MADRID (EUROPA PRESS) -
La Unidad de Trastorno Bipolar de la Clínica Nuestra Señora de La Paz ha pasado, en un año de funcionamiento, de atender a 12 personas con la enfermedad a casi 60 y la razón es que "la incidencia del trastorno está aumentando", tal y como ha asegurado el responsable de la misma, el doctor Diego Urgelés.
Aunque se desconocen las causas del incremento, la comunidad científica baraja como hipótesis principales el alto nivel de estrés de la sociedad actual, la exposición a fuentes de luz como ordenadores, móviles y tabletas, la mejoría en el diagnóstico de esta enfermedad, el abuso de antidepresivos o el consumo de cannabis en la adolescencia.
De hecho, dado que hay lista de espera para tratarse en La Paz, está previsto que se cree un nuevo grupo, el quinto, después de verano. La unidad utiliza todas las técnicas en el tratamiento del trastorno bipolar: tratamientos farmacológicos, intervención en los ritmos circadianos y en el contexto social del paciente, terapias grupales e invidividuales y diferentes tipos de psicoterapia.
Por otra parte, los pacientes hacen uso de una aplicación móvil para registrar sus cambios de estado de ánimo y recogen datos sobre su humor, irritabilidad, ansiedad, horas de sueño o conumo de cafeína o tabaco. "Así nos damos cuenta de los problemas, pudiendo adelantar consultar para prevenir la depresión, por ejemplo", ha indicado el doctor Urgelés.
El sistema envía una alarma al profesional cuando detecta cambios significativos, y dado que es una enfermedad crónica "tener la posibilidad de ajustar la medicación y controlar las crisis es crucial para que los pacientes puedan hacer vida normal", ha añadido el director de la unidad.
Otra de las acciones que se lleva a cabo en la clínica es entrenar al paciente en el reconocimiento precoz de los síntomas. La medicina participativa también incluye a los familiares de las personas con trastorno bipolar, con la finalidad de que entiendan bien cómo es la enfermedad y puedan ayudar al paciente.