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Calidad de vida y comunidad.

  • Autor/autores: Virginia Lugo Aguilar*; Omar Trujillo Grás**.

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Artículo | Fecha de publicación: 07/05/2003
Artículo revisado por nuestra redacción | Psiquiatria Comunitaria

IntroducciónLa calidad de vida, máxima aspiración de todo ser humano, es un término que ha sido ampliamente utilizado en los últimos tiempos por los especialistas de las más diversas disciplinas, como filósofos, economistas, sociólogos y personal de la salud, por lo que cada quien ha enfocado este concepto desde un punto de vista diferente, enfatizándose sólo algunas de sus dimensiones, ...



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Introducción

La calidad de vida, máxima aspiración de todo ser humano, es un término que ha sido ampliamente utilizado en los últimos tiempos por los especialistas de las más diversas disciplinas, como filósofos, economistas, sociólogos y personal de la salud, por lo que cada quien ha enfocado este concepto desde un punto de vista diferente, enfatizándose sólo algunas de sus dimensiones, lo cual ha traído como consecuencia que los principales problemas en el estudio de la calidad de vida hayan sido teóricos, metodológicos e instrumentales (1).



El concepto de calidad de vida ha entrado en la medicina como un intento de llamar la atención acerca de la importancia de lograr no solo la supervivencia, sino también el bienestar del hombre (2). Es un tema de gran actualidad, que se mantiene siendo objeto de intentos clasificadores por parte de multitud de autores que parten de posiciones diversas (3).



Ante la necesidad de unificar criterios y posiciones fue la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) quien propuso una definición de consenso, en 1994: “Percepción personal de un individuo de su situación en la vida, en el contexto de la cultura y sistema de valores en los que vive, y en relación con sus objetivos, expectativas, valores e intereses” (3, 4, 5).



Cuba al igual que otros países ha centrado los estudios en relación a calidad de vida en grupos particulares ya sean sujetos enfermos o grupos homogéneos como ancianos, mujeres, etc. (6, 7, 8, 9, 10, 11).



Estimando que el estudio de la calidad de vida está carente de una elaboración conceptual uniforme y conociendo que existen varios autores que destacan como elementos determinantes para definir la calidad de vida de la población, factores objetivos como las condiciones de vida, factores socioeconómicos y culturales, olvidando expresar la subjetividad de sus miembros, así como que la mayoría de las investigaciones se realizan en sujetos enfermos y en instituciones, y no en la comunidad, espacio real donde la gente desarrolla la mayor parte de su vida, definimos como problemas de esta investigación:



· ¿cómo percibe la población la calidad de vida?

· ¿cómo la define?

· ¿cuáles son sus opiniones y criterios con relación al tema?

· ¿cómo se percibe la calidad de vida por áreas con condiciones de vida diferentes?



Todos estos elementos, motivaron a conocer la valoración que hacen los individuos sobre el término calidad de vida.

Material y método

Tipo de estudio: descriptivo y de corte transversal.

Universo y muestra: Población residente en el área de salud que atiende el Centro Comunitario de Salud Mental “Plaza” (CCSM-P): 71 416 habitantes.



Para la selección de la muestra se tuvieron en cuenta los siguientes criterios:



<U>Criterios de inclusión:</U>



. Residentes permanentes en las áreas “La Timba” y “Litoral-Malecón”.

. Adultos de 21 años y más.

. Población aparentemente sana o riesgo (grupos I y II de los criterios de dispensarización de la atención primaria de salud en Cuba), que no ha solicitado atención por un proceso agudo en los últimos tres meses.

. Población portadora de enfermedades crónicas (grupos III y IV de los criterios de dispensarización de la atención primaria de salud en Cuba), que puede interactuar sin contratiempos con el equipo investigador y que no ha solicitado atención por un proceso agudo en los últimos tres meses.

<U>Criterios de exclusión:</U>



. Menores de 20 años.

