Desde el Grupo de Salud Mental de la SEMG se ha hecho un llamamiento a la sociedad para reducir el uso indiscriminado de bezodiacepinas en la vida cotidiana por el riesgo de adicción que conlleva, según se puso de manifiesto durante su XXIX Congreso.
Si bien hay evidencia de que siempre ha habido una prescripción elevada de benzodiacepinas, medicamentos psicotrópicos con efecto ansiolítico, miorrelajante, anticonvulsivantes, entre otros, su uso indiscriminado en España, las ha convertido en las sustancias de mayor consumo adictivo por encima del cannabis.
Es por ello que, en el XXIX Congreso de la SEMG, desde su Grupo de Salud Mental se ha hecho un llamamiento a la sociedad para "retirar este tipo de fármacos del botiquín de casa" y evitar así un sobreconsumo, "provocado, en muchas ocasiones por la baja tolerancia a situaciones frustantes, recurriendo para ello a la medicalización de la vida", tal como señaló el Dr. Rafael Castro, miembro de dicho Grupo.
Algunos de los datos que alertan de la situación pasan por que las benzodiacepinas se han convertido en la tercera sustancia de adicción en España, después del alcohol y el tabaco, según la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2022). Asimismo, el 9,7% de la población española había consumido hipnosedantes con o sin receta en los últimos 30 días, mientras que el 7,2% de la población reconoce consumir a diario estos fármacos, según la misma fuente.
Por otra parte, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) apunta que en España se consumen 110 dosis al día por cada 1.000 habitantes, seguida de Bélgica y Portugal con 80, mientras que en Alemania de esta sustancia tan solo se consumen 0.4 dosis/día/1.000 habitantes"Hasta ahora nos ha preocupado el alto número de consumo que se tenía de estos fármacos en los mayores, que supone un alto riesgo para ellos y para su seguridad física, pero es que en los últimos años el crecimiento en personas de 15 a 64 años ha crecido un 23,5", según advirtió el Dr. Antonio Torres, coordinador del Grupo de Salud Mental de esta Sociedad Científica. Y es que, como añadió, "la percepción del riesgo que generan estos fármacos utilizados inadecuadamente a largo plazo es completamente inadecuado completamente falso, se considera que son medicamentos casi inocuos y no lo son".
Es por ello que su recomendación pasa por que se retiren estos fármacos del botiquín de casa, "en los que tiene que haber, como mucho, un analgésico, un antiséptico, una venda, unas gasas, un termómetro pero no este tipo de psicotrópicos porque si vamos ampliando al final terminamos haciendo un ´bazar farmacológico´ de alto riesgo", subrayó.
Entre los principales efectos negativos de su sobreconsumo cabe destacar el aumento de la mortalidad general en sus consumidores habituales, la debilidad muscular, ataxia, sedación, alteraciones de memoria y de las fases de sueño o reacción de discontinuación, lo que lleva a un aumento de los accidentes.
"El consumo sin receta es bajo pero creciente, ya que la mayoría se siguen obteniendo con prescripción" por parte de quienes los consumen, sin ser conscientes de los graves efectos adversos que tienen este tipo de fármacos", añadió el Dr. Torres.Es por ello que desde el Grupo de Salud Mental de la SEMG se trabaja sobre un mecanismo de desprescipción para ir disminuyendo el uso de estos medicamentos mediante una serie de técnicas de disminución de dosis y de apoyo psicológico con una estructura de seguimiento "que está resultando efectivo", según constata el Dr. Torres.