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Prevalencia, correlatos, discapacidad, y comorbilidad del abuso de drogas y dependencia DSM-IV en los Estados Unidos. Resultados de la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas.

  • Autor/autores: Juncal Sevilla Vicente

    ,Artículo,Patología Dual,


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Artículo | Fecha de publicación: 17/07/2009
Artículo revisado por nuestra redacción

La opinión pública, los medios de comunicación, muchos de los médicos de atención primaria suelen confundir el Uso de alcohol y otras drogas con los diagnósticos de Abuso y Dependencia. Para el manejo adecuado de los efectos adversos de las sustancias psicoactivas (alcohol y otras drogas) es necesario comprender el proceso adictivo (uso, abuso y dependencia) el cual incluye normas sociocultu...



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La opinión pública, los medios de comunicación, muchos de los médicos de atención primaria suelen confundir el Uso de alcohol y otras drogas con los diagnósticos de Abuso y Dependencia. Para el manejo adecuado de los efectos adversos de las sustancias psicoactivas (alcohol y otras drogas) es necesario comprender el proceso adictivo (uso, abuso y dependencia) el cual incluye normas socioculturales de uso, el curso clínico de los trastornos por uso de sustancias y la neurobiología de la adicción.

Así, no solo el uso, sino también el abuso y la dependencia de las sustancias ilícitas están muy extendidos entre la población general y se asocian con unos altos costes sociales, personales y económicos.



Los estudios epidemiológicos y las investigaciones al respecto constantemente nos indican que el estos diagnósticos presentan una alta asociación con otros trastornos psicopatológicos, la patología dual, fundamentalmente con trastorno del estado de ánimo, ansiedad, y trastornos de la personalidad (PD). Así se constata de los datos obtenidos del Estudio Epidemiológico de Patología Dual en la Comunidad de Madrid, realizado por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD).



La patología dual, o lo que es lo mismo, la comorbilidad del uso de sustancias con otros trastornos de los Ejes I y II se asocia con bajo rendimiento, disminución de la productividad en el trabajo, mala salud, deterioro neuropsicológico, infecciones por VIH o hepatitis, disfunción social, violencia y muchos otros problemas. Además, el abuso/dependencia de sustancias aumenta el riesgo de suicidio, espacialmente en personas que presentan un trastorno bipolar.



En el año 2004 comenzaron a publicarse los primeros resultados de uno de los estudios epidemiológicos más importantes hechos en los EEUU en nuestro campo, el estudio NESARC (National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions), cuyo objetivo ha sido presentar una detallada información acerca de los patrones de consumo de sustancias, las prevalencias del abuso y la dependencia y las comorbilidades con otros trastornos del DSM-IV. En este artículo publicado recientemente se presentan datos epidemiológicos sobre el consumo de drogas diferentes del alcohol (que ha sido objeto de otra publicación) en la población general de los EE.UU. evaluando los patrones de consumo de sustancias (abuso y dependencia) y las comorbilidades asociadas, estableciendose un tiempo de prevalencia de 12 meses, entre el 2001 y 2002.



En el estudio NESARC se ha utilizado una muestra representativa con 43.000 personas que han sido analizadas usando la entrevista diagnóstica “Alcohol Use Disorder and Associated Disabilities Interview Schedule” (AUDADIS) del National Institute on Alcohol Abuse (NIAA).

Mediante esta herramienta diagnóstica, se objetivo que el 2,0% de los adultos estadounidenses experimentaron un trastorno de uso de sustancias en los 12 meses previos (1,4% abuso; 0,6% dependencia), mientras que el 10,3% desarrolló un trastorno de uso de sustancias en algún momento de su vida (7.7% abuso, 2.6% dependencia). Las prevalencias del abuso de sustancias durante los 12 meses previos y a lo largo de la vida superaron a las de la dependencia.



La mayor tasa de abuso y dependencia se encontro entre los varones, solteros, viudos o divorciados, nativos de norteamérica, de rango de edad entre los 18 y 44 años y bajo nivel socioeconómico. También fueron mayores en la zona Oeste de E.E.U.U. Se objetivó la comorbilidad o patología dual de la dependencia de sustancias con trastornos del ánimo y de ansiedad, junto con unas tasas bajas de tratamiento a lo largo de la vida (8,1% para el abuso y 37,9% para la dependencia) que no se vincularon con factores socioeconómicos sino al escaso abordaje de los trastornos comórbidos asociados.



El NESARC ha mostrado que los trastornos del DSM-IV relacionados con abuso y dependencia de sustancias son prevalentes, altamente incapacitantes y muy a menudo no reciben el tratamiento adecuado. El infradiagnostico de la patología dual, queda de manifiesto en este estudio haciendo incapie en la importancia de controlar y tratar los “otros trastornos psiquiátricos” (que son altamente comorbidos) cuando se examinan las asociaciones entre el consumo de sustancias y otros trastornos psiquiátricos de los Ejes I y II.



Estudios como este, hacen notorio como la mayoría de las personas con patología dual nunca han sido tratadas, y en los abordajes terapeúticos existen disparidades entre los grupos de alto riesgo, a pesar de la discapacidad y la sustancial comorbilidad que estos trastornos presentan. La persistencia de las bajas tasas de tratamiento, a pesar de la disponibilidad de tratamientos eficaces indica la fuerte necesidad de hacer esfuerzos para la sensibilización social y de los profesionales.



En resumen, el NESARC ha demostrado que los trastornos DSM-IV por consumo de sustancias, ya sea por abuso o dependencia son frecuentes, altamente discapacitantes y muy a menudo no reciben tratamiento.



Los trastornos por uso de sustancias, especialmente los más graves, como la dependencia de sustancias, son muy comorbidos a otros trastornos mentales, destacando la necesidad de una evaluación completa y tratamiento de esta patología dual. El estudio identificó subgrupos de población en situación de especial riesgo y ha generado muchas conclusiones que pueden conducir a futuras investigaciones tales como el inicio de los adolescentes en el uso de sustancias ilicitas, poniendo de manifiesto que este periodo de la vida necesita un gran esfuerzo de prevención por parte de los organismos gubernamentales.



Los resultados de este estudio epidemiológico indican que se deben adoptar medidas inmediatas para educar a médicos, sociedad y a los encargados de formular y diseñar estrategias políticas sobre el tratamiento y diagnóstico de la patología dual, para desarrollar programas de prevención de manera preferente.

Esperamos disponer pronto de datos epidemiológicos cualificados, obtenidos en nuestro país, en el citado estudio hecho en Madrid, que nos permita una comparación con los obtenidos en los EEUU.

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