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Prevalencia de insatisfacción corporal y de trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes.

  • Autor/autores: Manuel de Gracia Blanco (1) , David Ballester Ferrando(2) , Josefina Patiño Masó(2) , Carme Suñol Gu

    ,Artículo,Trastornos de la alimentación,


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Artículo | Fecha de publicación: 06/02/2001
Artículo revisado por nuestra redacción

La investigación en los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) ha constituido un foco de atención en psicología y psiquiatría en estas tres últimas décadas (1). Las investigaciones epidemiológicas consideran que se ha producido un aumento considerable del número de individuos afectados de bulimia nerviosa (BN) y anorexia nerviosa (AN), de hecho se calcula que la prevalencia de est...



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La investigación en los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) ha constituido un foco de atención en psicología y psiquiatría en estas tres últimas décadas (1). Las investigaciones epidemiológicas consideran que se ha producido un aumento considerable del número de individuos afectados de bulimia nerviosa (BN) y anorexia nerviosa (AN), de hecho se calcula que la prevalencia de estos trastornos oscila entre el 0.5 y el 4% (2). Concretamente, el DSM-IV señala la prevalencia de la AN en la población adolescente y juvenil femenina entre el 0.5 y el 1%, y la de la BN entre el 1 y el 3% (3). En nuestro país estas cifras parecen no variar en exceso de las del resto de países occidentales. Morandé y Casas (1997)(4), en un estudio realizado con una muestra de mujeres adolescentes representativa de la población madrileña, apuntan una prevalencia del 0.69% para la AN, de 1.24% para la BN y de un 2.76% para los trastornos del comportamiento alimentario no especificados (TCANE), lo que significa una prevalencia general en este margen de edad de TCA de 4.69%. Por otra parte, un estudio reciente realizado en Navarra por Pérez-Gaspar et al. (1999)(5) ha señalado una prevalencia del 0.3% en AN, de 0.8% en BN y del 3.1% en TCANE, lo que representa que el 4,1% de la población femenina de entre 12 y 21 años padece algún TCA. En definitiva, y a pesar de ciertas discrepancias en los resultados epidemiológicos, la mayoría de los autores insisten en que la prevalencia de los TCA se ha incrementado progresivamente en los últimos años, mientras que -según algunos autores- la severidad de los casos detectados ha disminuido (6, 7).
Por otro lado, como han señalado diversos autores (8) la severidad en la distorsión de la percepción de la imagen corporal -extremadamente graves en los pacientes con anorexia- puede ser un predictor de la alteración posterior en el comportamiento alimentario, así como un factor de riesgo en el desarrollo de TCA. En este sentido, varios estudios realizados con población general han puesto de relevancia la importancia de la insatisfacción con la propia imagen corporal y su relación con los TCA (9), proponiendo su inclusión como una nueva categoría diagnostica (10).
Con este marco de referencia, el objetivo de este trabajo esta orientado a establecer la prevalencia de trastornos del comportamiento alimentario y su asociación con la insatisfacción corporal, en una muestra representativa de la población de adolescentes de la ciudad de Girona.

A partir de un muestreo estratificado por conglomerados de todas los centros de secundaria de la cuidad de Girona, se seleccionó una muestra representativa de adolescentes de ambos sexos (n=1025). Una vez revisados los cuestionarios, se contó para el análisis de resultados con un total de 955 protocolos válidos (un 90,8% de los 1025 protocolos cumplimentados), quedando constituida la muestra definitiva por 955 adolescentes (476 hombres y 479 mujeres) con edades comprendidas entre 14 y 19 años (=16.04, desv=1.38).

Para intentar reducir lo más posible la existencia de falsos negativos, respuestas erróneas, desinterés por las pruebas, etc. dos miembros del equipo de investigación ofrecían una información completa y supervisaban individualmente la cumplimentación de los cuestionarios empleados.

Los cuestionario utilizados fueron los siguientes:

1- Cuestionario ad-hoc de datos socio-demográficos

2- EAT-40 (Eating Attitudes Test): Cuestionario autoadministrable ampliamente utilizado como instrumento de cribaje de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en población general (11). Este cuestionario evalúa actitudes y conductas significativas relacionadas con la anorexia y la bulimia nerviosa. EL EAT-40 es utilizado como instrumento de cribado, con un punto de corte establecido en 30 puntos, puntuación a partir de la cual se infiere la posibilidad de que exista un riesgo potencial de desarrollar una patología alimentaría. La validación de la versión española del EAT-40 fue realizada con un grupo de pacientes anoréxicas y un grupo control (12).

