Los niños que a los tres años tienen un vocabulario más amplio muestran una mayor actividad neuronal y alcanzan mejores resultados académicos en la escuela. Este beneficio se extiende más allá, ya que aquellos con mejor rendimiento académico tienden a tener mejor salud en la edad adulta.
Aunque no podemos transformar de inmediato el nivel sociocultural de una familia, podemos mitigar la brecha lingüística mediante la lectura. Como afirma la Dra. Fátima Camba, del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario Vall d'Hebron, "si un mayor lenguaje a los 3 años se relaciona con un mejor nivel educativo y este último con una salud superior, ¿por qué esperar? ¡Leamos!". Con esta filosofía, se ha creado la biblioteca en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología.
Los primeros libros de la biblioteca llegaron el 23 de abril, día que coincide con la festividad de Sant Jordi y el Día Internacional del Libro, en memoria de las muertes de Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Estos libros, más accesibles que "El Quijote" o "Hamlet", incluían cuentos de los Hermanos Grimm y "La ballena en invierno" de Benji Davies. “¡En nuestra biblioteca neonatal, todos los libros son bienvenidos!”, exclama Raquel Rodríguez, supervisora del servicio.
Leer fomenta una mayor actividad cerebral en bebés prematuros, reduciendo la ansiedad y fortaleciendo el vínculo con los padres, además de estimular su desarrollo neurológico. La lectura compartida hasta los tres años enriquece el lenguaje, potencia las conexiones neuronales y mejora la atención y la memoria.
"El cerebro necesita un entorno y estímulos adecuados para desarrollarse. Aunque en el útero el bebé recibe la voz de la madre, la prematuridad interrumpe estos estímulos. En una incubadora, se escuchan otros sonidos que podemos equilibrar con la lectura", detalla la Dra. Camba, subrayando la importancia de proporcionar los estímulos correctos durante el período neonatal.
La UCI de Neonatos del hospital adopta el modelo NIDCAP (Newborn Individualized Developmental Care and Assessment Program), centrado en el desarrollo y bienestar del bebé y su familia. Este programa enfatiza la atención individualizada para promover el desarrollo óptimo del bebé, según explica Raquel Rodríguez.
Los especialistas del NIDCAP recomiendan estrategias para fomentar el desarrollo neurológico del bebé, personalizando la atención mediante la observación de la conducta y la participación activa de los padres en los cuidados. Esto no solo mejora la salud del bebé y fortalece el vínculo familiar, sino que también puede reducir la duración de la estancia hospitalaria.
"Alentamos a los padres a leer a sus hijos durante el contacto piel con piel", indica Rodríguez, añadiendo que la biblioteca en la entrada del servicio se amplía gradualmente con donaciones.
