Una persona afectada de esquizofrenia o trastorno bipolar, afecciones que sufren un millón de personas en España, puede padecer una media de 12 episodios de agitación al año, condición que se caracteriza por la presencia, en escalada, de síntomas de hiperactividad motora, un estado afectivo de ansiedad y, en los casos de mayor gravedad, desinhibición verbal, falta de conexión ideativa o conductas violentas involuntarias. El informe 'Current and Ideal Management Paradigm of Agitation', realizado por Ferrer y publicado en la revista 'Frontiers of Psychiatry', define la agitación como "un estado de hipersensibilidad, pensamientos acelerados, tensión emocional e hiperactividad motora y verbal en el que una intervención temprana en un estado leve-moderado, es crucial para evitar la escalada y el punto de no retorno".
"La intervención en estados leves o moderados podría evitar hasta un 50 por ciento de ingresos hospitalarios", ha explicado el jefe de sección de Hospitalización de Agudos del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, el doctor Juan Manuel Montes.
Otro estudio también de Ferrer, 'Characterizing the experience of agitation in patients with bipolar disorder and schizophrenia', publicado en 'BCM Psychiatry', ha confirmado que 2 de cada 3 personas que sufren una crisis de agitación tiene conciencia de su estado, y sabe identificar los síntomas así como los factores desencadenantes.
Antes de llegar a un comportamiento potencialmente violento, el paciente se siente inquieto y nervioso. Además, de las conclusiones de este estudio se desprende que se requieren estrategias de actuación tempranas para frenar la escalada y, en consecuencia, evitar que los pacientes tengan que acudir a un centro hospitalario. Alrededor del 12 por ciento de las urgencias atendidas en los servicios de emergencias son por causas psiquiátricas y, de éstas, el 30 por ciento están provocadas por una crisis de agitación. De hecho, el 90 por ciento de los pacientes agitados llega en un estado de agitación severo, difícil de revertir y que puede precisar el ingreso hospitalario con una estancia media de tres días. En este sentido, el doctor Montes ha indicado que "una de las asignaturas pendientes que tenemos es mejorar la experiencia del paciente agitado en el entorno hospitalario, ya que, con frecuencia, es traumática" porque puede requerir contención mecánica o una inyección intramuscular.
LA AGITACIÓN TAMBIÉN AFECTA A LOS CUIDADORES Un 89 por ciento de los cuidadores reporta una carga física, psicológica, emocional y económica que repercute negativamente en su estado de salud, según ha revelado el estudio europeo 'A survey of caregiver with agitation: results from a European study', publicado en 'Annals of General Psychiatry' y realizado con 297 cuidadores y pacientes en España, Reino Unido y Alemania. Además, el 84 por ciento de los cuidadores, que dedican una media de 32 horas semanales a esta tarea, son capaces de reconocer los síntomas de la agitación en sus estadios iniciales, lo que les puede permitir una intervención temprana para frenar la escalada y evitar alcanzar el punto de no retorno.