Científicos del Instituto Karolinska de Suecia aseguran que los factores ambientales podrían ser más importantes de lo que se pensaba en la aparición del autismo, incluso tanto como los genes, según los resultados de un estudio que publican en su último número el 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).
En concreto, el trabajo sugiere que la herencia genética tiene la mitad de la responsabilidad de la aparición de dicho trastorno, mientras que el otro 50 por ciento del riesgo podría depender de otros factores externos como complicaciones durante el parto, la salud o los hábitos de vida de los padres e incluso sus condiciones socioeconómicas.
Esto hace que los niños con un hermano con autismo sean 10 veces más propensos a desarrollar este trastorno, tres veces si tienen un hermanastro con dicha condición, y el doble de probabilidades si quién lo padece es un primo.
"A nivel individual, el riesgo se incrementa con la presencia de otros familiares con autismo", reconoció Sven Sandin, autor del trabajo que durante el mismo trabajó tanto en el Instituto Karolinska como en el King College de Londres, en Reino Unido.
Las personas con autismo tienen distinto nivel de discapacidad en tres áreas concretas: la interacción social y su entendimiento, el comportamiento y los intereses repetitivos, el lenguaje y la comunicación.
Aunque las causas de su aparición todavía se desconocen, la evidencia ha demostrado que es probable que incluya una serie de factores de riesgo genéticos y ambientales.
Para este último estudio, los investigadores usaron registros nacionales de salud de Suecia y analizaron los datos anónimos de los dos millones de niños nacidos en este país entre 1982 y 2006, de los cuales a un total de 14.516 se les diagnosticó autismo.
Los investigadores analizaron al resto de miembros de su familia, tanto hermanos y hermanastros como primos para medir la heredabilidad de la enfermedad y ver qué proporción de riesgo se puede atribuir a factores genéticos, después de que estudios previos sugirieran que condicionaba entre el 80 y el 90 por ciento de los casos.
Sin embargo, en este caso vieron que los factores genéticos sólo explican cerca de la mitad de los casos, una cifra que los autores consideran relevante al tratarse del mayor estudio realizado hasta la fecha.
"La heredabilidad es una medida que, aunque no nos dice mucho acerca de los riesgos a nivel individual, sí puede orientarnos a la hora de buscar las causas", ha añadido Avi Reichenberg, que trabajó en el estudio mientras se encontraba en el Kings College de Londres y que reconoce estar sorprendida con los resultados.
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