3- BSQ (Body Shape Questionnaire): Es un cuestionario específico para población femenina formado por 34 ítems que evalúa la insatisfacción o preocupación por la forma corporal, concretamente las experiencias subjetivas o sentimientos acerca de la propia imagen corporal (13).

4- IMC (Índice de masa corporal): se registraron las medidas antropométricas básicas pesando y midiendo a los participantes. Todos los participantes fueron pesados sin calzado y con la ropa puesta. Como medida del estado nutricional se utilizó el índice de masa corporal (kgr/m2).

En la tabla 1 se muestran los resultados del análisis de la varianza (ANOVA) de las puntuaciones del EAT-40 por sexos. Los datos obtenidos indican una puntuación media total del EAT-40 significativamente mayor en el grupo de mujeres adolescentes (= 19.9 desv.=12.1) que la observada en el grupo de hombres adolescentes (=12.6, desv=5.1) (F[954,1]=153,7;p=0.001). En porcentajes, el 17,3% (n=83) de mujeres adolescentes de la muestra obtuvo una puntuación superior al punto de corte del EAT (igual o mayor a 30 puntos), mientras que en el grupo de hombres el porcentaje de puntuaciones superiores al valor de corte fue de un 0.6% (n=3)(Tabla 1).
















































Tabla 1 Puntuaciones medias EAT-40 por
sexos

Puntuación total EAT-40

Hombres (n=476)

Mujeres (n=479)

  Media Desv. Media Desv.

(1)Sig. p<0.05

12.6(1)

5.1

19.9(1)

12.1

Puntuación EAT-40 FACE="Symbol">³ 30

Hombres (n=3)

Mujeres (n=83)

  Media Desv. Media Desv.
 

33.66

3.21

41.60

11.12

% sobre el total de la muestra

17.3%

0.6%

En la tabla siguiente (tabla 2) se muestran las puntuaciones medias obtenidas en cada una de las pruebas realizadas en los tres sub-grupos de edad en los que se dividió la muestra de mujeres adolescentes (de 14 a 15 años, de 16 a 17 años y de 18 a 19 años). El análisis de la varianza (ANOVA) no mostró diferencias significativas en las puntuaciones medias totales del EAT-40 (F[478,2] = 1.212; p=0.299) ni en el índice de masa corporal (F[478,2] = 1.552; p= 0.213) entre ninguno de los tres grupos de edad. Si se hallaron diferencias estadísticamente significativas (F[478,2] = 5.258;p= 0.006) en las puntuaciones medias del BSQ en los tres grupos de edad, observándose una mayor puntuación total del BSQ en los subgrupos de mayor edad.





















































Tabla 2

Comparaciones
de medias para los distintos subgrupos de mujeres adolescentes

 

14-15 años
(n=187)

16-17 años
(n=195)

18-19 años
(n=97)

N=479

 

Media

Desv.

Media

Desv.

Media

Desv.

 

EAT-40

19.28

10.67

21.21

13.92

19.85

11.81

No sig. p<0.05

BSQ

63.13(1)

44.58

75.81(1)

50.31

79.48(1)

42.71

(1)Sig.
p<0.05

IMC

21.19

4.30

21.18

3.35

21.93

3.34

No sig. p<0.05

Tomando como criterio de cribaje el punto de corte del EAT-40, el 16.5% de mujeres con edades comprendidas entre 14 y 15 años se situaba por encima de dicho punto, mientras que en el grupo de mujeres con edades entre 16 y 17 años, el porcentaje fue ligeramente superior (17.9%), similar al encontrado en el grupo con edades comprendidas entre los 18 y 19 años (17.5%).
En función de cada subgrupo de edad, el análisis de la varianza de las puntuaciones medias mostró diferencias estadísticamente significativas entre las puntuaciones del BSQ (F[82,2]=4.091;p=0.020) y del EAT-40 (F[82,2]=4.005;p=0.022) entre los grupos de mujeres adolescentes de 14-15 años y 16-17 años, con valores medios significativamente más altos en el grupo de mayor edad. En estos subgrupos de riesgo potencial no se hallaron diferencias significativas en el IMC (F[82,2]=0.205;p=0.815), situándose todos ellos dentro del intervalo de normopeso (Tabla 3).


































































Tabla 3

Comparaciones
de medias por grupos de edad para valores superiores al punto de corte del EAT-40

 

14-15 años
(n=31)

16-17 años
(n=35)

18-19 años
(n=17)

N=83

 

Media

Desv.