. Trastornos psiquiátricos mayores (esquizofrenia, demencia, retraso mental, etc).

. Trastornos psiquiátricos menores que hayan solicitado atención por un proceso de agudización en los últimos tres meses.

. Población portadora de enfermedades crónicas que no puede interactuar adecuadamente con el equipo investigador o que ha solicitado atención por un proceso agudo en los últimos tres meses.



Fueron investigadas personas provenientes de dos áreas de residencia (Área “La Timba”, antiguo barrio marginal y Área “Litoral-Malecón”, antigua zona residencial), diferentes por su nivel socioeconómico y factores socioculturales.



Los grupos evaluados fueron seleccionados por muestreo aleatorio intencionado, pretendiendo que la muestra fuera lo más heterogénea posible en cuanto a sexo, nivel de escolaridad, estado civil y ocupación, ya que la edad estaba previamente establecida por rango, para propiciar la interacción de criterios entre los participantes. Los grupos focales quedaron conformados de la siguiente manera:



. Grupos T1 (“La Timba – 1”) y LM1 (“Litoral - Malecón 1”): Cada grupo constituido por 10 miembros, comprendidos éstos en el rango de edad de 21 a 40 años (adultos jóvenes).

. Grupos T2 (“La Timba – 2”) y LM2 (“Litoral - Malecón 2”): Cada grupo constituido por 10 miembros, comprendidos éstos en el rango de edad de 41 a 59 años (adultos medios).

. Grupos T3 (“La Timba – 3”) y LM3 (“Litoral - Malecón 3”): Cada grupo constituido por 10 miembros, comprendidos éstos en el rango de edad de 60 años y más (adultos mayores).



<U>Métodos e instrumentos de recogida de información:</U>



Se aplicó la técnica de grupos focales (12, 13) y de manera complementaria el cuestionario WHOQOL-BREF en su versión en español, validado por la OMS (5).



A través de los grupos focales se exploró la percepción de la población estudiada con relación a la calidad de vida en general y la suya propia.



El cuestionario WHOQOL-BREF, cuenta con 26 ítems, permitió enriquecer y completar en los grupos seleccionados la descripción de la valoración subjetiva de estos con relación a su calidad de vida y no dejar escapar elementos que no fueran abordados a través de la técnica de grupos focales.

<U>Plan de tabulación y análisis:</U>



Luego de recogida la información aportada por la técnica de grupos focales, se procedió al análisis de su contenido en las primeras 24 horas posteriores a las entrevistas.

Se analizaron las opiniones de cada uno de los integrantes de los grupos y se hizo un resumen de estas. Aquellos temas que por su relevancia fueron expresados por los miembros de los grupos aun cuando no se hubieran previsto se incluyeron para el análisis e interpretación de los resultados.



A través del análisis cualitativo de las respuestas se estableció el consenso de opiniones total o parcial. De igual forma, fueron objeto de análisis e interpretación las opiniones que resultaron únicas, discordantes e incompatibles entre los diferentes miembros del grupo.



Se confeccionó un resumen global, resaltando similitudes y diferencias entre los distintos grupos y se complementó el estudio con los resultados que aportó el instrumento WHOQOL-BREF, buscando la triangulación de la información cualitativa con datos cuantitativos, como estrategia para tener mayores garantías de que la información recolectada fuera de calidad y lograr que la combinación de ambos métodos permitiera alcanzar mayor rigor metodológico en la investigación.



Para analizar y resumir la información recogida con el instrumento WHOQOL-BREF, se utilizó una base de datos computarizada para su almacenamiento, aplicando luego el paquete estadístico Epinfo, versión 6.04, para su procesamiento. Se utilizó la distribución porcentual, la media y la prueba de diferencia de medias en la descripción de los resultados.

Objetivos

<B>Objetivo General</B>



Determinar la percepción sobre calidad de vida que poseen los grupos poblacionales “La Timba” y “Litoral-Malecón”, residentes en el área de salud que atiende el Centro Comunitario de Salud Mental “Plaza”.



