A pesar de las connotaciones negativas que frecuentemente se asocian con los videojuegos, como la adicción y el impacto negativo en la salud mental y el comportamiento, una investigación publicada en Nature Human Behaviour presenta una perspectiva alternativa. Con casi 3,000 millones de jugadores globalmente, es crucial entender los efectos verdaderos de esta actividad popular.
Esta investigación, basada en datos de 97,602 personas en Japón, sugiere que tener una consola de videojuegos y participar en juegos online grupales podría tener un impacto positivo en el bienestar mental. Este estudio, realizado entre 2020 y 2022 durante un periodo de escasez de consolas, aprovechó un sorteo para la asignación aleatoria de consolas (PS5 y Nintendo Switch) para estudiar los efectos de los videojuegos en el estrés y la satisfacción vital de los individuos.
Los resultados indicaron que los participantes que poseían una consola y jugaban videojuegos experimentaban una mejora en la salud mental, un incremento en la satisfacción con la vida y una reducción del estrés psicológico. Sin embargo, jugar más de tres horas al día no mostraba beneficios adicionales significativos, señalando que el impacto positivo disminuía con un tiempo de juego excesivo.
El estudio también destacó que el efecto de los videojuegos estaba influenciado por varios factores socioeconómicos, incluyendo el género, la edad, el empleo y la estructura familiar. Según los investigadores, este "experimento natural mostró evidencia causal del efecto positivo de los videojuegos fuera del entorno de laboratorio", contrarrestando algunos estudios observacionales previos que no emplearon métodos de inferencia causal y, por lo tanto, podrían haber llegado a conclusiones diferentes.
Este hallazgo subraya la necesidad de considerar los videojuegos no solo como una posible fuente de problemas, sino también como una herramienta potencial para mejorar el bienestar mental bajo ciertas condiciones.