La salud mental sigue siendo la gran olvidada en la mayoría de los países del mundo

Más de 1.000 millones de personas en el mundo padecen algún tipo de trastorno relacionado con la salud mental; una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años. Esta es la principal conclusión de dos informes publicados por la OMS, que alertan de "importantes deficiencias en la respuesta mundial a estos trastornos".

Unas deficiencias que están estrechamente relacionadas con la falta de recursos públicos en los sistemas sanitarios nacionales para abordar la salud mental y que tienen un impacto directo en el bienestar de la población. Una muestra gráfica de estas carencias se encuentra en el número de profesionales de la salud mental en todo el planeta. Según datos publicados en el Atlas de Salud Mental 2024 de la OMS, actualmente existen 13 profesionales de la salud mental para adultos por cada 100.000 personas en todo el mundo.

Europa, el continente que más apuesta por la salud mental

Los datos de la OMS también identifican variaciones sustanciales en la disponibilidad de profesionales de la salud mental según los continentes. Europa es el continente en el que más profesionales hay, con una ratio de 80,4 trabajadores por cada 100.000 habitantes. En el otro extremo aparece África, donde tan solo existen 2,2 profesionales por cada 100.000 habitantes.

La ratio es también sustancialmente baja en el Sudeste Asiático (4 trabajadores por 100.000 habitantes), el Mediterráneo Oriental (4,7) y el Pacífico Occidental (14,1). En América, si bien la ratio sube un poco, sigue siendo cuatro veces inferior a la media europea (80,4).

Uno de cada tres españoles tiene algún problema de salud mental

La prevalencia de trastornos de salud mental en España es superior a la media mundial y afecta a un 34 % de la población. Según los últimos datos del Informe Anual del Sistema de Salud, la ansiedad es el trastorno de salud mental más común en el país, seguida de los trastornos del sueño y los depresivos.

El informe publicado por el Ministerio de Sanidad identifica la falta de servicios de atención de calidad y la persistencia del estigma como las principales limitaciones para abordar los trastornos de salud mental. Según se estipula en el documento, el estigma está vinculado al diagnóstico y se asocia principalmente con la peligrosidad, la impredecibilidad y la incapacidad. Por otro lado, los efectos del estigma pueden persistir incluso después de que los síntomas de la enfermedad hayan desaparecido, dificultando así el proceso de rehabilitación y recuperación del paciente.

Por este motivo, el informe propone la educación y el fomento de una cultura de respeto y comprensión en el ámbito sanitario como parte de la receta para abordar de manera holística el reto de la salud mental en el país. Sin salud mental no hay salud.