatura ambiental y llevar ropa adecuada.