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ntre el 10 y el 15 por ciento de las mujeres gestantes padecen depresión o ansiedad durante esta etapa, según recoge Royal Collegue of Psichiatry. Una de cada diez padecen depresión posparto y una de cada 100 psicosis puerperal. Pese a estos datos, el abordaje de la salud mental durante la etapa perinatal tiene carencias en España. La falta de conocimiento, los escasos dispositivos y la disparidad entre las distintas comunidades autónomas son las principales. Así lo sostiene Miguel Sandonís, adjunto de Psiquiatría del Programa de Salud Mental Perinatal del Hospital Universitario Vall d'Hebron, cuyo programa lleva trabajando desde 2017 junto con una compañera psicóloga. Pero de entre todas las lagunas, una "muy importante" es la falta de unidades de hospitalización madre-bebé en salud mental en España.Estos fallos a la hora de gestionar el cuidado de la salud mental de la mujer durante la etapa de la gestación y el posparto está relacionado con lo que se ha entendido por la definición que la OMS ha dado de la salud y cómo ha ido su evolución. "La salud es un estado de bienestar físico, mental y social. Sin embargo, durante mucho tiempo, la gestación simplemente se ha visto como un bienestar físico, que el embarazo esté yendo bien, que no haya problemas con la gestación, incluso un poco centrado casi en lo que es el feto", ha criticado el experto. Sin embargo, con el paso de los años se incluyó a la mujer, primero en cuanto a la salud física, y con el tiempo ampliando esa búsqueda de lo mental y lo social.
"Cambiar esto lleva tiempo, no es fácil porque ha sido un seguimiento que se ha hecho así desde hace mucho tiempo", ha explicado. Además, en esta cuestión ya se incluye una de las carencias que hay detrás del abordaje, que es la falta de conocimiento. "Siempre se creía que las hormonas protegían de problemas de salud mental. Todo lo contrario. El periodo de mayor vulnerabilidad para desarrollar un problema de salud mental es justo la época gestacional y posparto", ha detallado.
El psiquiatra insiste en que muchas veces los compañeros de profesión cuando tienen una embarazada delante no saben del todo cómo actuar, pues no hay etapas de formación como tal en la etapa MIR en el abordaje perinatal. Esto conlleva que por falsas creencias, se retiren medicaciones que sí que se pueden tomar o se reduzcan dosis, por miedo a una posible malformación durante el embarazo. "Eso es una falla muy importante", ha resumido.
El acceso no es igualitario en todos lados
Otra de las cuestiones que caracterizan esta situación actual es la falta de dispositivos de para esta etapa, como sinónimos de unidades o planta de hospitalización: "No disponemos de todos los dispositivos de salud mental que sí que disponemos en otras facetas de la vida". Sí que hay centros de días, pero el acceso no es igual en todas partes. Sandonís ha hecho hincapié en una reivindicación en particular: una unidad de hospitalización conjunta de madre-bebé en salud mental en España, pues no hay ninguna. Esta separación entre ambos, si la mujer tiene que ingresar, puede conllevar el cese de la lactancia materna y puede suponer un grave riesgo para un vínculo seguro.
El Programa de Salud Mental Perinatal del hospital catalán lleva funcionando desde hace cinco años. Desde allí atienden a tres perfiles de embarazadas: mujeres con patología de salud mental previa que quedan embarazadas; gente que previamente no contaban con ninguna patología que durante el embarazo o el posparto desarrollan alguna problemática y personas con adicciones. Desde 2017, en Cataluña, se ha incidido especialmente en la salud mental durante la gestación. Durante el seguimiento habitual de estas mujeres, la matrona les hace unos cuestionarios que pueden indicar problemáticas de salud mental, y, en el caso de que detecten señales de alarma, son derivadas a este programa.
"En Cataluña somos unos privilegiados, no me vine aquí por casualidad. Los recursos que hay para perinatal no son iguales en todo el país. Este circuito aquí ya está establecido. Sin embargo, en Madrid me consta que lo están poniendo en marcha, pero todavía no se ha llegado a ese punto", ha explicado el psiquiatra. Pese a ello, está en la búsqueda de más recursos. Por un lado, conseguir acompañamiento entre lo hospitalario y lo ambulatorio y, por otro, más ayudas sociales para estas mujeres. "Nos gustaría incidir más en la parte social que nos falta", ha resumido.
Sandonís ha incidido en que en el programa al que pertenece han notado un aumento aproximado del 30 por ciento de pacientes en los últimos dos años, desde la pandemia."Ha sido una crecida paulina de estos últimos años y tiene mucho que ver con el tema del covid", ha detallado. Actualmente, junto con Obstetricia y Trabajo Social trabajan conjuntamente en la Unidad de Obstetricia Social y Salud Mental.