El pasado 4 de agosto la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) anunció la aprobación de Zurzuvae: el primer medicamento oral específico para la depresión posparto. Se calcula que este trastorno mental, que también puede aparecer en las últimas etapas del embarazo, afecta a entre el 10% y el 15% de las madres en España. No obstante, estos porcentajes probablemente subestimen el problema real: muchos casos no llegan a diagnosticarse ni a tratarse. Los múltiples cambios (hormonales, psicológicos y sociales) que conllevan el final de un embarazo, el parto y el nacimiento de un hijo propician la aparición de la depresión, a pesar de que gran parte de la sociedad asume que esta etapa de la vida está repleta de felicidad.
Además de los típicos síntomas de la depresión (tristeza, incapacidad para experimentar placer o satisfacción, sentimientos de culpa e inutilidad...), una especialista en Psiquiatría del Centro para la Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA explica que pueden aparecer “pensamientos de hacerse daño a sí mismas o hacerle daño al bebé. Debido a que la depresión posparto puede alterar el vínculo materno-infantil, también puede tener consecuencias para el desarrollo físico y emocional del bebé”. Por otro lado, se trata de un problema complejo que tiene dimensiones individuales pero no solo, sino que se inscribe en un conjunto de interacciones y desigualdades que incluyen roles de género, expectativas sociales y disfuncionalidades del sistema.
Las opciones terapéuticas para las mujeres afectadas por la depresión posparto son escasas. Por un lado, existen muchas dificultades para acceder a una temprana psicoterapia desde la Sanidad Pública. Por otro lado, los antidepresivos convencionales (como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina) pueden tardar hasta 12 semanas en aliviar los síntomas y en ocasiones no ofrecen beneficio a las pacientes. En 2019, la FDA aprobó el primer medicamento de acción rápida, Zulresso, pero cuenta con importantes efectos adversos y dificultades para su administración: requiere hospitalización durante 60 horas para su administración intravenosa y se necesita monitorización para detectar posibles pérdidas de conciencia o sedación excesiva. Por ahora, este medicamento no está autorizado en Europa.
¿En qué consiste Zurzuvae?
El principio activo de este medicamento es la zuranolona, un modulador de los receptores del neurotransmisor GABA (ácido gamma-aminobutírico), que se cree que están implicados tanto en la depresión mayor como en la depresión posparto. La zuranolona es una molécula similar a la hormona alopregnanolona. Esta última es una sustancia que se produce en el cuerpo humano, derivada de la hormona sexual femenina progesterona, cuyos niveles aumentan drásticamente durante el embarazo y descienden a lo largo del tercer trimestre, para caer en picado tras el parto. Se cree que los niveles bajos de alopregnanolona podrían estar implicados en la aparición de depresión posparto, aunque esta hipótesis no está demostrada y existe una importante controversia al respecto.
¿Qué beneficios y riesgos posee?
Los síntomas principales de las pacientes con depresión posparto mejoraron de forma moderada desde el tercer día de tratamiento en los ensayos clínicos. Esta mejoría es estadísticamente significativa, en comparación con el placebo (una sustancia sin efecto activo), y el efecto se mantuvo hasta un mes después de que recibieran la última dosis del fármaco (con un tratamiento que duró 14 días).Como todos los medicamentos, Zurzuvae posee una serie de efectos adversos. Los más comunes son: somnolencia, mareos, sedación, diarrea, fatiga, nasofaringitis e infección del tracto urinario. Como ocurre con otros antidepresivos, este medicamento también podría provocar pensamientos y comportamientos suicidas en personas de 24 años o menos. Además, el fármaco puede alterar la capacidad para conducir y realizar otras actividades potencialmente peligrosas, por lo que se aconseja que la persona evite estas actividades durante al menos 12 horas después de su administración. Para alertar sobre este riesgo, el etiquetado del medicamento incluye un recuadro de advertencia.
¿Cómo se evaluó su eficacia?
La eficacia de Zurzuvae se ha evaluado a partir de dos ensayos clínicos en fase III que contaban con mujeres adultas que empezaron a sufrir depresión grave en el tercer trimestre del embarazo o en un plazo de un mes después del parto. Ambos estudios se realizaron en varios centros sanitarios –entre ellos el hospital universitario Vall d'Hebron, en Barcelona– y las mujeres eran asignadas al azar a uno de los dos grupos: en uno recibían placebo; en el otro, el medicamento. Ni las pacientes ni los sanitarios que administraban el tratamiento o evaluaban la evolución de los pacientes sabían qué recibía cada una de las participantes (método doble ciego) para evitar posibles sesgos. El tratamiento con Zurzuvae tuvo una duración de 14 días y la evaluación de las pacientes terminó a las cuatro semanas tras el cese del tratamiento. La mejora de los síntomas depresivos se estudió con la escala de valoración de Hamilton, un documento de 17 ítems muy utilizado para cuantificar la gravedad de la depresión.
Las incógnitas tras Zurzuvae
El medicamento plantea varias interrogantes importantes debido a las limitaciones que presentan los ensayos clínicos que lo evaluaron. En primer lugar, se desconoce cuál es la eficacia de Zurzuvae en mujeres que tengan una depresión posparto leve o moderada, ya que solo se estudió sobre mujeres que padecían su forma más grave. Existe la posibilidad de que en el colectivo de madres con síntomas más leves el fármaco no resulte recomendable por presentar pocos o ningún beneficio al tiempo que se exponen al riesgo de efectos adversos. Otro dato relevante que se desconoce es la eficacia a largo plazo del medicamento, ya que solo se estudió hasta cuatro semanas después de cesar el tratamiento.
En cuanto a la somnolencia y la sedación que puede causar el fármaco en algunas pacientes, no es posible saber de qué forma estos síntomas podrían afectar a la relación a largo plazo de la madre sobre su hijo.
Otra cuestión sin respuesta es si el fármaco podría provocar daños directos en el bebé, ya sea durante el embarazo o por la lactancia materna, dado que no se valoró esta cuestión en los ensayos (las participantes en los ensayos empleaban leche de fórmula). Por tanto, las mujeres deben evitar dar el pecho y emplear un método anticonceptivo mientras tomen Zurzuvae y hasta una semana después de su última administración.
Tampoco se sabe, por ahora, cuándo llegará este fármaco a la Unión Europea, o si lo hará. De hecho, su equivalente intravenoso se autorizó en 2019 en Estados Unidos, pero todavía no ha llegado al territorio europeo.
La complejidad de la depresión posparto
Judite Blanc profesora de Psiquiatría de la Universidad de Miami, recuerda en un artículo publicado en MedPage Today que la depresión posparto “no es solo un problema individual o biológico, sino que es la culminación de interacciones complejas entre roles de género, expectativas sociales y desigualdades sistémicas”. Así, factores sociales como la falta de apoyo familiar o de la pareja o la violencia machista pueden aumentar el riesgo de sufrir esta dolencia. “¿Cuándo vamos a empezar a abordar los determinantes sociales de la depresión postparto y la mortalidad materna?”, pregunta Blanc, en un artículo de la revista médica JAMA en el que se evalúa los pros y los contras del nuevo tratamiento en Estados Unidos.
En ese sentido, fármacos como la zuranolona “son solo una capa” de protección frente a este tipo de depresión, que sigue a día de hoy tan invisibilizada. No obstante, la aparición de dicho fármaco, con un mejor perfil terapéutico, podría favorecer una mejor detección de la depresión posparto por parte de los médicos.