Una encuesta medirá a nivel nacional el impacto de estas patologías en los estudiantes al empezar y acabar el curso.
El Ministerio de Universidades ha puesto en marcha una nueva investigación con la que pretende identificar los “factores de riesgo” que influyen en el desarrollo de problemas de salud mental entre los estudiantes. La investigación está compuesta de dos grandes rondas de sondeos que se realizarán al arrancar y finalizar el curso. Algo que podría determinar por qué las personas matriculadas en estudios como los de Medicina tienen una mayor predisposición que en otras áreas del conocimiento.
El catedrático de la Universidad de Valencia, Rafael Tabares, será el encargado de coordinar el equipo que analizará los datos aportados por los estudiantes de los niveles de grado, máster y doctorado. “En Medicina los problemas de salud mental de los estudiantes son más importantes que en otros grados”, ha relatado durante su intervención en la jornada ‘Salud Mental en jóvenes y adolescentes. Una prioridad compartida’ que se ha celebrado en el Ministerio de Sanidad.
El psiquiatra y psicoterapeuta ha adelantado algunas de las claves que considera que incluyen en esta diferencia, entre las que se encuentran la edad, el ambiente competitivo de la universidad o la frustración derivada de la cultura del esfuerzo. “Muchos de los problemas de salud mental de los estudiantes están relacionados con sus condiciones de estudio, de vida y sus experiencias de aprendizaje”, ha apostillado.
Rafael Tabares catedrático de la Universidad de Valencia, especializado en Psiquiatría y Psicoterapia.
La necesidad de ahondar en esta realidad llega en un momento en el que estudios previos realizados por entidades como el Observatorio del Estudiante han apuntado a que cerca del 40 por ciento de los alumnos de estos niveles educativos han necesitado ayuda por problemas de salud mental, aunque hasta el 60 por ciento encaja con patologías como la ansiedad. En 2 de cada 10 casos, esta realidad puede terminar traduciéndose en ideaciones suicidas.
Cristina Larroy, catedrática en Psicóloga Clínica en la Universidad Complutense de Madrid, ha completado este perfil de riesgo. Además de los tipos de estudio, ha colocado a las mujeres que compaginan su carrera académica con la vida laboral como unas de las más damnificadas. Algo que afecta especialmente a las que están realizando su doctorado. “Son unos alumnos muy frágiles desde el punto de vista de salud mental”, ha apostillado.
El Ministerio de Universidades ha avalado esta investigación con el objetivo de contar a partir del año que viene con nuevos indicadores a nivel nacional que permitan trazar una “radiografía” sobre la salud mental en estos niveles educativos. “Nos va a dar certezas más claras para comprender el fenómeno, distinguir los momentos vitales en los que se da”, ha expuesto el titular de la cartera, Joan Subirats, que ya se ha puesto en contacto con el Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado para tratar de reforzar la documentación.
