Personas con trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, trastorno bipolar y algunos tipos de depresión mayor, tienen tasas de mortalidad más altas que pueden llegar a ser dos a tres veces superiores comparadas con la población general . De hecho, una de las primeras causas de muerte de este colectivo son las enfermedades cardiovasculares.
Así mismo, esta población es vulnerable a problemas de obesidad, casi el doble que la del total de la población. Como consecuéncia no es sorprendente que este tipo de enfermedades mentales graves conlleve otro tipo de enfermedades que estan relacionadas con el peso, incluyendo un mayor riesgo de diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemia y algunos tipos de cáncer.
En el caso de la obesidad es debida a múltiples factores, entre ellas La falta de actividad física y una nutrición desequilibrada. Agrava esta conducta el hecho de que muchos medicamentos conlleven a menudo aumentos del apetito por lo que el paciente junto a su falta de actividad hay que añadir este aumento de la ansiedad por comer.
Es imprescindible un cambio en el estilo de vida y en una revisión de la dieta diaria de los afectados, para modificar estas conductas y evitar problemas de obesidad.
A menudo las personas con este tipo de enfermedades y especialmente la esquizofrenia, padecen desajustes en la memoria y la función ejecutiva, que les impiden el hábito y uso de nuevos formas de comportamiento regular.
Las Intervenciones de estilo de vida para las personas con sobrepeso u obesidad con enfermedades mentales graves deben abordar estas necesidades especiales. Debido a las preocupaciones sobre la adherencia y la capacidad de participar en grupos, de intervención el estilo de vida y ensayos en la población general, normalmente excluyen a las personas con enfermedad mental grave. Los pocos comportamientos de pérdida de peso se plasman en los ensayos dirigidos a las personas con enfermedades mentales graves.