El 'Informe sobre la relación entre las enfermedades neurológicas y la salud cerebral', elaborado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) y Angelini Pharma, llama a impulsar hábitos de vida saludables desde la infancia para cuidar la salud cerebral y prevenir enfermedades neurológicas.
"Tenemos que entrar en los colegios, hacer laboratorios virtuales, laboratorios vivientes y trabajar con la propia población. Tenemos que impulsar estos hábitos de vida saludables, que implementar intervenciones para mantener toda esta plasticidad cerebral, toda esta conectividad funcional a lo largo de la vida y llevar una vida más activa", ha señalado Mendibe durante la presentación del informe en el marco de la LXXVI Reunión Anual de la SEN.
Mendibe ha subrayado que la importancia del cuidado de la salud cerebral está muy relacionada con las enfermedades neurológicas, patologías que no dejan de aumentar en prevalencia e incidencia entre la población española, tal y como recoge el otro informe presentado durante esta jornada: 'Impacto sociosanitario de las enfermedades neurológicas en España'.
Según se recoge en el 'Informe sobre la relación entre las enfermedades neurológicas y la salud cerebral', la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud cerebral como "la preservación de la integridad cerebral para el adecuado funcionamiento del cerebro en los ámbitos cognitivo, sensorial, socioemocional, conductual y motor, que permite a una persona desarrollar todo su potencial a lo largo de su vida, independientemente de la presencia o ausencia de enfermedad".
Esto quiere decir que la salud cerebral implica que este órgano realice de forma óptima las actividades requeridas en la vida diaria.
Las enfermedades neurológicas alteran la función cerebral de tres formas diferentes. En primer lugar, están aquellas que producen un daño estructural, como son las enfermedades cerebrovasculares, tumores cerebrales, meningitis o traumatismos. Después, aquellas que implican un daño funcional, como son el Parkinson, el Alzheimer y otras demencias, que afectan a las redes o comunicaciones cerebrales.
Por último, hay enfermedades como la migraña o aquellas relacionadas con el sueño que no provocan daño funcional ni estructural.
De este modo, el informe de la SEN desarrolla el impacto que suponen para la salud cerebral las enfermedades cerebrovasculares, las cefaleas, la esclerosis múltiple, la epilepsia, los trastornos del movimiento, el deterioro cognitivo, el sueño o el dolor neuropático.
A partir de esto, el informe propone medidas de prevención que se pueden poner en práctica para cuidar la salud cerebral y retrasar o evitar la aparición de estas patologías, también con el objetivo de tener un envejecimiento saludable.
En este sentido, el documento recoge un decálogo elaborado por la SEN para mantener un cerebro saludable. En él, los neurólogos recomiendan realizar actividades que estimulen la actividad cerebral y mantengan un estado cognitivo activo, como pueden ser leer, escribir o participar en juegos de mesa. Asimismo, aconsejan realizar ejercicio físico y llevar una dieta equilibrada, basada en el estilo mediterráneo, para evitar el sobrepeso.
Otra de las sugerencias de los especialistas es evitar el consumo de sustancias tóxicas como el alcohol, el tabaco y otras drogas. Junto a esto, piden controlar otros factores de riesgo vascular, como la tensión arterial, la diabetes o la hiperglucemia. Además, señalan la importancia de potenciar las relaciones sociales y evitar el aislamiento social, que es un factor de riesgo en el desarrollo de deterioro cognitivo.
Los expertos ponen también el foco en la limitación del uso de pantallas y redes sociales, cuyo uso excesivo reduce la capacidad de concentración, atención y aprendizaje. Igualmente, otro de los consejos se centra en proteger el cerebro de agresiones físicas del exterior como las que se pueden producir en un accidente de trabajo, por lo que instan a emplear el cinturón de seguridad.
Por último, dormir unas ocho horas diarias, eliminar el estrés en todos los ámbitos de la vida que sea posible y tener una actitud positiva son factores esenciales para el cuidado de la salud cerebral.