<B>Objetivos Específicos</B>



1. Identificar los factores que se valoran, por las poblaciones en estudio, como los más influyentes en la calidad de vida.

2. Conocer el concepto de calidad de vida que tienen las poblaciones estudiadas.

3. Describir la percepción que tienen las poblaciones en estudio con relación a su calidad de vida.

Análisis y discusión de los resultados

<B>Factores más influyentes en la calidad de vida, en las poblaciones en estudio</B>



Ambas poblaciones señalaron elementos comunes como son: recreación, salud, economía, vínculo laboral, redes de apoyo familiar y/o social, autoestima y optimismo.

Al analizar la información obtenida, resulta interesante que ambos grupos coincidieron en la mayoría de los factores más significativos en la calidad de vida, a pesar de estar enmarcados en realidades socioeconómicas y culturales distintas.



Las diferencias básicas están en que los miembros de “La Timba” mencionaron la vivienda, el ambiente físico de sus alrededores y la ley de seguridad social, lo cual evidentemente se ajusta a su “modo vivendis”, donde las condiciones estructurales y medioambientales del lugar y la ayuda recibida por las estructuras de asistencia social después del triunfo de la Revolución en ese “antiguo barrio marginal”, marcan sus subjetividades al evaluar la calidad de vida. Por otra parte, los participantes del “Litoral-Malecón”, no hacen alusión a lo anterior, pero enfatizan otro elemento: la necesidad de cultivar la espiritualidad por la familia, la escuela y los medios de comunicación masivos, desde etapas tempranas, para recibir buenos frutos años después, como pueden ser el apoyo, el amor y la consideración.



Estas escasas diferencias entre ambas poblaciones tal vez se deban a que en Cuba el grado de desarrollo alcanzado por el sistema social imperante, ha permitido que los servicios de salud, educación, deporte y cultura sean justos, equitativos y accesibles a toda la población.

En España, en un estudio realizado por Lucas et al(5), los participantes señalaron que una calidad deficiente del hogar afecta de forma negativa la calidad de vida, y que a veces el costo de la vivienda supone una carga abrumadora, excesiva, para la economía.



Desde el punto de vista de los grupos etáreos, puede apreciarse en la tabla A, que a pesar de jerarquizarse los factores que más influyen en la calidad de vida en órdenes diferentes, existió un elemento común: la recreación, la cual deviene en un eslabón principal en la calidad de vida del ser humano, al permitir la relajación y el disfrute del tiempo libre, propiciando sensación de bienestar. Por ello, y como plantea Bosq(14), para mejorar la calidad de vida es necesario tener una vida privada, entendiendo como vida privada la vida no-laboral; la persona que cuente con una parte del día para realizar algún tipo de actividad extra-laboral, goza de mejor calidad de vida del que no la practique; la persona que usa su tiempo libre para ejercer alguna actividad que lo haga crecer como individuo, incrementa notablemente su calidad de vida.



Además, resalta que para los jóvenes el vínculo laboral, la recreación y el transporte alcanzan las tres primeras prioridades. Esto posiblemente se relaciona con la edad, pues esta etapa de la vida se caracteriza por ser una de las más activas, donde la independencia, las expectativas y proyectos de vida constituyen un incentivo para superarse y desarrollar sus potencialidades. Por su parte, los adultos en edad media de la vida consideraron que la autoestima, la salud y la red de apoyo familiar y/o social son los elementos más importantes, lo cual tal vez se pueda atribuir a que en esta etapa comienzan a mermar una serie de atributos físicos y/o psicológicos, se produce un aumento de las responsabilidades en el hogar, se incrementan los efectos negativos del estrés y las demandas de apoyo. Finalmente, en los ancianos se enfatizó en la red de apoyo, la salud y la recreación. Este grupo admite que la salud obviamente va declinando y, por ello, el apoyo externo se convierte en el eslabón fundamental para mantener la calidad de vida.



