Este mes comentaremos un articulo reciente en el que se aborda uno de los temas mas preocupantes para la Salud Publica que es la relación entre nuestros jóvenes, el consumo de sustancias y/o patología dual.
El titulo del articulo, hace referencia a la desregulación psicológica, concepto que explicaremos mas adelante y a la desorganización de la sustancia blanca cerebral en los adolescentes que presentan trastorno por abuso de sustancias (TUS).
En el articulo, además del objeto del estudio, esto es, los jóvenes y el consumo de drogas, es fascinante ver como avanzan las técnicas de neuroimagen, mostrándonos la aplicación del Diffusion Tensor Imaging (DTI).
Basado en la resonancia magnética, esta técnica de neuroimagen permite ver el sentido de las fibras de axones de la materia blanca cerebral permitiendo así la producción de un mapa de conexiones o conectoma.
Dentro de un axón el agua difunde bien en el sentido del axón, pero lo hace mal contra las paredes mielinizadas. Con la resonancia magnética podemos conocer como difunde el agua y por lo tanto el sentido del axón.?La materia blanca está compuesta por fibras de millones de axones que conectan las distintas partes del cerebro. Dado que el nivel de conectividad es uno de los grandes desconocidos del cerebro, el conectoma es un paso vital para conocer su estructura y comportamiento.
Los conceptos clave de este artículo, son los dos siguientes:
<i>La <b>Desregulación psicológica</b>, término que hace referencia a las deficiencias en la función cognitiva, la inhibición conductual y la regulación emocional</i>, que constituye una característica sinónima de la función ejecutiva, ampliamente definida y la desregulación neuroconductual.
Algunos trastornos mentales, incluyendo el trastorno disruptivo de la conducta y la depresión mayor, se piensan que pueden ser una manifestación clínica de esta desregulación psicológica. El trastorno depresivo y el trastorno disruptivo de conducta tienden a agruparse en adolescentes con TUS, siendo una patología dual prevalente en esta población.
Los constructos dimensionales que representan problemas de conducta, atencional, y estado de ánimo han sido encontrados para proporcionar representaciones válidas psicométricamente de la desregulación psicológica que presentan los adolescentes con TUS.
Los resultados de estas escalas en los jóvenes con TUS han mostrado resultados significativos en comparación con la población adolescente de referencia.
Por otro lado, las <i><b>alteraciones en la Sustancia Blanca cerebral</b>.
De acuerdo con el modelo de inmadurez en el neurodesarrollo, el fenotipo de la desregulación psicológica refleja retrasos o déficits en la neuromaduración que precede y contribuye al TUS.</i>
La corteza prefrontal juega un importante papel en la regulación psicológica durante la adolescencia y su interacción con otras zonas funcionalmente especializadas de la sustancia blanca es crítica en la integración de las funciones cerebrales.
Los tractos de la sustancia blanca que se proyectan a la corteza prefrontal se continúan desarrollando durante la adolescencia. La corteza prefrontal esta conectada con la zona parietal por los fascículos longitudinales superiores para formar la zona frontoparietal de trabajo. La maduración de esta zona frontoparietal se ha estudiado como crítica para una óptima regulación psicológica. La inmadurez de esta zona durante la adolescencia puede contribuir a la desinhibición y las conductas de alto riesgo incluyendo el TUS.
<b>Pues bien, en anteriores estudios no se había estudiado la desregulación psicológica en relación con la desorganización de la sustancia blanca en las áreas cerebrales de interés en TUS.
La novedad que presenta este artículo es la relación que busca establecer entre estos dos conceptos en los jóvenes que presentan Trastorno por Abuso de Sustancias. Existe una base estructural común tanto para el consumo de sustancias como para la desregulación psicológica en forma de trastornos depresivos, disruptivos,
disponiendo de fundamentos que avalan una base estructural cerebral común para lo que consideramos patología dual.</b>
De acuerdo con los modelos de los efectos de las sustancias, el TUS altera la sustancia blanca. Se han documentado pérdidas de volumen en adultos con TUS y también volúmenes menores en la corteza prefrontal en adolescentes con TUS.
