El diez por ciento de los niños de 5 años, el ocho por ciento de los de 7 años y el tres por ciento de los adolescentes sufre enuresis, es decir, mojan la cama por la noches por un escape involutario de orina.
Se trata de un trastorno que se proyecta de forma "muy negativa" sobre la vida del niño y la familia, ya que limita su sociabilidad debido a que no quiere pernoctar en casa de amigos o familiares, acudir a campamentos, colonias o viajes de estudios Además, está considerada por la sociedad como un estigma y relacionada con sentimiento de culpa, baja autoestima, alteraciones del sueño y, en consecuencia, una mayor tasa de fracaso escolar.
"El niño y los padres evitan actividades fuera de casa; esa actitud ante la enuresis debe ser conocida por el pediatra que puede intervenir. La enuresis es un trastorno con múltiples consecuencias, pero tiene solución y, en muchos de los casos, se eliminan totalmente", ha dicho el pediatra en el Principado de Asturias y profesor en la Universidad de Oviedo, Venancio Martínez.
De hecho, prosigue, hay niños que cuando tienen una salida para pasar unos días fuera de casa, en un campamento o en casa de un amigo, acuden a la consulta de su médico para que les ayude a afrontar la situación. "Los resultados que se observan son francamente buenos. Además, se logra una motivación del niño y de la familia muy grande y, eso es parte esencial en la curación de la enuresis", ha asegurado el doctor.
A partir de los 5 años, la enuresis tiene una tasa de curación espontánea alta, pero distintos estudios indican claramente, que una intervención temprana hace que los niños dejen de mojar la cama antes y que sus complicaciones sean más leves y desaparezcan antes. Por lo que, acudir al pediatra anticipadamente ayuda a un mejor diagnóstico del niño y favorece la resolución de la situación.