Durante los confinamientos por pandemias, como en el caso de la COVID-19, escuchar música puede reducir el nivel de estrés. El resultado de este estudio abre perspectivas a una intervención basada en la música para reducir el estrés y los trastornos del estado de ánimo en la vida cotidiana. Una intervención de este tipo sería sencilla, flexible y podría adaptarse a las necesidades de los afectados.
Las molestias psicosomáticas como el dolor, el agotamiento o las náuseas para las que no se encuentra una causa orgánica son frecuentes en la población general. En Alemania, la prevalencia de problemas leves de salud física sin diagnóstico médico es del 81 %, y uno de cada cinco encuestados (22 %) en este estudio representativo tenía incluso problemas graves de salud inexplicables.
Se sabe que la música mejora los trastornos del estado de ánimo y reduce el estrés. Sin embargo, las pruebas científicas correspondientes proceden principalmente de estudios de laboratorio o de contextos clínicos.
Investigadores de la Universidad de Viena han estudiado ahora los efectos de la música durante las fases de confinamiento en Austria e Italia en el entorno cotidiano de las personas.
El estudio de cohortes contó con la participación de 711 jóvenes, 69,9 % mujeres con una media de edad de 27 años (24,0-36,0 años), de abril a mayo de 2020 durante las fases de confinamiento relacionadas con la pandemia de la COVID-19. El estudio se llevó a cabo a través de una aplicación de diario electrónico en el teléfono móvil en el que se respondía cinco veces al día a preguntas sobre el estado de salud actual, molestias físicas, nivel de estrés y comportamiento de escucha de música.
Se analizaron 19.641 entradas de participantes, incluidas 4.677 sobre la escucha de música. Los niveles de estrés se redujeron durante los periodos de escucha musical. El efecto no fue fuerte, con una reducción media del 8 % a nivel individual, pero alcanzó el nivel de significación estadística (p = 0,04). Los sentimientos de estrés y nerviosismo también disminuyeron a nivel individual con valores p entre < 0,004 y < 0,001. El estado de ánimo mejoraba especialmente cuando la música se percibía como alegre.
La música podría utilizarse para modular los sentimientos de estrés, sobre todo en momentos psicológicamente difíciles como los de confinamiento debido a una pandemia. Según los autores se trataría de una intervención sencilla complementaria a las estrategias de afrontamiento, aunque los efectos no son pronunciados y podrían estar indicadas intervenciones adicionales.
El estudio recibió subvenciones de la Universidad de Viena.Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania.