Una de las opciones para tratar las migrañas de manera eficaz es el uso de fármacos neuromoduladores, entre ellos, el bótox empleado también en la medicina estética, según ha destacado el neurólogo Javier Ledesma Velázquez, de Hospiten Roca.
Ledesma ha explicado que el tratamiento con neuromoduladores es un método preventivo que se usa en casos en los que la migraña se presenta con una alta intensidad y frecuencia, más de cuatro veces al mes. Los efectos secundarios de este tratamiento, en caso de usar fármacos orales, son habitualmente la somnolencia, el aumento de peso y los mareos.
El bótox evita que las neuronas liberen sustancias que producen dolor. En este sentido, una de sus principales ventajas consiste en que solo funciona en el lugar en el que se ha aplicado, por lo que no tiene efectos secundarios en otras partes del cuerpo. Sus efectos secundarios son más infrecuentes y se producen solo si se difunde fuera de los puntos de aplicación.
Además, estos se minimizan con una técnica de aplicación correcta y siguiendo unas pautas sencillas en las horas siguientes a la aplicación. La efectividad de los fármacos orales suele comprobarse cuando ha pasado un mes desde su consumo diario y, posteriormente, han de tomarse durante dos o tres meses más. En el caso del bótox, solo se necesita una sesión y sus efectos se extienden hasta los cuatro meses posteriores a su administración.
"En ambos casos puede ser necesario prolongar el tratamiento durante más tiempo, dependiendo de cómo responda el paciente", ha matizado Ledesma.El especialista de Hospiten Roca también ha indicado que el bótox sería la primera opción para el tratamiento de la migraña en el caso de que el paciente no tolere los efectos secundarios de los fármacos orales, cuando estos no funcionen o cuando el propio paciente no desee tomar la medicación oral.