Una investigación demuestra que en personas adultas maduran nuevas células nerviosas en la región del hipocampo, implicada en el aprendizaje
Buena parte de las células nerviosas que tenemos nos acompañan desde el nacimiento hasta la muerte, pero en algunas áreas del cerebro se generan nuevas neuronas durante toda la vida (Polina Shuvaeva / Getty Images/iStockphoto)
El cerebro humano produce neuronas nuevas a hasta pasados los 80 años en el hipocampo, una región implicada en el aprendizaje. Sin embargo, la capacidad de generar nuevas células en esta área disminuye drásticamente en personas con alzheimer. Es lo que concluye una investigación liderada desde el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC), en Madrid, y publicada hoy en la revista Nature Medicine . Además de zanjar una controversia de más de dos décadas, el hallazgo abre una posible vía a nuevas estrategias terapéuticas contra el alzheimer.
Durante el desarrollo embrionario, el cuerpo humano es una marea de células que se multiplican y migran sin cesar para constituir cada uno de los tejidos, incluido el cerebro. Pero, poco después de nacer, la generación de nuevas neuronas (neurogénesis) se detiene: buena parte de las células nerviosas que tenemos nos acompañan desde el nacimiento hasta la muerte. En la mayoría de mamíferos, no obstante, la neurogénesis continúa hasta la etapa adulta en dos áreas del cerebro: en el estriado y en el hipocampo.
Además de zanjar una controversia de más de dos décadas, el hallazgo abre una posible vía a nuevas estrategias terapéuticas contra el alzheimer
El estriado es una región implicada en muchas funciones distintas, pero las nuevas neuronas que se generan allí, en una zona conocida como subventricular, tienen por destino el bulbo olfatorio, donde se encuentran los receptores del sentido del olfato, justo encima de la cavidad nasal.
El hipocampo, localizado en la parte inferior interna de ambos hemisferios cerebrales, “está implicado en la memoria y en el estado de ánimo”, explica María Llorens-Martín, investigadora Ramón y Cajal de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Se ha demostrado que en mamíferos adultos se produce neurogénesis en el hipocampo, pero no estaba claro que también se diera en personas, ya que hasta la fecha se han hallado pruebas contradictorias.
Hasta ahora había indicios contradictorios sobre la neurogénesis en el hipocampo del cerebro humano adulto
Ahora, un equipo de investigadores liderado por el grupo que dirige María Llorens-Martín en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa ha analizado muestras de trece personas sanas de entre 43 y 87 años que habían donado su cerebro para la investigación y en todos ellos ha detectado neurogénesis en el hipocampo. Aunque la producción de nuevas neuronas disminuye ligeramente con la edad, los resultados demuestran se mantiene durante toda la vida.
Los investigadores también han comprobado que la forma de tratar las muestras cerebrales es clave para poder observar las nuevas neuronas del hipocampo en proceso de maduración. En función de cómo se trate el tejido, las células se pueden alterar y perder las señales que las hacen visibles al microscopio. Eso explica por qué hasta ahora algunos estudios las habían detectado y otros no.
En ratones, las nuevas neuronas generadas en el hipocampo están implicadas en la discriminación entre estímulos similares y en el aprendizaje social
“Por ahora no sabemos qué funciones tienen en humanos estas nuevas neuronas del hipocampo. Sabemos que en roedores y en otras especies de mamíferos participan en el aprendizaje dependiente del hipocampo. Proporcionan plasticidad a todo el circuito”, declara Llorens-Martín. “Están implicadas en la discriminación entre estímulos similares y en el aprendizaje social”.
Su equipo ha analizado también muestras de 45 pacientes de alzheimer y ha descubierto que, en esta enfermedad, la neurogénesis del hipocampo se frena en seco. “No se sabe por qué. Para nosotros ha sido muy sorprendente. Hay una reducción muy importante de neuronas inmaduras muy al principio de la enfermedad, incluso antes de que podamos detectar una degeneración masiva”, señala Llorens-Martín. “En un el futuro sería realmente interesante ser capaces de detectar el número de nuevas neuronas de forma no invasiva, durante la vida de las personas, para monitorizar el avance de la enfermedad”.
Posible papel en el alzheimer
Hay una reducción muy importante de neuronas inmaduras muy al principio de la enfermedad, incluso antes de que podamos detectar una degeneración masiva”
El hallazgo también sugiere que, en el futuro, la neurogénesis en el hipocampo podría ser una posible diana terapéutica contra el alzheimer. “Se están investigando fármacos e intervenciones no farmacológicas que la potencian en animales”, apunta María Llorens-Martín. “Por ejemplo, el poner a ratones a hacer ejercicio físico o mantenerlos en un entorno de estimulación social tiene un impacto muy positivo”
“Pero todavía queda muchísimo que hacer”, puntualiza. “Primero habrá que demostrar si estas neuronas son importantes en el cerebro humano y, una vez demostrado, intentar contrarrestar esta pérdida que se produce tanto en el envejecimiento fisiológico como el patológico”.