Artículo |
13/02/2014
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ong>Resumen
Objetivo. La reactividad emocional extrema es una característica definitoria del trastorno límite de la personalidad, sin embargo, los mecanismos conductuales neurales que subyacen a esta inestabilidad afectiva, son poco conocidos. Un posible factor contribuyente ve disminuido la capacidad para activar el mecanismo de habituación emocional. Los autores probaron esta hipótesis mediante el examen de los correlatos conductuales y neurales de la habituación en los pacientes borderline, individuos sanos de comparación, y un grupo de comparación psicopatológico de los pacientes con trastorno de personalidad por evitación.
Método. Durante la exploración de resonancia magnética funcional, los pacientes borderline, los sujetos sanos y los pacientes con trastorno de la personalidad por evitación vieron imágenes nuevas y repetidas, proporcionando calificaciones de valencia en cada presentación. Los mapas paramétricos estadísticos de los contrastes de la activación durante la visualización de imágenes negativas nuevas y repetidas fueron comparados entre los grupos. Se empleó el análisis de interacción psicofisiológica para examinar las diferencias de conectividad funcional entre los grupos.
Resultados. A diferencia de los sujetos sanos, ni los pacientes con trastorno de personalidad borderline ni los de trastorno de personalidad por evitación mostraron una mayor actividad en la corteza cingulada anterior dorsal cuando visualizaron imágenes nuevas vs repetidas. Esta falta de un incremento de la actividad de la cingulada anterior dorsal se asoció con una mayor inestabilidad afectiva en pacientes borderline. Además, los pacientes borderline y por evitación exhibieron incrementos más pequeños en la conectividad funcional insula-amígdala que los sujetos sanos y, a diferencia de los sujetos sanos, no mostraron habituación en las calificaciones de la intensidad emocional de las imágenes. Los pacientes borderline diferían de los pacientes por evitación en la conectividad funcional de la cingulada anterior ínsula ventral durante la habituación.
Conclusiones. A diferencia de los sujetos sanos, los pacientes borderline no pueden habituarse a las imágenes negativas, y se diferencian de los sujetos sanos y de los pacientes con trastorno de personalidad por evitación en la actividad neuronal durante la habituación. La falta de participación eficaz de los procesos de habituación emocional puede contribuir a la inestabilidad afectiva en los pacientes borderline.
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American Journal of Psychiatry