En la mayoría de los países occidentales, las regulaciones profesionales demandan que los médicos ejerzan la medicina con compasión, una expectativa también compartida por los pacientes. Esto se debe a que un trato compasivo puede mejorar significativamente la satisfacción del paciente, fortalecer la relación médico-paciente, y promover un estado psicológico óptimo entre ambos.
La palabra "compasión" deriva del latín com, que significa "junto", y pati, que se traduce como "sufrir". Diferenciar la compasión de la empatía es crucial, siendo esta última un término que hace referencia a la capacidad de comprender emocional o cognitivamente la situación de otra persona (el paciente). La compasión, por su parte, implica empatía pero también conlleva el deseo de ayudar y aliviar el sufrimiento ajeno. En el ámbito médico, la compasión puede verse como una manifestación particular de un sistema adaptativo más amplio que motiva a reconocer y asistir ante el dolor ajeno.
"Fatiga por compasión"
La expectativa de compasión por parte de los médicos es una norma tanto para los pacientes como para la profesión médica, siendo crucial para una práctica clínica efectiva. Aunque es esencial, la investigación sobre la compasión ha tendido a centrarse en la "fatiga por compasión" como una forma de agotamiento profesional provocada por un supuesto límite en la capacidad de compasión que se puede extenuar por uso o sobreuso. Este concepto aborda solo una faceta de una cuestión más compleja, en la que la compasión es el resultado final de un proceso dinámico influenciado por las interacciones entre el médico, el paciente, la clínica y las instituciones.
Capacidad de compasión: factores condicionantes
La exposición continua a demandas laborales contradictorias puede llevar al agotamiento de los recursos psicológicos del médico, causando fatiga emocional y cognitiva que afecta negativamente los resultados laborales, incluida la capacidad de mostrar compasión. Los índices de desgaste profesional están en aumento, influenciados mayormente por factores organizacionales y del sistema de salud, como cargas de trabajo elevadas, procesos laborales ineficientes, cargas administrativas, y una falta de control sobre aspectos relevantes para su vida laboral. Esto frecuentemente conduce a la jubilación anticipada, un fenómeno en aumento y de gran preocupación no solo para el sistema de salud italiano sino también globalmente, como en España.
Conflicto entre valores organizativos y personales: resultados
Aunque no hay evidencia empírica concluyente que soporte la idea de que trabajar en ambientes que contradicen los valores propios tenga efectos negativos en los resultados profesionales clave, un estudio en el Journal of Internal Medicine reveló un impacto negativo de la desalineación de valores en la capacidad de ofrecer atención compasiva, satisfacción laboral, agotamiento, absentismo y la consideración de jubilación anticipada. Los resultados, basados en entrevistas a 1,000 profesionales, sugieren que la competencia subjetiva para ofrecer atención compasiva podría permanecer alta, pero la capacidad para expresarla se ve afectada. Los autores sugieren que trabajar en ambientes con valores discrepantes puede forzar a los médicos a ignorar sus valores personales repetidamente, lo que podría llevarles a abstenerse de emplear sus competencias para mantener un rendimiento acorde con los requerimientos organizativos. Estos hallazgos contradicen la noción de fatiga por compasión como resultado del costo de cuidado derivado de la exposición al sufrimiento reiterado, indicando en cambio que proporcionar compasión en realidad incrementa la capacidad compasiva, beneficiando tanto la eficacia de las intervenciones como la satisfacción personal.
