Quienes se preparan para las pruebas de oposiciones pueden experimentar la soledad del opositor, síntomas asociados al estrés y la ansiedad debido a la presión. Uno de los síntomas que se producen es la soledad del opositor, un problema común en los aspirantes a los cargos o puestos de trabajo.
Recordemos que una oposición es el proceso de selección de quienes se presentan a una vacante laboral del servicio público, lo que incluye hacer algunos exámenes de admisión. Veamos de qué trata la soledad del opositor, cómo afecta negativamente este síntoma y qué medidas puede tomar el aspirante para superar esta situación.
¿De qué trata la soledad del opositor?
Las academias de ayudantes de instituciones penitenciarias y otras parecidas forman a los aspirantes para las pruebas de admisión. Además de ser un excelente recurso para estar bien preparado, representan una alternativa muy valiosa para disminuir los síntomas que produce el síndrome del opositor, como por ejemplo, la soledad o aislamiento que experimentan los participantes.
¿De qué trata la soledad del opositor? Puede tener varias vertientes. En primer lugar, que el esfuerzo o la responsabilidad de estudiar y prepararse para los exámenes es algo estrictamente individual. Nadie puede estudiar por uno, así que en ese caso es una labor solitaria porque no se realiza la prueba en equipo.
Por otra parte, la mayoría de quienes se preparan para presentar las oposiciones pasan mucho tiempo solos o aislados de otros estudiando los módulos respectivos. Se habla de la soledad del opositor porque el candidato reduce mucho el contacto social al no tener tiempo para otra cosa que no sea estudiar.
Una tercera razón por la que se habla de la soledad del opositor es que muchos opositores prefieren estudiar solos, a diferencia de la Universidad. ¿La razón? Porque en las oposiciones se está compitiendo con otro por un puesto laboral, si se le ayuda, hay menos posibilidades de ser seleccionado.
¿Es tan malo el aislamiento?
La soledad del opositor puede afectar a la motivación que se tiene para seguir adelante y hace que muchos abandonen el proceso para terminar las oposiciones. Estar encerrado en la habitación largos períodos de tiempo preparándose para el examen de admisión en el servicio público, puede generar mucha ansiedad e incertidumbre.
Claro está, es fundamental no olvidar que si bien es una responsabilidad personal estudiar, puedes contar con la ayuda de tutores o guías al prepararse. Además, los familiares o amigos pueden contribuir de algún modo con tus esfuerzos por aprender, quizás ayudando a repasar el contenido o pasar el tiempo juntos para airearse un poco.
Por supuesto, hay personas que simplemente no pueden vivir sin estar rodeado de otros o compartiendo constantemente en actividades sociales. Pero es un hecho que el sacrificio que hay que hacer al prepararse para las oposiciones bien vale la pena. La soledad del opositor le permite concentrarse y dedicar sus esfuerzos a su objetivo de estudiar para aprobar.
En cuanto al tema de la competencia por el puesto de trabajo, es mejor no prestar atención a los comentarios de otros aspirantes al terminar las evaluaciones. Esto puede ponerte más nervioso o incluso impactar negativamente tu rendimiento en otros exámenes. Así que en este aspecto, la soledad del opositor es algo recomendable.
Sugerencias para superar la soledad del opositor
- Apóyate en otras personas que quieren ayudarte: Tus padres o tu pareja pueden ayudarte de otras formas, como sustituirte en ciertas labores de la casa mientras estudias.
- Puedes inscribirte en una academia de oposiciones para prepararte: Estas instituciones te brindan ayuda para que no sientas la soledad del opositor y te sientas más tranquilo para el examen.
- Incluye en tus rutinas de estudio descansos breves y comparte con otros: No es prudente pasar mucho tiempo estudiando sin hacer pausas. Aprovecha esas breves sesiones de descanso para despejar la mente y hablar o compartir con otros.
- Si decides estudiar con otros, que sean personas positivas y que te ayuden: Aprende a tu propio ritmo y no te compares con los demás.