A pesar de la sólida evidencia que respalda la efectividad de las intervenciones basadas en la exposición para tratar los trastornos de ansiedad en jóvenes, estos tratamientos son con frecuencia subutilizados en entornos escolares, implementados con baja fidelidad y aplicados de manera excesivamente cautelosa. A pesar de que las intervenciones de exposición son una herr...
A pesar de la sólida evidencia que respalda la efectividad de las intervenciones basadas en la exposición para tratar los trastornos de ansiedad en jóvenes, estos tratamientos son con frecuencia subutilizados en entornos escolares, implementados con baja fidelidad y aplicados de manera excesivamente cautelosa. A pesar de que las intervenciones de exposición son una herramienta probada para abordar la ansiedad, su adopción en las escuelas se enfrenta a múltiples barreras y desafíos que han sido poco explorados en la literatura. Este estudio se propuso investigar las variables clave de implementación relacionadas con el uso de estas intervenciones por parte de psicólogos escolares, incluyendo su conocimiento, capacitación, percepciones, confianza y prácticas de uso.
La muestra incluyó a 318 psicólogos escolares que trabajan en escuelas públicas de K-12 a nivel nacional. Los resultados revelaron que más del 50% de los encuestados informaron que no utilizan intervenciones basadas en la exposición en su práctica diaria. Este hallazgo es preocupante, dado el potencial de estas intervenciones para ayudar a los estudiantes a superar sus trastornos de ansiedad de manera efectiva. Además, solo un poco más de la mitad de los psicólogos escolares encuestados informó haber recibido capacitación específica en exposiciones durante sus estudios de posgrado, lo que sugiere una falta significativa de preparación en este ámbito crucial.
El estudio también reveló que el 80% de los encuestados respaldaba creencias negativas sobre las intervenciones basadas en la exposición, lo que podría contribuir a su subutilización. Estas creencias incluyen preocupaciones sobre la seguridad y la efectividad de las exposiciones, así como la percepción de que podrían causar más daño que beneficio. Además, casi el 50% de los psicólogos escolares expresó inquietudes sobre la aceptabilidad de estas intervenciones por parte de los padres, lo que indica una posible barrera para la implementación de estas técnicas en el entorno escolar.
Entre las barreras más destacadas para la implementación de exposiciones en las escuelas se encuentran el tiempo inadecuado (reportado por el 79% de la muestra), la falta de capacitación adecuada (61%) y el acceso limitado a materiales de capacitación (51%). Estas barreras subrayan la necesidad de un enfoque más estructurado y sistemático para la capacitación y el apoyo de los psicólogos escolares, a fin de que puedan implementar con confianza y efectividad las intervenciones basadas en la exposición.
Las implicaciones de estos hallazgos son significativas para la formación, la práctica y la investigación en psicología escolar. Es fundamental que los programas de formación de psicólogos escolares incluyan una capacitación más extensa y específica en intervenciones basadas en la exposición, y que se proporcionen recursos continuos y apoyo en la práctica profesional. Además, es necesario abordar y cambiar las percepciones negativas y las preocupaciones sobre estas intervenciones, tanto entre los profesionales como entre los padres, para facilitar una mayor aceptación y utilización de estas técnicas. Finalmente, futuras investigaciones deben centrarse en desarrollar estrategias para superar las barreras identificadas, con el objetivo de mejorar la implementación de tratamientos basados en la evidencia en las escuelas, asegurando así que los estudiantes reciban el apoyo necesario para gestionar sus trastornos de ansiedad de manera efectiva.
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