Un estudio colaborativo entre equipos bariátricos y de trasplantes ha creado una vía viable para que los pacientes con obesidad que también tienen enfermedad renal terminal (ESRD por sus siglas en inglés) sean elegibles para trasplantes de riñón mediante cirugía de pérdida de peso. Los resultados posoperatorios indican mejoras significativas en el IMC, la hipertensión y el control de la diabetes, lo que mejora la salud general de los pacientes y la viabilidad del trasplante. Los hallazgos realizados por la Universidad de Tulane (Estados Unidos) se publican en la 'Revista del Colegio Americano de Cirujanos (JACS)' .
Cabe recordar que los pacientes con ESRD enfrentan muchas dificultades sin un trasplante; su única alternativa es prolongar la vida mediante diálisis, un proceso que no sólo es costoso y requiere mucho tiempo sino que también disminuye significativamente la calidad de vida.
Anil Paramesh, profesor de cirugía, urología y pediatría y director de programas de trasplante de riñón y páncreas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane (Estados Unidos) explica:
"La obesidad afecta significativamente la elegibilidad para trasplantes. Por ello, establecimos la iniciativa CORT, que es una colaboración para la investigación de la obesidad en los trasplantes, siempre reconociendo la necesidad urgente de abordar este problema, especialmente en las poblaciones desatendidas que sufren más enfermedades relacionadas con la obesidad".
El estudio, realizado entre enero de 2019 y junio de 2023, siguió a 183 pacientes con ESRD remitidos para cirugía bariátrica, 36 de los cuales se sometieron a una cirugía de pérdida de peso y 10 recibieron posteriormente trasplantes de riñón. Los resultados mostraron una reducción del 27% en el IMC promedio en el momento del trasplante, junto con mejoras en el control de la hipertensión y la diabetes. Esta mejora en el manejo de condiciones comórbidas mejoró la salud general de los pacientes y la viabilidad del trasplante.
Dado que la obesidad es una causa importante de exclusión de trasplantes, este programa colaborativo representa un camino a seguir para los pacientes que anteriormente no serían elegibles, apunta Paramesh, y puede ayudar a allanar el camino para una mayor educación y acceso de los pacientes.
"Hemos visto que la cirugía bariátrica no se trata sólo de perder peso; Mejora significativamente otras afecciones graves como la diabetes, la presión arterial alta y la apnea del sueño. Este enfoque no sólo ayuda a reducir el peso de los pacientes a un nivel en el que puedan recibir un trasplante de manera segura, sino que también aborda el problema más amplio de las disparidades en la atención médica, que afecta particularmente a las personas negras y de bajos ingresos", insiste Paramesh.
Sin embargo, el estudio también enfrentó desafíos, incluida una alta tasa de abandono de pacientes que no querían o no podían someterse a una cirugía y complicaciones posoperatorias únicas, como la hipotensión.
"Nuestros hallazgos indican una necesidad apremiante de mejorar la educación y el apoyo al paciente, asegurándonos de que los candidatos potenciales comprendan los beneficios de la cirugía de pérdida de peso y su papel en la mejora de su elegibilidad para el trasplante", concluye Paramesh. Los autores sugieren que más estudios podrían examinar las complicaciones únicas que los pacientes con ESRD pueden tener después de la cirugía de pérdida de peso.