En cualquier caso, los volúmenes de las regiones cerebrales no han mostrado una relación consistente con la desregulación psicológica y uso de sustancias.
Comparada con el volumen de la sustancia blanca, la microestructura de esta sustancia blanca, determinada por imagen de difusión, puede tener mas sensibilidad para detectar los efectos del TUS.
La Diffusion Tensor Imaging (DTI) cuantifica la difusión del agua en la sustancia blanca, lo cual refleja la organización axonal así como también el calibre axonal de las fibras de mielina.
La Anisotropía Fraccionada (FA) es un indicador calculado utilizando diversas variables que comprenden unos índices mas específicos, incluyendo la difusión axial (difusión a lo largo del axón).
Los investigadores plantearon las tres hipótesis siguientes:
1. La desregulación psicológica será mayor en adolescentes con consumo de sustancias en comparación con controles.
2. La Anisotropía Fraccionada (FA) en la corteza prefrontal y las vías de la sustancia blanca parietal, indicador de la madurez de la sustancia blanca en la zona de trabajo frontoparietal, será menor en adolescentes con TUS.
3. La Anisotropía Fraccionada (FA) de la corteza prefrontal y parietal se correlacionaran de forma inversamente proporcional con la desregulación psicológica.
Se estudiaron 55 adolescentes con TUS, de edades comprendidas entre 14 y 19 años. Los controles fueron 20 adolescentes sin TUS.
La desregulación psicológica fue medida con la BRIEF score (Behavior Rating Inventory of Executive Function-Self-Report Version).
Los resultados obtenidos en el estudio fueron, fundamentalmente que los adolescentes con TUS mostraron un nivel mas elevado de desregulación psicológica medida por la BRIEF score y síntomas psicopatológicos.
Los adolescentes con TUS, comparados con los controles, mostraron una desorganización de la sustancia blanca prefrontal y parietal. Como los grupos de TUS y controles no mostraron resultados estadísticamente significativos en el volumen de la sustancia blanca de las áreas cerebrales de interés, estos resultados vienen a corroborar los estudios previos, sugiriendo que los índices obtenidos mediante DTI nos reportan indicadores mas sensibles de los efectos cerebrales del uso de sustancias.
De forma consistente con el modelo de la inmadurez del neurodesarrollo, los resultados obtenidos pueden ser interpretados como indicadores de la inmadurez de la sustancia blanca de la corteza prefrontal y parietal y predictores de la desregulación psicológica, la cual, a su vez, puede predecir los síntomas relacionados con el consumo de cannabis. <b>Esto nos permite predecir en base a la fase del neurodesarrollo el potencial riesgo que va a suponer el consumo de sustancias para el desarrollo de una patología dual.</b>
Los resultados también fueron consistentes con el modelo de efectos de las sustancias. Esto es, los síntomas relacionados con el consumo de cannabis pueden predecir la desorganización de la SB y esta a su vez la desregulación psicológica. La corteza prefrontal se ha visto que presenta una gran densidad de receptores cannabinoides y puede ser especialmente susceptible a los efectos del cannabis. <b>Existirá una vulnerabilidad individual que hará especialmente sensible el consumo de sustancias para el desarrollo de una patología dual, que tendrá relación fundamentalmente con una base estructural cerebral común.</b>
En resumen, este articulo viene a avalar con una rigurosa investigación lo que todos los profesionales sabemos o intuimos de una manera u otra. Que los adolescentes que consumen drogas, presentan además otros trastornos asociados o patología dual, además de alteraciones conductuales, cognitivas y afectivas.
Y además nos evidencia el daño cerebral que estas sustancias generan en los cerebros aún en desarrollo, estableciéndose una retroalimentación entre este consumo, las alteraciones estructurales cerebrales y otros trastornos mentales, lo que conocemos como patología dual.
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