Resumen
La práctica de la psicoterapia con internos de establecimientos penitenciarios es un reto. Se puede pedir a los psicoterapeutas que aborden múltiples objetivos de tratamiento, incluyendo enfermedades mentales graves y conductas disruptivas, junto a otros factores relacionados con la reincidencia, como el abuso de sustancias, los errores de pensamiento criminal y las redes aberrantes compañeros. Además, la práctica ocurre con los límites seguros de la institución correccional donde la apreciación de la cultura, incluyendo las culturas del personal disciplinario no psicológico, son de suma importancia. Estos son sólo algunos de los factores que destacan la importancia racional de la supervisión clínica. Desafortunadamente, los procesos de supervisión clínica en este ámbito no se han explorado sistemáticamente. El uso del Modelo de Complejidad Cognitiva de la del terapeuta de Owen y Lindley (2010) describe dos procesos de supervisión clínica. Cada uno muestra la oportunidad para que los alumnos psicoterapeutas construyan complejidad cognitiva en sus prácticas de psicoterapia correccional y en repertorio. Con la dirección de supervisión del marco desarrollado, se da una mejor participación de los estudiantes en la práctica correccional y pueden surgir servicios psicológicos de mayor calidad para los internos.
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