Es válido señalar, que todos los participantes de “La Timba” y el “Litoral-Malecón” utilizaron prácticamente los mismos argumentos al justificar el por qué de la importancia de los factores enunciados: prácticamente la edad fue quien marcó distinciones en esta descripción.

Tabla A. Factores más significativos que influyen en la calidad de vida

<B>Concepto de calidad de vida que tienen las poblaciones estudiadas</B>



En general, el concepto de calidad de vida ofrecido por los distintos grupos está centrado en el aspecto subjetivo, si bien a lo largo de la investigación se expusieron numerosos factores que influyen en la calidad de vida, ninguno de ellos la determina absolutamente.



La población valoró la calidad de vida en términos de bienestar, satisfacción, disfrute, alegrías, expectativas y felicidad percibida por ello mismos.

No se pudo establecer una definición particular según área de residencia.



Desde el punto de vista de la edad, es de señalar que los grupos estudiados no presentaron marcadas diferencias entre ellos; sin embargo, los adultos jóvenes, en su totalidad, mencionaron la recreación en la elaboración conceptual de calidad de vida, los adultos medios incluyeron la variable salud y los más viejos se refirieron a la aceptación de sus limitaciones, acorde a las características enunciadas a lo largo de este estudio que caracterizan a estos grupos etáreos.

Vale resaltar a Bosq(14), cuando plantea que calidad de vida es un concepto subjetivo, que está relacionado con la percepción que se tiene acerca de la propia vida, en el sentido de sentirse realizado con el propio ser. En otras palabras, se trata de un concepto que más que hacer énfasis en la situación física de las personas, hace referencia a la situación psicológica desde el punto de vista del individuo.



Autores cubanos como Borges (11), toman como referencia, al igual que sucede en el presente trabajo, el concepto de calidad de vida establecido por la OMS. Otros lo precisan como una suma de factores objetivos y subjetivos (6, 7, 10).



En otras investigaciones realizadas fuera de Cuba, la calidad de vida quedó definida como sinónimo de supervivencia física(14), ausencia de discapacidad(2), nivel de vida o capacidad de las personas para adquirir equipos o servicios que la tecnología y la sociedad moderna les oferta como novedosos o como indicadores de estatus social(15).



Este Trabajo de Terminación de Maestría ha permitido una aproximación a la realidad de una comunidad y estos resultados deberán ser considerados a la hora de diseñar programas o acciones de salud en su favor, brindándole satisfacción a sus necesidades sentidas y, por ende, elevando su calidad de vida.





<B>Percepción que tienen las poblaciones en estudio con relación a su calidad de vida</B>



El cuestionario WHOQOL-BREF, arrojó los siguientes resultados.



Al evaluar la calificación promedio por áreas (tabla 1), detectamos que la salud física alcanzó la mayor puntuación, (75.37%) del máximo posible de puntos, seguidote la salud psicológica, (72.66%), las relaciones sociales: (66.33%) y, en último lugar, el ambiente (58.02%.) La prueba de diferencia media no mostró resultados estadísticamente significativos entre “La Timba” y el “Litoral-Malecón”.

Tabla 1 Calificación promedio por área del Cuestionario WHOQOL-BREF, según área de residencia

Todos estos hallazgos concuerdan con los encontrados por Lucas et al, en el ya referido estudio realizado en Barcelona en sujetos sanos a los cuales se les aplicó este instrumento (5).



En la evaluación de los resultados totales de la Calidad de Vida (WHOQOL-BREF) en las dos áreas estudiadas (tabla 2), el 85% de los casos promediaron una calidad de vida media, el 13.33%, alta y sólo una persona residente en “la Timba” clasificó con una calidad de vida baja ,1.6%, aunque esto no fue estadísticamente significativo según el lugar de residencia (p=0.43).

