Un estudio de farmacovigilancia en pacientes del mundo real establece que este tipo de toxicidad representa una significativa proporción de todos los efectos adversos asociados al uso de alirocumab y evolocumab.
Científicos de la Universidad de Huazhong han examinado los registros de una gran base datos de la FDA, hallando que algo más del 6% de los efectos adversos (EAs) asociados a la terapia con agentes biológicos inhibidores de la proteína PCSK9 son de tipo psiquiátrico. En el análisis de los más de 96.000 informes de cualquier tipo de toxicidad relacionada con estas terapias, la incidencia de los EAs de tipos psiquiátrico fue mayor con alirocumab que con evolocumab, a pesar de que el número total de informes de toxicidad global con este último agente fue mucho mayor. La probabilidad de EAs psiquiátricos fue mayor en pacientes mayores de 65 años, predominantemente de sexo masculino y más de 80 kg de peso. Aunque los EAs psiquiátricos más frecuentes consistieron en disforia, deterioro de la memoria y letargia, el 41% de ellos tuvo consecuencias graves, según afirma Wenqi Gao, co-director del estudio.
El investigador prosigue indicando que los inhibidores de PCSK9 están indicados en el tratamiento de la hiperlipidemia primaria y la hipercolesterolemia familiar. El mecanismo de acción de estos agentes biológicos resulta en una disminución de la tasa de degradación del receptor hepático del colesterol-LDL, con la consiguiente reducción de los niveles plasmáticos de este metabolito. La propia FDA ya había reconocido que este último efecto podría tener impacto sobre el metabolismo cerebral, dada la importancia del colesterol en la función de este órgano. Sin embargo, los ensayos clínicos y estudios posteriores a la comercialización han arrojado resultados dispares acerca del impacto neurológico de la terapia, asegura Gao. Los actuales hallazgos subrayan la importancia de la monitorización de los pacientes, a fin de detectar estos síntomas de manera temprana, concluye el científico.