Media

Desv.

Media

Desv.

 

EAT-40

37.8(1)

8.3

45.37(1)

13.57

41.11

7.63

(1)Sig.
p<0.05

BSQ

74.8(1)

67.9

114.77(1)

69.82

121.7(1)

49.25

(1)Sig.
p<0.05

IMC

21.5

4.77

22.08

4.80

22.34

4.77

No sig. p<0.05

% sobre la muestra total      
 

16.9%

17.9%

17.5%

 

En la tabla siguiente (tabla 4) se muestran las correlaciones entre las puntuaciones del EAT-40, el BSQ y el IMC en cada uno de los subgrupos de la muestra de mujeres adolescentes. Se halló una correlación moderada de signo positivo entre una mayor insatisfacción con la propia imagen y una mayor sintomatología propia de los trastornos de la alimentación en los grupos de 16-17 años y 18-19 años. En cambio, no se observa ninguna correlación relevante en dichas variables en el subgrupo de menor edad (14-15 años). No se halló tampoco ninguna asociación en ninguno de los tres subgrupos entre el IMC, la insatisfacción con la imagen corporal (BSQ) y la sintomatología alimentaria (EAT-40).














































Tabla 4

Correlaciones
por grupos de edad

 

14-15 años

16-17 años

18-19 años

 

EAT-40

BSQ

EAT-40

BSQ

EAT-40

BSQ

BSQ

0.186(2)

 

0.50(1)

 

0.53(1)

 

IMC

0.02

-0.00

0.06

0.06

0.17

0.074

(1)
sig. p<0.01

(2)sig.
p<0.05

     

En la línea de recientes investigaciones, el porcentaje de mujeres adolescentes que -en una primera fase de detección- presentan un riesgo potencial de padecer algún tipo de trastorno de la alimentación se sitúa en un 17.3% de la muestra estudiada, frente a un 0.6% en los hombres adolescentes. Por otro lado, las adolescentes que manifiestan una mayor sintomatología propia de los trastornos de la alimentación, también presentan asociada una mayor insatisfacción con la propia imagen corporal. Desde el punto de vista de la prevalencia de los TCA estudios recientes indican un tendencia similar. Así, en nuestro país, Carbajo et al. (1995)(2) en un estudio realizado con una muestra de adolescentes de Reus (Tarragona) -equiparable socio-demográficamente a la muestra de nuestro estudio- y utilizando como instrumento de cribaje el EAT-40, encuentran que un 12.4% de la muestra estudiada presentan patología de la conducta alimentaria. Una cifras ligeramente inferiores son las referidas por Toro et al. (1989)(14) utilizando el Eating Attitudes Test, estos autores encuentran que el 9.8% de las mujeres y el 1.2% de los varones adolescentes presentarían un riesgo potencial de TCA. Otro estudio reciente (7) realizado también con estudiantes de secundaria en Langreo (Asturias) con una muestra de 816 adolescentes de ambos sexos, y utilizando como instrumento de cribaje el EDI, halló que el 7.7% de la mujeres y el 1.1% de los hombres encuestados tendrían riesgo potencial de desarrollar un TCA. Del mismo modo, el estudio de Buddeberg-Fischer et al. (1996)(15) realizado con una muestra de adolescentes suizos de ambos sexos y utilizando también el EAT-40 como criterio, hallaron que el 8.3% de las mujeres adolescentes encuestadas y el 1.5% de los varones adolescentes presentaban un alto riesgo de padecer TCA. En la misma dirección el estudio italiano de Cotrufo et al. (1998)(16) informa también de una elevada prevalencia de TCA en adolescentes estudiantes de secundaria de la ciudad de Nápoles, con una prevalencia que oscila entre el 17,2% y el 23.3% de los caso estudiados.
Por lo que respecta a la imagen corporal, en los últimos años numerosas investigaciones han documentado el papel que juega la insatisfacción con la imagen corporal, tanto en su dimensión perceptiva (sobreestimación) como en su dimensión emocional (insatisfacción) en el desarrollo de los trastornos de la alimentación (17). Los estudios realizados indican también que las alteraciones de la imagen corporal pueden ser causa de problemas emocionales importantes en la adolescencia y primera juventud (18) y que podrían actuar como un factor de riesgo predisponente, precipitante o mantenedor de TCA. En este sentido, un estudio reciente (19) realizado en la provincia de Girona mostró que más de la mitad de las adolescentes encuestadas (53.8% de la muestra) expresaban preocupación por su imagen corporal, valorada con el BSQ y reflejaban las presiones del modelo estético por estar delgadas.