Tabla 2 Calidad de vida, según área de residencia

En relación a los grupos etáreos (Tabla 3), se hallaron diferencias estadísticamente significativas (p=0.03), lo que sugiere que a medida que se envejece empeora la percepción de la calidad de vida.



Estudios precedentes realizados en el ámbito gerontológico (7, 10, 16, 17, 18,19), han descrito resultados similares, evidenciando que según las personas envejecen tienden a incrementarse las enfermedades, que merman el validismo y el bienestar del individuo y esto hace que se requiera de un mayor esfuerzo para poder brindar satisfacción a sus necesidades.

Tabla 3 Calidad de vida, según grupos etáreos, para ambas áreas de residencias

Sería bueno señalar, que se hicieron cálculos con otra variable confusora universal en el terreno de las investigaciones en salud pública y no se obtuvieron valores significativos.



Al evaluar el área de la salud física, fue estadísticamente significativa la diferencia que es establece según la edad (p=0.01): más del 50% de los adultos jóvenes y de los adultos medios tienen una salud física alta, mientras que de los adultos mayores, el 85% la presenta media y un 5% baja. Este hallazgo es consecuente con la exploración realizada a través de los grupos focales: en la medida que se envejece empeora la salud física.



Mundialmente, se considera que a partir de los 60 años se dobla la frecuencia de algún tipo de incapacidad y después de los 80 años se triplica, lo que permite considerar la incapacidad física, mental y social en el anciano como una de las grandes “epidemias” para los próximos años (7).



En relación con la salud psicológica no hubo diferencias estadísticamente significativas, según la edad y áreas de procedencia (muestra general, p=0.51; “La Timba”, p=0.67; “Litoral-Malecón”, p=0.53). La mayoría de los sujetos investigados, en ambas áreas, evidenció una salud psicológica entre media y alta. Parece ser que el hecho de tener una salud física predominantemente normal (media), influye positivamente en la esfera psíquica.



En cuanto a las relaciones sociales mostraron una relación estadísticamente significativa respecto a la edad, para la muestra en general (p=0.02): los más viejos perciben sus relaciones mejor que el grupo de la edad media de la vida. ¿Será que se conforman o se resignan más con lo que reciben o en realidad, tienen más contacto social que los otros? Es lógico pensar que el grupo de los más jóvenes puntúen con niveles más altos de satisfacción. Estos resultados hacen recordar los obtenidos con los grupos focales, donde los participantes de la adultez media expusieron que percibían sus relaciones sociales como regulares, pues en esta etapa vital la sobrecarga de tareas y responsabilidades los hace disminuir su contacto con otras personas.



Para el área de “La Timba” se polarizan los resultados y no así para los habitantes del “Litoral-Malecón”( p=0.04 vs. p=0.08) lo cual puede deberse a condiciones socioculturales imperantes en el primer caso, que propician mayores intercambios cotidianos entre los vecinos.



El ambiente, como ya se refirió, fue el área donde se obtuvieron los resultados inferiores, lo cual estuvo matizado por facetas complejas como el transporte, el ambiente físico y del hogar, los recursos económicos y otros. No hubo diferencias estadísticamente significativas al relacionar esta variable con la edad (p=0.26). Cuando se analiza según áreas de procedencia, es en el área “La Timba” donde se aprecian mayores niveles de insatisfacción: el 43.33% de la muestra percibió el ambiente como deficiente, mientras que en el “Litoral - Malecón” sólo el 6.66% lo valoró de esa manera. El resultado referido no sorprende, pues de antemano se conocía las características de un barrio y de otro, además de que en los grupos focales se profundizó esta problemática, que deviene en un reto para las autoridades del gobierno municipal.



No encontramos en nuestro país otros estudios que evalúen esta área con amplitud, aún cuando los hallazgos antes descritos coinciden con lo referido por Lucas et al (5), respecto a que el ambiente puntúa como la más baja de las áreas que evalúa el WHOQOL-BREF.

