Autor/autores:
Thaise G.L.de O. Toutain, José Garcia V. Miranda , Raphael S. do Rosário...(et.al)
La esquizofrenia (ES) es uno de los trastornos psiquiátricos más complejos, y comprender sus mecanismos neurofisiológicos sigue siendo uno de los principales retos de la neurociencia. La investigación en esta área ha revelado numerosas anomalías en la conectividad cerebral, tanto a nivel anatómico como funcional. Sin embargo, aún persiste la ...
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La esquizofrenia (ES) es uno de los trastornos psiquiátricos más complejos, y comprender sus mecanismos neurofisiológicos sigue siendo uno de los principales retos de la neurociencia. La investigación en esta área ha revelado numerosas anomalías en la conectividad cerebral, tanto a nivel anatómico como funcional. Sin embargo, aún persiste la incertidumbre sobre cómo se relacionan las alteraciones en regiones cerebrales específicas con los patrones de conectividad cerebral interrumpidos en individuos con esquizofrenia. Este artículo propone un enfoque novedoso para abordar este desafío, utilizando técnicas avanzadas de análisis de redes cerebrales dinámicas.
En particular, el estudio emplea gráficos que varían con el tiempo y el método de sincronización de motivos para construir redes funcionales cerebrales dinámicas (BFN). Estas BFN se basan en datos obtenidos mediante electroencefalografías en estado de reposo (rs-EEG), lo que permite evaluar las interacciones cerebrales en tiempo real, capturando la naturaleza dinámica de la conectividad neuronal. La muestra del estudio incluyó a 14 individuos con esquizofrenia (ES) y 14 controles sanos (HC), permitiendo así una comparación directa entre los dos grupos.
El análisis de las BFN dinámicas reveló diferencias significativas en las interacciones dirigidas entre diversas regiones cerebrales en los individuos con esquizofrenia en comparación con los controles sanos. Este enfoque innovador mide la importancia de la sincronización entre pares de regiones cerebrales, tanto a nivel de interacciones internas como externas, lo que proporciona una visión más detallada de la actividad cerebral en tiempo real. Los resultados mostraron una sincronización reducida, particularmente entre los lóbulos temporales de los pacientes con esquizofrenia, lo que sugiere un vínculo directo entre las alteraciones en la conectividad temporal bilateral y los síntomas característicos de la enfermedad.
Estas alteraciones en la conectividad bilateral de los lóbulos temporales podrían estar relacionadas con algunas de las manifestaciones más prominentes de la esquizofrenia, como los trastornos en el procesamiento del lenguaje, la percepción auditiva y la integración de la información sensorial, que son áreas donde los lóbulos temporales juegan un papel crucial. Este hallazgo refuerza la idea de que la esquizofrenia no es solo un trastorno de desconexión, sino también una condición donde ciertas regiones cerebrales clave no interactúan de manera efectiva.
Desde una perspectiva clínica, estos hallazgos son prometedores porque abren nuevas posibilidades para el desarrollo de tratamientos personalizados. Al identificar las áreas específicas donde la conectividad cerebral está alterada, se pueden diseñar intervenciones terapéuticas que busquen restaurar o compensar estos patrones interrumpidos. Las terapias que se enfoquen en mejorar la conectividad temporal bilateral, por ejemplo, podrían ayudar a mitigar algunos de los síntomas más debilitantes de la esquizofrenia.
En resumen, este enfoque proporciona una base sólida para futuras investigaciones que buscan mejorar tanto el diagnóstico como el tratamiento de la esquizofrenia, mediante el uso de técnicas avanzadas de análisis de conectividad cerebral dinámica.
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