Resumen
El síndrome de Kleine-Levin (KLS) es un trastorno del sueño poco común (se informó de 1-2 casos entre un millón de individuos) que afecta principalmente a sujetos jóvenes. Los episodios se caracterizan por hipersomnia, deterioro cognitivo, sentimientos de desrealización, y, con menor frecuencia, hiperfagia (66%), hipersexualidad [53% (principalmente en hombres)] y estado de ánimo deprimido [53% (en su mayoría mujeres)]. Los casos de KLS son mal diagnosticados y con frecuencia plantean retos terapéuticos (por ejemplo, amantadina y estabilizadores del humor son sólo marginalmente eficaces). La causa del KLS es desconocida, pero se ha sugerido una asociación entre KLS y los trastornos del estado de ánimo por algunas analogías clínicas.
Se presenta el caso de una mujer de raza blanca de 44 años de edad, con trastorno bipolar I referida por su psiquiatra a nuestro centro psiquiátrico por depresión mayor recurrente y resistente de acuerdo con los criterios del DSM-IV-TR. Después de examinarla, se confirmó el diagnóstico de trastorno bipolar I y KLS. La paciente experimentó unos 15 episodios de KLS distribuidos uniformemente, con una duración de alrededor de una semana, que ocurrieron durante los seis años siguientes a su primera manifestación a la edad de 18 años. Se realizó un electroencefalograma durante un episodio de KLS y mostró ondas theta de gran amplitud en los lóbulos temporales derecho e izquierdo, con predominio en el hemisferio izquierdo. La pronunciada sintomatología de trastorno bipolar, a partir de los 15 años de edad con depresión mayor y un intento de suicidio, había impedido la identificación de KLS, el cual no se diagnostica hasta la edad de 42.
Las conclusiones fueron que el trastorno bipolar puede oscurecer el KLS, lo que significa que cada condición puede afectar negativamente el curso de la otra, y, en consecuencia, la co-ocurrencia del KLS y el trastorno bipolar puede ser subestimados. El KLS y el trastorno bipolar pueden compartir factores de vulnerabilidad comunes, tales como alteraciones del sistema inmune inflamatorio y circadianos, y puede haber una predisposición genética para ambos. Además, los estabilizadores del estado de ánimo pueden ser eficaces para el KLS y el trastorno bipolar.
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Abstract
Objectives. KleineLevin syndrome (KLS) is a rare sleep disorder (12 reported cases per one million individuals) primarily affecting young subjects. Episodes are characterized by hypersomnia, cognitive impairment, feelings of derealization, and, less frequently, hyperphagia (66%), hypersexuality [53% (principally men)], and depressed mood [53% (predominantly women)]. KLS cases are frequently misdiagnosed and pose therapeutic challenges (i.e., amantadine and mood stabilizers are only marginally effective). The cause of KLS is unknown, but an association between KLS and mood disorders has been suggested by some clinical analogies.
Methods. We report the case of a 44-year-old Caucasian woman with bipolar I disorder referred by her psychiatrist to our psychiatric center for recurrent and resistant major depression according to DSM-IV-TR criteria.
Results. Following examination, we confirmed the diagnoses of bipolar I disorder and KLS. The patient experienced about 15 evenly distributed KLS episodes, each lasting about one week, which occurred during the six years following her first manifestation at age 18 years. An electroencephalogram was performed during a KLS episode and showed high-amplitude theta waves in the left and right temporal lobes, with predominance in the left hemisphere. The pronounced bipolar disorder symptomatology, starting at 15 years of age with major depression and a suicide attempt, had impeded the identification of KLS, which was not diagnosed until the age of 42.
Conclusions. Bipolar disorder may obscure KLS, with each condition adversely affecting the course of the other, and consequently, the co-occurrence of KLS and bipolar disorder may be underestimated. KLS and bipolar disorder may share common vulnerability factors, such as immuneinflammatory and circadian disturbances, and there may be a genetic predisposition for both. Additionally, mood stabilizers may be effective for KLS and bipolar disorder.