Por último, se relacionó la percepción de cada sujeto respecto a su calidad de vida y como puntuó ésta al calificarse el cuestionario (Tabla no. 4). Se obtuvo una asociación significativa estadísticamente para la muestra en general (p=0.00), lo que evidencia que la percepción de las personas de su calidad de vida se corresponde con la puntuación que “objetivamente” se obtiene por el WHOQOL-BREF, pocos la sobrevaloraron o subvaloraron. A juicio de la autora, esto debe estar relacionado con el modo de afrontamiento ante los problemas.

Todo lo hasta aquí señalado permite reafirmar, en esta investigación, el concepto de calidad de vida definido por la OMS, de que ésta no es más que la percepción de los individuos de sus situaciones en la vida, dentro de los contextos culturales y de valores en que viven, y en relación con sus objetivos, expectativas, valores e intereses(3,5).

Tabla 4 Percepción individual de calidad de vida contra calidad de vida total del cuestionario WHOQOL-BREF para ambas áreas de residencia

Conclusiones

1. Las poblaciones estudiadas, “La Timba” y “Litoral-Malecón”, coincidieron al enunciar los factores que más influyen en la calidad de vida: recreación, salud, economía, vínculo laboral, redes de apoyo familiar y/o social, autoestima y optimismo entre otras; se diferenciaron al percibir, la primera, elementos como la vivienda, el ambiente físico y la ley de seguridad social, mientras que la segunda, enfatizó en la educación de valores espirituales.



2. Los grupos etáreos estudiados identificaron los factores que más influyen en la calidad de vida de la siguiente manera:



· Los adultos jóvenes priorizaron el vínculo laboral, la recreación, el transporte, la economía y la disponibilidad de información y/o vivienda.

· Los adultos medios destacaron la autoestima, la salud, el tener sentimientos positivos, el apoyo familiar y/o social, la recreación y la economía.

· Mientras tanto, los adultos mayores le otorgaron más importancia al apoyo familiar y/o social, la salud, la recreación, la accesibilidad a los servicios sanitarios, la autoestima y el tener sentimientos positivos.



3. El concepto de calidad de vida no presentó distinciones según área de residencia: lo definieron en términos de bienestar, satisfacción, disfrute, alegrías, expectativas y felicidad percibida. Por el contrario, según grupos etáreos: los adultos jóvenes se distinguieron por mencionar la recreación; los adultos medios, la salud y los adultos mayores, la aceptación de sus limitaciones.



4. La percepción de la calidad de vida resultó similar para ambas áreas de residencia, predominando los niveles medio y alto.



5. En la medida que las personas investigadas tuvieron más años, percibieron peor la calidad de sus vidas.



6. Existió una relación significativa entre las percepciones de los sujetos con relación a la calidad de sus vidas y cómo puntuaron éstas al evaluarse de manera cuantitativa.

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(3) Bobes J, Cervera S, Seva A. Calidad de vida y trastornos depresivos. Sevilla: Congreso Nacional de Psiquiatría, 1995; pp. 12-68.

(4) Vázquez-Varquero JL et al. Psiquiatría en atención primaria. En: Baca E. Repercusiones de la enfermedad mental sobre la calidad de vida. Madrid: Aula Médica SA, 1998, pp. 849-65.

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(15) González U, Amarillo MA, Grau J. Desde una perspectiva cubana: la calidad de vida como problema de la bioética. Sus particularidades en la salud humana. La Habana: Centro “Félix Varela”, 1997, pp. 279-85.

(16) López R. Determinación de la calidad de vida en ancianos residentes en la comunidad del Policlínico “19 de abril”, municipio Plaza. La Habana: Trabajo de Terminación de la Maestría en Gerontología Médica y Social, 1997.

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(19) Hernández K. Calidad de vida en cuanto a género en ancianos residentes en la comunidad del Policlínico “19 de abril”. La Habana: Jornada Científica Estudiantil del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Facultad “Calixto García”, 1997.

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