Resumen

Las Metas para Desarrollo Sustentable, aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015, comprenden una diana específica en la meta 3.4 para las enfermedades no transmisibles (ENT): hacia el 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT a través de la prevención y el tratamiento y promoción de la salud mental y el bienestar1 . Este objetivo es muy congruente con el artículo de Liu et al.2 , que ofrece un modelo de intervención multinivel para reducir la mortalidad excesiva en personas con enfermedades mentales graves (EMG). El Plan de Acción Global para la Prevención y el Control de las EMG (2013-2020) de la Organización Mundial de la Salud (WHO)3 comparte esta meta y ofrece un menú de opciones que comprenden control de factores de riesgo, tratamiento ampliable en la atención médica primaria, vigilancia y otros aspectos representativos y algunos campos intersectoriales. Un enfoque en el curso de la vida que incluye derechos humanos, equidad y cobertura de salud universal, son principios generales de la implementación de este plan de acción global. Una piedra angular del control de las ENT es la atención a la prevención, sobre todo a los cuatro factores de riesgo compartidos comunes de consumo de tabaco, consumo nocivo de alcohol, dieta no saludable e inactividad física. La repercusión de las intervenciones en la población general, tales como el establecimiento de impuestos o la restricción al acceso, pueden no ser los mismos en personas con EMG. Las personas que padecen EMG necesitarán un enfoque individualizado para la reducción del riesgo: se necesita capacidad cognitiva, factores habilitadores, información y formación de habilidades del personal médico y los miembros de la familia. Algunos factores de riesgo, como el aumento de peso y los patrones de alimentación, están sujetos a la influencia del estado de las personas con EMG y se tendrán que tomar en cuenta los medicamentos. Un cambio de percepción en los cuidadores y en el personal sanitario puede ser necesario para que vean la relevancia del control de los factores de riesgo en las personas con EMG. Las ENT, sobre todo las enfermedades cardiovasculares (ECV), la diabetes, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas, se están volviendo más frecuentes debido a una transición epidemiológica y demográfica. Además de la prevención, la identificación temprana y el tratamiento inmediato pueden reducir la mortalidad y morbilidad prematuras y mejorar la calidad de vida. El tratamiento de las ENT en las etapas más tempranas es más factible, menos costoso y puede implementarse a niveles más bajos de la atención sanitaria..

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