1- Toro J., La epidemiología de los trastornos de la conducta alimentaria. Med. Clin 2000; 114: 543-544.

2- Carbajo G., Canals J., Fernández-Ballart J., Doménech E.; Cuestionario de actitudes alimentarias en una muestra de adolescentes: dos años de seguimiento. Psiquis 1995; 16(4): 21-26

3- American Psychiatric Association. Diagnostic and satadistical manual of mental disorders: DSM-IV. Washington: APA, 1994.

4- Morandé G., Casas J., Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes. Anorexia nerviosa, bulimia y cuadros afines. Pediatr. Integral 1997; 23: 243-260.

5- Pérez-Gaspar M., Gual P., de Irala-Estévez, J., Martínez-González F., Cervera S.; Prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes navarras. Med. Clin. 2000; 114: 481-486.

6- Eagles J. M., Johnston M. J., Hunter D., Lobban M., Millar H.; Increasing incidence of anorexia nervosa in the female population of Northeast Scondland. Am. J. Psychiatry 1995; 152: (12) 66-71.

7- Sáiz, P. A., González M. P., Bascarán M. T., Fernández J. M., Bousoño M., Bobes J.; Prevalencia de trastornos de conducta alimentaria en jóvenes de enseñanza secundaria: un estudio preliminar. Actas Españolas de Psiquiatría 1999; 27(6): 367-374.

8- Gupta MA, Johson AM.; Nonweigth-related body image concerns among female eating-disordered patients and nonclinical controls: some preliminary observations. Int. J. Eat. Disord 2000; 27: 341-347.

9- Rosen, J. C.: Body image disorder: Definition, development, and contribution to eating disorders. En J.H. Crowther, S. E., Hobfoll, M. A. P. Stephens, y D. L. Tennebaum (eds.). The etiology of bulimia. Washington, DC: Hemisphere Publishers. 1993.

10- Thompson, J. K.; Body image: Extent of disturbance, associated features, theoretical models, assessment methodologies, intervention strategies, and a proposal for a DSM-IV diagnostic category Body-Image Disorder. En M. Hersen, R. M. Eisler, y P. M. Miller (eds), Progress in behavior modification (vol. 28, pp.3-54). Sycamore, IL: Sycamore Publishing Inc. 1992.

11- Garner D. M., Garfinkel P.E., The Eating Attitudes Test: an index of the symptoms of anorexia nervosa. Psychol Med 1979; 9:273-279.

12- Toro, J., Castro, J., Garcia, M., Pérez, P., Cuesta, L.: Eating Attitudes, sociodemegraphic factors and body shape evaluation in adolescence. British Journal Medical Psychology, 1989; 62: 61-70.

13- Cooper, P. J., Taylor, M. J., Cooper, Z.; Fairburn, C. G.: The development and validation of the Body Shape Questionnaire. International Journal of Eating Disorders, 1987; 6: 485-494.

14- Toro, J., Castro J., García M., Cuesta L.; Eating attitudes, sociodemographic factors and body shape evaluation in adolescence. Bri. J. Med. Psychology 1989; 62: 61-70.

15- Buddeberg-Fischer B., Bernet R., Sieber M., Schmid J., Buddeberg C.; Epidemiology of eating behaviour and weight distribution in 14 to 19 year-old Swiss students. Acta Psychiatri. Scand. 1996; 93: 296-305.

16- Cotrufo P., Barreta V., Monteleone P., Mai M.; Full-syndrome, partial-syndrome and subclinical eating disorders: an epidemiological study of female studens in Southern Italy. Acta Psychiatr. Scand. 1998: 98: 112-115.

17- Cooper, P. J., Goodyer, I.; Prevalence and significance of weight and shape concerns in girls aged 11-16 years. Bristish Journal of Psychiatry, 1997; 171: 542-544.

18- Cash, T. F., Green G.K.; Body weight and body image among college women: Perception, cognition, and affect; Journal of personality Assessment, 1989; 50: 290-301.

19- de Gracia, M., Marcó, M., Fernández, Mª. J., Juan, J.; Autoconcepto físico, modelo estético e imagen corporal en una muestra de adolescentes, Psiquis 1999; 20(1): 15-26.

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